Día del Niño
Ya no sé que pensar,
esa felicidad que sembramos
en tu nacimiento
muchas veces la hemos trocado
en odio, violencia y abandono,
dejamos de lado
nuestras leyes,
nuestro deber
de protegerte
en tu enfermedad,
en tu alimentación,
en tus estudios,
en tu diario vivir,
y lo peor de todo:
No te presentamos a Dios.
Los templos del hogar
que ya no es hogar,
del Colegio, hoy
lleno de maldad y violencia,
de delincuencia
y prostitución,
el alcohol y las drogas,
a lo que te hemos llevado,
solamente me queda decirte:
¡PERDON!
El último pasajero
Esa estrella misteriosa,
posada como lámpara
sobre mi puerto,
en plena vigilia,
vela mi sueño,
con su alegre titilar.
La miro, le sonrío
y le doy un saludo
con mis manos tiritonas,
ella me responde
con un titilar.
Le envío un beso
de buenas noches
y la presencia de mi Señor
se agranda en mi corazón.
Mis hijos y nietos la miran,
temen que muy pronto
pueda convertirme
en un pasajero más,
para ir a mi último recital.
Está allí,
sobre mi puerto
esperando
al último pasajero.
Ricardo Ponce Castillo
Coquimbo, Chile
Felicito a Ricardo Ponce Castillo por sus versos temáticos y encadenados que encuentran en la reflexión la palabra exacta que como brújula llevan a la reconciliación o titilar ante el cielo y el último pasajero del propio recital. Muy originales y decidores. Gracias Analía por compartir sus poemas. Cariños
ResponderEliminarGracias por tus conceptos, Ana
EliminarCariños
Analía