Camisa azul
Despavorida, escapo, corro, salto, reboto, brinco. Él
gira la cabeza y con su medio cuerpo planea. Tropiezo y voy a dar con mi cara
al suelo. Se interrumpe el vendaval después de cubrir mi cuerpo, con sus
despojos.
Me incorporo, el espantapájaros gira la cabeza, abulta su
camisa. Me persigue, tiemblo, corro. Sopla más y más. Su ropa navega, tripula.
Aproximado me toca, justo cuando se detiene el ventarrón.
A mi lado, yace medio espantapájaros. Su camisa azul, se
hincha y despide, cortejada por un nuevo viento.
Grito, grito sin poder clamar… ¡mamáaaa lo sientooooo!…
¡Abrí la puerta del huerto!
Escucho su voz. -Despierta, es hora de ir a la escuela.
Ana Barchuk de Rodríguez
Misiones, Argentina
¡Qué lindo leer mi cuentito en tu revista!. Muchas gracias por publicarlo. Me hace muy , muy feliz.
ResponderEliminarUn gusto publicarte, Ana. Gracias a vos por permitirme compartir tu texto con los lectores de la revista literaria.
EliminarMis mejores deseos
Analía
Me gusta tu poesía del Indio.
ResponderEliminarGracias por tu lectura de la poesía de Hilda Schiavoni, Ana.
EliminarMis cordiales saludos
Analía