a Ricardo Matrizzo
in memoriam
Una
inmensidad de estarse repetían las jornadas…
Y ahí
estaba él,
dibujando
en el aire versos de ríos y jangadas,
presumiendo
proyectos con el mate,
una
manzana en rebanadas
o esa
tempranera manera de abrirme los ojos al paisaje.
Le
divertía correr el sol tornasolado
y
bañarme de luces con su canto.
Su
sombra aún alienta en mis costillas
y un
abecedario de vocales
grita
su silencio en mi alma,
aunque
esta constante lluvia cada noche
habita
en el mutismo interminable del abrazo…
Dicen
que el poeta ha partido al horizonte.
Y allá
lo veo, transparente, con la luna en sus manos
y su
silencio en mi boca…
* * *
Apenas fuera si creyera
que unochodeagosto almidonado
en compuesta luz celeste armonizada
subieron coplas mansas a buscarlo.
Crecieron estrellas en su palma
se inclinaron de paz los colibríes,
las sinrazones del canto fueron canto
los milagros cotidianos espejismos
hizo reír el día un iracundo
bailaron de tanto fuego cien calandrias
los corolarios del mundo preguntaron
por relámpagos y lluvias meridianas.
Se detuvo un instante el universo
la corola del viento fue un enjambre
el silencio del alba enarbolaba
un estandarte de rosas inmortales
las palabras en ojos enredaron
la sonrisa materna
que acunaba
la palabra insurrecta
alternativa
también esperanzada en la nostalgia
y dijeron a coro las calandrias
el colibrí, el fuego y los relámpagos
que salió el sol porque era ocho
un agosto de niño entre los brazos
un crisol de rey con su bandera
con su lápiz obrero y pan de árbol
ha nacido un poeta y se inclinaban
ha nacido el poeta que nos habla…
que unochodeagosto almidonado
en compuesta luz celeste armonizada
subieron coplas mansas a buscarlo.
Crecieron estrellas en su palma
se inclinaron de paz los colibríes,
las sinrazones del canto fueron canto
los milagros cotidianos espejismos
hizo reír el día un iracundo
bailaron de tanto fuego cien calandrias
los corolarios del mundo preguntaron
por relámpagos y lluvias meridianas.
Se detuvo un instante el universo
la corola del viento fue un enjambre
el silencio del alba enarbolaba
un estandarte de rosas inmortales
las palabras en ojos enredaron
la sonrisa materna
que acunaba
la palabra insurrecta
alternativa
también esperanzada en la nostalgia
y dijeron a coro las calandrias
el colibrí, el fuego y los relámpagos
que salió el sol porque era ocho
un agosto de niño entre los brazos
un crisol de rey con su bandera
con su lápiz obrero y pan de árbol
ha nacido un poeta y se inclinaban
ha nacido el poeta que nos habla…
Ana Lía Gattás
Mendoza, Argentina
Me encanta la poética de Ana Lía Gattás, dueña de esos destellos que titilan a través de cada verso. Nunca tuve oportunidad de decírselo así que ahora lo hago gracias a esta fuente. Cariños.
ResponderEliminarGracias inmensas por tu cálido y amoroso comentario, querida y recordada Lina. Una edición de grandes celebraciones, y entre ellas, este encuentro compartido con la rosa ... Te abrazo fuerte y con alegría. Mi cariño siempre
EliminarQueridas Lina y Ana Lía:
ResponderEliminarDisfruto de este cálido reencuentro.
Mi abrazo y mi agradecimiento
Analía