-La Plata, Buenos Aires, Argentina-
Tal vez sea preciso otro diluvio
……………………………………………………otro Noé.
Deucalión arrojando del Parnaso
los huesos de las madres.
Otras piedras pariendo al hombre nuevo.
El verbo retomando el camino a otra vida,
llegando hasta el final,
donde la furia de las aguas querrán purificarlo.
Los huesos de otras madres
…………………otras piedras
……………………………………………………esperan el milagro.
…………………………………………………Otra vez la paloma
* * *
La casa guarda en inquietos rincones
olvidos y recuerdos,
el aroma marchito de una rosa,
una vieja moneda
que ya ha cumplido un sueño, una esperanza,
el polvo acumulado,
unas migas de pan,
una borrosa huella.
Cuando limpien la casa
…limpiarán el aroma
…………el polvo,
………………………la moneda.
………………………………Y quedará el olvido.
* * *
No preguntes.
………Alguien sabe el final.
Allí estará el poema
……………………la palabra.
No te inquietes,
……………………alguien dispuso ya,
……………………………alguien espera.
* * *
…………………………………………En recuerdo de Horacio Castillo
En qué lugar lejano nos espera
la mesa de un café
…………………………………y aquel poema.
Estaremos sentados
………………………………como siempre.
Un café que se enfría.
Y yo esperando siempre tu llegada.
Será el final de un tiempo
…el comienzo de nuevas charlas.
Y brotarán de nuevo las palabras
………y no hablaremos nunca de la muerte.
…………………………………………………………………Poemas inéditos
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Ten fe ciega no en tu capacidad para el triunfo, sino en el ardor con que lo deseas.
Horacio Quiroga
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sábado, 1 de septiembre de 2012
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Qué bueno que estés aquí, con Analía. Muy bellos poemas, Luis. Un abrazo grandote.
ResponderEliminarGracias por tu lectura, querido Ricardo.
EliminarUn saludito cordial y mis deseos que estés bien
Analía