jueves, 10 de abril de 2025

Editorial



con voz propia Nº 140 

Revista literaria 

Abril 2025 



Propietaria – Editora – Directora: Analía Pascaner 
Publicación creada en noviembre de 2006 
Distribución y publicación gratuitas 
ISSN 2314-0275 




Recuerda a los que arriesgaron, a los que se enfrentaron, a los que murieron por el bien. Recuerda a los que no se agazaparon, a los que supieron querer en tiempos de odio. Prométeme eso. Recuerda lo importante. Es en tiempos como éstos cuando la vida nos hace elegir y, al elegir, nos definimos. 
Rafael Tarradas-Bultó 




Defensa de la alegría 

Defender la alegría como una trinchera 
defenderla del escándalo y la rutina 
de la miseria y los miserables 
de las ausencias transitorias 
y las definitivas 

defender la alegría como un principio 
defenderla del pasmo y las pesadillas 
de los neutrales y de los neutrones 
de las dulces infamias 
y los graves diagnósticos 

defender la alegría como una bandera 
defenderla del rayo y la melancolía 
de los ingenuos y de los canallas 
de la retórica y los paros cardiacos 
de las endemias y las academias 

defender la alegría como un destino 
defenderla del fuego y de los bomberos 
de los suicidas y los homicidas 
de las vacaciones y del agobio 
de la obligación de estar alegres 

defender la alegría como una certeza 
defenderla del óxido y la roña 
de la famosa pátina del tiempo
del relente y del oportunismo 
de los proxenetas de la risa 

defender la alegría como un derecho 
defenderla de dios y del invierno 
de las mayúsculas y de la muerte 
de los apellidos y las lástimas 
del azar 
y también de la alegría. 

Mario Benedetti 
Uruguay, 1920 - 2009 




Y el monje negro le murmuraba al oído que (…) moría porque su frágil cuerpo no era capaz de contener su alma… 
Antón Chéjov 



Revista literaria con voz propia 
ISSN 2314-0275 
Propietaria: Analía Pascaner 
San Fernando del Valle de Catamarca 
Catamarca – Argentina 
Las expresiones derivadas del material literario aquí publicado, son de exclusiva responsabilidad de cada autor. Analía Pascaner 


Estás de paso por este mundo. Asegúrate de oler las flores a lo largo del camino. 
Walter Hagen


Autores publicados


¿De qué tienes suficiente? ¿Cómo sabes cuándo tienes suficiente? 
Pregunta del día, en Internet 


con voz propia Nº 140 
Revista literaria 
Abril 2025 

Autores publicados en esta edición



Autores publicados desde inicios de la revista con voz propia

Las expresiones derivadas del material literario aquí publicado, son de exclusiva responsabilidad de cada autor. Analía Pascaner 


Revista literaria con voz propia 
Publicación y distribución gratuitas 
ISSN 2314-0275 
Propiedad, dirección y edición: Analía Pascaner

Xenia Mora Rucabado

Dibujan mis ojos tu rostro

Dibujan mis ojos tu rostro 
en la última luz de la tarde. 
Voy con los pies descalzos 
sangrando esquirlas de congoja. 

Oigo un murmullo de duda
desde el pedregal del río, 
añoro la caricia de los sauces 
vastedad de tus manos puras. 

Humedece el jazmín de mis versos 
sin poder encontrar tu huella. 
Un tristísimo presagio espanta 
y estremece mis latidos. 

Solaz de mi vida,
en tu arbolar acúname, 
que soy hoja a la deriva 
anhelando tu sosiego, 
y torna pronto a mi ribera 
que está tiritando ausencia. 


Hoy lloví 

Hoy lloví canción de ausencia. 
Escribo estos versos 
con mis lágrimas. 
Piel, concierto de mis sentidos: 
Melodías que enternecen 
en tiempo de sauces. 
Piel, célula viva con memoria. 
Sonidos a estación de lluvia, 
humedecen mis sueños. 
Tierra, hierba y agua: 
Perfume que embriaga mi ser. 
Hoy lloví canción de ausencia. 


Renacerás 

Cuando caminando tu vida 
encuentres siempre 
la misma piedra 
llévala contigo. 

Cuando pierdas un amigo 
cuando menos lo esperabas 
consuélate 
por haberlo tenido. 

Cuando la injusticia 
te deje desvalido 
sin aliento, 
vuelve a creer.

Cuando ames tanto 
hasta perder la piel 
y te inunde un diluvio 
seca tu alma al sol 
te perteneces. 

Cuando seas pájaro herido
busca cobijo, descansa, 
cura los sueños de tus alas 
vuelve a volar. 

Cuando tu vida 
se vuelva noche 
no desesperes 
busca las estrellas. 

Cuando sientas 
tu existencia 
eterno invierno 
como un árbol sin savia 
recuerda que la primavera 
siempre trae hierba fresca. 

Aterciopelarán rosas 
en tu mirada. 
Estará tu eterno manantial 
en el prado de tu vivir 
sólo tienes que reconocerlo 
y renacerás… 


Ven 

Hay lluvia 
bajo la música de mi piel. 
Llevo la luna entre mis manos. 
Mis dunas y mi playa te llaman. 

Ven, descansa en mi humedad. 
Sé escultor de mis pendientes. 
Cincela mis rincones solitarios. 
Resuelve la ecuación de mis deseos. 

Ven, dueño de mi ímpetu. 
Escucha melodía en mis versos. 


Últimos dos poemas, tomados del blog de la autora 

Xenia Mora Rucabado 
Mendoza, Argentina 

Hallamos la felicidad cuando tenemos algo que hacer, alguien a quien amar y algo que esperar. 
Viktor Frankl

Rolando Revagliatti

Le mort en direct” 

Estoy listo 
aunque borroso en las panorámicas 
para los acercamientos, para la vigilia 

Estoy listo 
para tanto como hay en esa mujer 
en los parques, en el cementerio 

Lloro, pestañeo 
pero sigo listo 
aunque me resienta en la oscuridad 

Tomas largas 
para llevarla al mar 
en mi cámara

Estoy listo 
para interceptar la trasmisión

Estoy ciego. 

Le mort en direct” (“La muerte en directo”) de Bertrand Tavernier. 


     * * * 

Ed Wood” 

Descreemos que logren ustedes resistir
la estética hórrida, urticante, pingüe 
que los incitaría a ulular, persignarse, contraer 
en menos de lo que tardarían en aterrizar 
nuestros ígneos platillos voladores 
o en menos 
de lo que cede al trueno el relámpago 

Cualquiera de nuestras enrarecidas atmósferas 
los liquidaría rara y atmosféricamente 
cualquiera de nuestras polvorosas estampidas 
los pulverizaría en sus butacas 

Jalamos los hilos, cortamos: 
¡ESTUVO PERFECTO!: 
casamos en una alta iglesia cósmica 
a la travesti Angora, fresca, repentista 
con el cavernario Metadona, talentoso, ubicuo 
(cualquiera de estas mancomuniones 
inasumidamente 
los conmovería) 

El Emperador Galáctico oficiaba 
con nuestros bautistas. 

Ed Wood” de Tim Burton. 


     * * * 

Police Python 357” 

Sus propias balas lo llevaron al último tren de París 
a ser fotografiado en la noche 
a lamerse solo 

No requirió a otro balas 
para ser el positivo de esos negativos recuperados 
para seguirla y golpearla a la fotógrafa 

Sus propias balas lo llevaron a desaparecer 
con sus objetos por el fuego 
al estigma del vitriolo
a la escena del crimen

Sus propias balas lo llevaron a la bala que lo mata 
al asesino. 

Police Python 357” (“Policía Python 357”) de Alain Corneau. 


     * * * 

Striking distance” 

“Esas carnadas en el río 
me las ponen a mí” 
dijo Bruce 

“Eres un pez envenenado” 
pensó de sí mismo

“Pero aún vivo y hambriento” 
dijo. 

Striking distance” (“Zona de impacto”) de Rowdy Herrington.


      * * * 

Ese vestido verde 

Ese vestido verde 
                            feo 
en el cuerpo desmayado 
entre los brazos de Frank Sinatra
le queda bárbaro 
a Kim Novak. 


      * * * 

As good as it gets” 

Tener una vida 
por fin y sin embargo 

Hacernos una 

Desvencijado el sarcasmo humildemente 
acaso sólo reste

gozar. 

As good as it gets” (“Mejor… imposible”) de James L. Brooks. 


Poemas pertenecientes al libro del autor: Tomavistas 

Rolando Revagliatti 
Buenos Aires, Argentina

Otros han visto lo que es, y han preguntado por qué. Yo he visto lo que podría ser, y preguntado por qué no. 
Pablo Picasso

Ana Romano

De la memoria 

La memoria 
ensalza zonas de riesgo 
Descienden dispersando 
los brotes 
desestimando las visiones
mientras cavan 
círculos violetas. 


Enhebra 

Acorralada 
en la quietud 

enhebra 
su contorno. 


Cuerpos 

Apareándose en la orfandad 
serpentean las sombras 

La garganta embalsama 
el efímero silencio 

Decentes muslos 
enjaulan jazmines 

y en los tardíos recuerdos 
se mutila la noche 
que desnuda otro cuerpo. 


Sin pensar 

Desgano 
en tus arrugas frágiles
en la almohada 
en tu cama 

Sin pensar, yo 
inquebrantable 
exploro. 


        * * * 

Asomada
desde un disfraz 
de espejo 
es coronada. 


       * * *

La aureola plateada de la luna 
se refleja 
en el alma descolorida 
de un rostro que amanece. 


       * * * 

Hacia mí 
sopla 
el libro ese 
su melancolía. 


Derrama 

La partida derrama 
su acotado vacío 
en el umbral de una 
penosísima lágrima. 


Las gardenias 

Las gardenias 
se alojan en el abanico 
de quien escudriña 
silencios que retuercen 
confrontaciones. 


Orgullo 

El orgullo 
despedido, por el cansancio 
redimensiona, o bien captura 
las miradas 

y es postergado 
        discontinuado  
el desencanto. 


Poemas inéditos de la autora 

Ana Romano 
Poeta nacida en Córdoba. Reside en Capital Federal, Argentina

La vida es desierto y oasis. Nos derriba, nos lastima, nos enseña, nos convierte en protagonistas de nuestra propia historia. 
Walt Whitman

Roberto Romeo Di Vita

El hombre de las bolsas 

Llegó a casa pereciendo la mañana de un mes de noviembre. Venía más allá de la General Paz, dejó sus huellas en edificios fantasmas del barrio de Villa Linch. Cruzó por la populosa Villa Maipú y cuentan los que saben que lo vieron fatigar las calles de Villa Martelli, Villa Concepción, Villa Libertad y el antiguo Puerto Billinghurts. 
Lo vi esa mañana recorriendo con sus siete bolsas a cuesta el Paseo Vía Civitanova de la Plaza San Martín. 
Su canto melodioso llegaba a nuestros corazones. Cantaba con un acento castizo, suave y dulce a la vez, se refería a olivares en flor, a tierras fecundadas por la hoja del arado, a balcones con muchachas florecidas que recibían serenatas de Romeos apasionados. 
Esa canción también hablaba de una guerra cruel y lejana, de una tal Pasionaria amada hasta el sacrificio por obreros y mineros asturianos. 
Hermosas canciones escuchamos en la Plaza San Martin esa mañana de noviembre, de parte de este anciano de quijotesca figura y de andar sereno. 
No sé por qué motivo, lo asocié con la imagen de nuestro Martín Fierro, siendo tan distantes la una de la otra. Tal vez porque me pareció que compartían casi iguales pesares. 
El anciano de las bolsas, al terminar sus canciones, caminó otro trayecto y se llevó consigo sus siete bolsas arcanas. Aplaudimos emocionados a tan brillante juglar y tierno abuelo de la plaza. 
Éste no pudo verme, su mirada iba más allá del Océano Atlántico, quizás en un punto fijo de la tierra española que lo viera nacer. 


Roberto Romeo Di Vita 
Buenos Aires, Argentina

El verdadero viaje empieza allí donde se acaba el camino. 
Jacques Lacan

Jorge Dipré

Escrito en el cielo 

Podría no haber sido. 
La espuma cubría los pies 
como si el olvido nos acariciara. 
Pereza primordial
incluso para garabatear en la arena 
una invocación. 
Las huellas fueron arrebatadas 
por el resplandor del mar 
o por ese cielo de palabras. 

Febrero 2016 


Mientras 

Me habré dormido. 
La noche dio otra vuelta 
o el mundo cambió su eje; 
el perfume de los paraísos
en invierno 
el olor a tierra mojada, 
este frío de verano 
un verso extraviado. 

Algo se movió 
mientras soñaba. 

24/10/2015 


Verano 

Hace calor 
y no encuentro un verso 
que no pueda ser traducido al rumano. 

Te diría que te deseo 
pero las gotas de transpiración 
impiden que te abrace.

La imagen tras la ventana arde; 
me pregunto 
por mis amigos 
a los que ya no hablo 
a los que de a poco voy olvidando 
como si un viento leve 
levantara las cenizas y la tierra 
de un callejón 
en un pueblo muerto llamado 
extrañamente, 
Memoria. 

Vos me mirás 
y eso no puede traducirse amor. 

¿2017? 


Futuro imperfecto 

A donde nunca he estado 
aunque distinto
regresaré. 
Alguna palabra 
inevitable 
me traiciona.
Que no sea
Amor 
Que no sea 
en esta espiral 
solo 
un agujero 
donde 
no estoy.

10/11/2015 


Cada tanto 

“Cada tanto, hay que romper un jarrón chino de la dinastía Ming, y rearmarlo” 
Jorge Alberdi

Romper una obra de arte milenaria y excelsa es una necesidad. Rearmarla es un arte tan milenario como aquel que le aportó su valor de ícono de una época, y también necesario. 
El concepto puede horrorizar pero, en realidad es una dinámica que se viene dando desde nuestra primera expresión; lo “nuevo” siempre surge de una “rotura”, lo que cuestionaría tanto el concepto generalizado de Rotura, como el de Nuevo.

Agosto 2023 

Jorge Dipré 
Córdoba, Argentina 

Tal vez sea la propia simplicidad del asunto lo que nos conduce al error.
Edgar Allan Poe

Adriano de San Martín

Quieta balada de la eternidad 

“que no me llame nadie, 
que no quepo en la voz de nadie” 
Declinaciones del monólogo, Eunice Odio. 

En la bañera extendida, visión única y perfecta, 
amparada por andróginos arcángeles, ya ida, 
ya quieta, es el místico momento cuando tus ojos 
verdes auscultan el tiempo del fuego, la tonada 
azul del firmamento, la apagada sinfonola donde 
arden tus amantes y quienes negaron tus octavillas 
de furor por o contra un mundo en llamas. Nunca 
lo supimos, ni lo sabrán las amapolas; acaso 
las almas de los poetas que te acompañan 
o las trompetas de jazz que acordonan la danza 
perpetua en esa tina que permanece cual imagen 
feroz de la patria que tampoco tuviste, la que negaste 
y amaste como nadie. 
En esa tumba líquida de luz 
donde reposa la ceniza sosegada, por ahora, 
para siempre, filme inédito que proyectan 
y visionamos repetida e incesantemente, deja vu 
absurdo acerca de la Gran Dadora que convoca 
y sostiene la eterna circularidad de la palabra. 


Matria 

He asistido al ascenso y caída 
del país más feliz del mundo. 
Crecí arropado por la solidaria 
condición del pacto, por la entusiasta 
ola cooperativa del proyecto.
Estuve en sus aulas, fábricas, 
galerías, teatros, museos, cantinas. 
En la plaza pública del carnaval
y la polilla. En sus mascaradas, 
en el espanto de la cacería nocturna. 
En el resplandor de playas, bosques,
montañas, llanuras, lagos, lagunas, 
tierras de ancestros siempre llovidas. 
Ahora cierran el telón. Clausuran 
la feria de lo colectivo, ahogan 
el sonido y apagan las luces. 
Quienes se quedan en la oscuridad 
para siempre, aplauden, aplauden, aplauden… 


Poesía 

…pero que vuela saca las uñas duerme
vive ahí 
-¿en dónde?-¡aquí en el entornado 
desierto mundo del amanecer! 

Carlos Martínez Rivas 

Tarde de lluvia 
en algún bar (el Morazán digamos) 
sin que cesen la lluvia 
ni el bar 

El patio verdefruta de la infancia 

Mujer con cabello suelto
por el sueño donde cabalgo 
sobre pechos abiertos 
cuando despierto 

Vaca rumiante con nubes en la memoria 
de colinas cafetos recreos 
en los primeros besos al fuego 

Multitud agitadora de letras 
sepulturera de palabras 
contra el caviar la baba la ceguera 

Yegua desbocada cruzando el río
con pequeño jinete futuro poeta 

“Convertir lo interior en exterior” 
al mediodía del camino 
con el arrullo de los pastizales 
y la techumbre azul de pájaros idos 

Perro pastor tras el hato de la luna 
con la palidez de marzo en el rocío 

Muchacha desnudándose con lentitud
ante las playas agitadas de nuestro desvarío 

Pero siempre al acecho sin cuartel 
salvajemente embellecida 
con machete 
¡amenazante! 


Dos primeros poemas pertenecen al libro del autor: Secuencias, 2023 
Último poema, del libro del autor: Profesión u Oficio, 2002 

Adriano de San Martín
San Carlos, Costa Rica 

La educación no cambia el mundo; cambia a las personas que van a cambiar el mundo. 
Paulo Freire

Anabel Vera Suárez

Tinte de amor 

Mi amor puede ser el tuyo 
Pero alcanza otro antes de mí 
Tiene en el cuello un rosario de Oro Azul. 
En la cabeza un sombrero malcarado 
Aunque lo adorno con frutillas y coqueteos. 

Mi amor ha perdido la calle 
No responde mis quejas 
Este sollozo imposible de escucharse 
En la otra esquina donde duermes 
Donde los autos nunca llegan 
Donde te escondes de mis pasiones. 

Estoy voceando en la ciudad 
Para alejarme, dejarlo en el camino. 
Su ruidoso estruendo me hace volver.

Mi amor aún corre por estas estrechas calles 
Pero tu nombre no ve mi rostro 
No mira los bancos donde te espero 
No entiende la marcha angosta del tiempo
se vuelve loco y va y duerme. 


Versos para Huidobro 

Cuando la tristeza venga a mí 
No me alegren ni las calles llenas de gente 
Ni la música en el parque 
Ni los regalos, ni el pescado frito 
Quiero que estés ahí 
Porque contigo me salgo de lo cotidiano 
Te entretejo en mis pensamientos 
Y eres a quien más atención presto. 

Cuando la tristeza venga a mí 
Quiero tenerte para poder ver 
Más allá del tiempo, 
más allá del pueblo, más allá del mar. 

Cuando la tristeza venga a mí 
Estarás conmigo Huidobro como Si fueras roca. 
Aunque Chile se trague mis pasos. 


La fuga

Como ciervo asustado 
Quieres cruzar el cerco 
Mover la cabeza y desaparecer sin dejar huellas 
Quieres animal del monte 
Perderte en los trillos debajo de los careyes 
Ah si el suspiro del susto 
No desparece
Con tan solo esquivar la flecha. 


Panes y peces 

Nos gustaría volver un día a ser como nunca 
Traer panes y peces para todos. 
Amarnos como en ningún tiempo, sentarnos y hablar 
Sin exprimir el pensamiento, no mirar el reloj 
No existir a la mira de una sola noticia 
Sobre guerras y epidemias, sobre el que cometió la falta 
Y ahora es el detalle del que viene detrás. 
Abrir las ventanas y las puertas 
Tomar del aire su brisa más tranquila 
Bajar al río, observarle de un golpe el fondo que estaba oculto. 
Nos gustaría besarnos y besarnos, pegar los cuerpos todos 
Como si fuéramos a despedirnos de tanta enfermedad. 


Ganas de tenerte 

Esta gana de tenerte me hace muda 
Estoy guardándome para tus besos 
Porque sé que oculto ahí entre la gente 
Me llamarás con el gesto mágico de tus manos. 
Hombre de besos apretados. 


Textos del último poemario de la autora: Amar de un grito 

Anabel Vera Suárez 
Fomento, Cuba 

Ama cada momento, y la energía de cada momento se expandirá más allá de todo límite.
Corita Kent

María Pugliese


en la ribera con vistas a lo que empieza a caer 
en lo que cae sobre cimientos de algas y raíces 
para crecer de nuevo 
en tu mirada que niega las orillas 
para permanecer lejos siempre lejos
en los patios de naranjos 
en las bicicletas colmadas de plantas y rosas 
a la espera de piernas y movimientos 
en los cables que arrullan a palomas en celo 
en el felino atento por saltar al vacío 
en un lado 
en otro


        * * * 

que llegue al ritmo 
              de la persistencia
que cubra con su manto 
              lo inhóspito y lo yermo 
que caiga 
              y no deje de caer 
que esta lluvia amanezca 
                                   con junio 
             y se esparza 
             y trace horizontes 
que llueva entonces 
            sin tregua 
que caiga y no deje de caer 
para dar paso 
            hacia arriba 
            al abajo 


        * * * 

se alimentó del agua
con un goteo perseverante y quieto en apariencia
asistió al desprendimiento minucioso 
de los jacarandás 
al oleaje de tilos 
a la danza de plátanos 
al péndulo de glicinas en flor 

reconoció 
su recinto en el desorden 
a pasos de la pared y los mentales 
de lo hostil y de los sinsentidos 
permaneció al acecho 
de la luz refractaria 
del sol y las estrellas 


       * * *

¿y entonces? 
¿en nombre de qué o quién? 
¿de lo extremo e inaudito? 
¿de lo inquebrantable? 
¿de lo obsceno? 

¿dónde?

a un paso 
del vacío y los barrancos 
del estallido 
                   que no es fin 
                   sino principios 
en medio de bosques 
entre lianas y líquenes 
desde el asilo a las cavernas 
con el reverbero del agua 

o su espejismo 

¿con cuánto? 
sin más 
que una hora señalada 
                 despojos 
                 aguijones en sangre 
sin más 
que un manto de niebla espesa 

¿por cuánto? 
a precio 
                de un beso 
                y dos abrazos 

               un son de violetas enlazadas 
               cae

es lo único que cae 
              haz de luces 
cae 
de cara al sol 
de cara al sol 


Textos del poemario inédito de la autora: El silencio de los corales, 2024 

María Pugliese 
Muñiz, Buenos Aires, Argentina

La vida no es un problema a ser resuelto, sino una realidad a ser experimentada. 
Sören Kierkegaard

Beatriz Caserta

Hojas de otoño 

Abril cumplía el mandato de la naturaleza, despojando a los árboles de sus hojas muertas. 
Manuela, Lucía y Belén salían del Normal 10, las veredas rotas de Tres de Febrero lucían alfombradas por las hojas de otoño. 
Experimentadas pisadoras, buscaban las ocres, las sabían bien secas y crujían bajo los abotinados (que odiaban). 
- ¡Nena! No me empujes, yo la vi antes. 
A pesar del empujón, Manuela logra el objetivo y disfruta del crujir. 
- ¡Ay! ¡Ay! No, no fue sin querer -Lucía apoyada en una rodilla, se masajeaba el tobillo-. Me pateaste con ese zapatón. 
Belén se siente horrible… realmente no la había pateado adrede; pero cuando Lucía le dijo zapatón, la odió, y la sentó en la vereda sin compasión… a ella zapatón, que tenía el complejo de calzar cuarenta. 
Lucía grita: 
- ¿Te volviste loca Belén? ¡Mira el guardapolvo! 
- ¿Ahora también me tiraste sin querer? 
- ¡Chicas! - grita Teresa; la portera estaba limpiando las aulas que daban a la calle, y los gritos la hicieron salir-. ¿Por qué gritan así? ¿Lucía qué haces en el suelo? 
- ¡Señoritas! En la puerta del colegio con esos modales de… parecen los del Industrial. 
La secretaria las miró despectivamente y volvió a entrar. 
- Justo la bruja tenía que verlas… ¡Ay! Mañana las llaman de la dirección. 
Teresa sufre, Teresa compinche del centenar de adolescentes que pueblan el Normal. 
¿Teresa era? Teresa… y nunca hizo falta saber nada más que su nombre. 


Beatriz Caserta 
Buenos Aires, Argentina

La curiosidad de conocer las cosas ha sido entregada a los hombres como un castigo. 
Michel de Montaigne

Ricardo Ponce Castillo

Lotería de amor 

Descubrí, amada mía 
en el cénit de tu mirada 
cómo revolvías mis sueños, 
como lotería de amor, 
para ver si te tocaba 
mi sonrisa que te haría feliz, 
mis caricias que te harían 
soñar, cantar, bailar, reír, 
mis besos plenos de pasión 
que te llevarían al premio mayor: 
hijos, familia, el amor de Dios. 

Feliz construí un castillo, 
con el más hermoso jardín, 
como el celestial que el padre dios 
tiene preparado para recibirnos 
cuando llegue la hora desconocida 
de nuestro retorno a casa;
lo cubrí de flores y árboles, 
con frutos sagrados, cuya savia, 
con ingenio la trocamos en vino, 
y otros que con su cuerpo 
lo trocamos en pan de vida. 

Por eso, te reitero amada mía, 
mi amor por ti es eterno, 
y te cubro de joyas y vestidos 
que modelen tu figura corporal, 
y cenicientos zapatos que te llevarán 
a caminar por el valle de los sueños, 
por eso, sólo mírame y regálame 
una sonrisa para hacerlo realidad. 

23.08.24 


La música 

Antes, cuando las cítaras 
eran acariciadas 
como la madre a un hijo, 
las notas musicales 
acariciaban el cuerpo 
de las odaliscas 
y éstas impregnaban 
ceremonias sagradas 
y nos llevaban a conversar 
con el padre Dios.

Así era la música, 
un deleite para el paladar el alma, 
un pan en momentos de aflicción, 
un vaso de agua en las sequías, 
un beso de mujer enamorada. 
Qué pena, la nueva generación, 
ahora prefieren más 
la sonajera de tarros 
y canciones en idiomas 
que ni entienden. 
Dios, qué fácil es para el mal 
envolvernos con su mentira 
y llevarnos por el camino del dolor. 
¡Qué pena! 


No es tu culpa 

Ya lo sé, por favor ya no llores, 
entiende, no es tu culpa, 
en tu malévola construcción 
los humanos inteligentes 
celebraron tu nacimiento 
brindando con champagne 
con su socio, la muerte. 
Sí, lo sabemos, somos humanos, 
traerás muerte y destrucción, 
no es tu culpa, créeme, 
doblegados por el dios Dinero 
no pudimos ni siquiera evaluar 
nuestro grado de idiotez. 
Estamos como estamos 
porque el bueno, 
el que tenía que alzar la voz 
no fue capaz de protestar 
por el atropello a su derecho.  
 
Te llamaron la bomba atómica, 
temible por tu poder, 
anda, ven, te esperamos, 
la corrupción y la frialdad 
de los con corazón podrido 
te llevan en su idiotez 
a nuestra autodestrucción. 


Últimos dos poemas, tomados de la web 'Literatura y algo más' 

Ricardo Ponce Castillo 
Coquimbo, Chile

No perdamos nuestra fe en la humanidad, que es como el océano: no se ensucia aunque algunas de sus gotas estén sucias. 
Mahatma Gandhi

Gustavo Reyes Escalona

Otras verdades 

Necesito creer 
en el claro-oscuro 
que me devuelven los espejos 
en la quiromancia 
que predice las líneas de mis manos 
en la verdad o la mentira del horóscopo, 
necesito creer 
en mis retazos, 
mis odios y mis complacencias 
necesito creer 
como un filántropo 
cuán inocua es la maldad 
si se combate, 
a golpes de cerebro 
necesito, tan solo creer 
en la inmaculada virginidad 
de otras verdades. 


Mi corazón 

Mi corazón, 
Es una campana de cristal 
Un beso, 
Una palabra tímida al acecho 
Mi corazón 
Enferma de amor por primavera 
Y gusta de: 
La luz, el mar, la libertad, el aire 
Mi corazón se emborracha de paz 
Ante una mirada tierna 
Y ante un niño 
Mi corazón, infarta
Si le falta el verso. 


Siempre 

Antes de nacer, 
ya estabas 
sembrándome caricias
en tu panza 
cantándome las nanas
inventándome un nombre
al nacer, 
fuiste: cama, camino y alimento, 
día, tarde, noche, madrugada 
sin importar cansancio, 
tú el bastón del primer paso, 
el consejo 
y también la reprimenda, 
el perdón, la confianza 
la luz, lo sagrado 
en lo bueno y en lo malo 
junto a mí, tu paso 
hoy, 
ya has partido hacia lo eterno 
yo, aquí a mi lado 
siempre te llevo. 


Aviso 

que este artificio humano 
que es mi cuerpo
explotará cualquier domingo 
de un verano por venir 
Aviso 
a los que compartieron 
mis extrañas fantasías 
que pueden brindar por mí 
y beber su ron ese domingo 
Aviso
que por el momento, 
voy a seguir Amando 
y escribiendo versos. 


Último poema tomado de la página de 'Revista Montaje' 

Gustavo Reyes Escalona 
Vázquez, Puerto Padre, Cuba

La vida te niega los milagros, hasta que comprendes que todo es un milagro. 
Bert Hellinger

Ivan Pozzoni

Hotel Acapulco 

Mis manos demacradas siguieron escribiendo 
convirtiendo en papel cada voz de la muerte,
no dejé testamento, 
olvidando cuidar 
lo que todos definen como el quehacer normal 
de todo ser humano: oficina, hogar, familia, 
el ideal, al fin, de una vida normal. 

En el lejano futuro de 2026, toda la defensa 
de un contrato indefinido, 
tachada de desequilibrada, 
encerrado en el centro de Milán, 
en el Hotel Acapulco, un hotel decrépito, 
reclamando la cosecha de sueños marginales, 
agotando los ahorros de toda una vida 
en revistas y comidas escasas. 

Cuando los Carabinieri irrumpan 
en la decrépita habitación del Hotel Acapulco 
y encuentren a otro muerto sin testamento, 
¿quién contará la historia ordinaria 
 de un viejo cortavientos desgastado? 


Epimilligram 

No debes enfadarte si a veces te nombro, 
te he hecho inmortal en el “retrato anónimo”. 
Mi tinta graba mejor que un tazón de cicuta: 
sin que nadie lo sepa, tu reputación ha evolucionado. 


No encajo 

No encajo, tengo un trastorno límite de la personalidad 
reparto codazos como Greg “El Martillo” Valentín, 
si no me aplico nunca podré aspirar al Premio Nobel 
un ternero irreductible entre las vacas negras de Hegel. 

No encajo, tengo un delirio esquizofrénico 
odio al pueblo y mojo mi pluma en arsénico, 
canto, fuera del coro, como un mitómano de Factor X 
desactivando bombas y lidiando con un detector de metales. 

No encajo, tengo una disposición asesina, 
deambulo entre los zombis, al estilo del Rey del Pop en Thriller, 
volando bajo sobre la costa cito cocientes, 
obligado a empaquetar subtítulos para los no usuarios. 

No encajo, tengo todo tipo de fobias, 
incluyendo mi amor por el verde, como virtuoso dendrófilo,
incendiando el mundo, difuminando el tiempo con el zoom, 
me rindo a la obsolescencia de la consecutio temporum


La balada de Villon 

La muerte tiene sus ojos de verano coloreados 
baila con el ahorcado, endosa cabezas decapitadas 
le cuenta al suicidio sus historias de invierno, 
que la lágrima de un suicida puede extinguir el infierno. 

La muerte recoge flores de huesos gastados 
en cerebros goteantes y cuencas oculares agujereadas, 
llora flores de nenúfar en el estómago de los ahogados, 
ella, puta, frágil, adiós al celibato. 

La muerte se casa con el cadáver quemado, 
sigue siendo la única fuerza fuera de la lógica del mercado, 
abraza al hipercapitalista, al anarquista, al indiferente, 
sin darse cuenta de que no sirve para nada. 

Clamamos por la vida, abolimos la muerte, 
lo intentaron en masa con el apoyo del arte, 
distraídos con ricos homenajes y cotillones, 
abolimos la muerte y cantamos Villon. 


Ivan Pozzoni 
Monza, Italia 

Seamos más rápidos en elogiar que en criticar. Seamos más rápidos en agradecer a los demás que en quejarnos
Desmond Tutu

Salomé Moltó

Me molan los maniquíes 

Tiempo ha, cuando aún no existían los Centros Comerciales, muchas de las modistas sobre todo las que tenían cierto “caché”, poseían un maniquí. Eran personas muy respetadas y al maniquí lo utilizaban para las clientas con cierto relieve, con el propósito de ahorrarles y hacer menos viajes para probarles el modelo que habían seleccionado. Hasta aquí todo perfecto. 
Transcurrido cierto tiempo, fueron extinguiéndose las modistas y surgieron los modistos, “los creadores”. Ellos son los que han cogido el relevo a las modistas que ahora son jornaleras, es decir, las que realizan el trabajo sin ser vistas. Más claro, las invisibles, están en la trastienda, aguja en ristre y trabajo a destajo. 
Los modistos son una especie de voyeurs, son muy “famosos”, como las estrellas de cine, vamos. De manera que ahora los maniquíes son sustituidos por gráciles y exuberantes mujeres jóvenes, guapas, curvas, pechos duros, potentes, mucho “glamour”. Pero a mí, lo que me apasiona de las maniquíes, no sé cómo decirlo: Son como ingrávidas esculturas, figuras fijas, tienen un no sé qué de misterio… No hablan y resuelven todo, si les pinchan con las agujas para hilvanar cualquier parte de la prenda que están creando, no se quejan, no se mueven, no incordian. 
Hacer costura sobre los estáticos maniquíes intuyo debe ser un frenesí, con ganas les ponen, les quitan, les ajustan el talle, cortan, pegan. Certifico que debe ser un placer trabajar con las maniquíes. Yo adoro el trabajo sobre el maniquí y me recuerdan a algunos cuadros de Picasso, Chagall o Matisse que han utilizado cuerpos de mujeres con cierto aire de figura-maniquí. 
Refinando, ajustándome más al lenguaje de mo-dis-ta, hago constar que los maniquíes son mi debilidad ya que creo que son un objeto artístico e irrepetible. Y doy fe, al acabar este escrito, me voy a comprar un maniquí.


Texto del libro de la autora: Cosas que quiero decir, 2018 

Salomé Moltó 
Alcoy, Alicante, España


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Cada experiencia lleva en sí misma su lección. 
Frank Herbert

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