En las calles, en las plazas, desde los balcones,
en las cercanías del puerto:
todo nuestro perímetro era una enorme barricada
(y grabamos todo aquello porque teníamos miedo).
El mar era la retirada natural,
y era impensable la rendición:
se había derramado mucha sangre,
mucha,
como para estropearla con una bandera blanca
(para no perder la costumbre, rompimos a carcajadas,
descalzos,
persignándonos a intervalos regulares.
Y, luego, nada: sólo silencio).
El sonido
muere finalmente en las hojas
(se estrella entre las flores),
siguiendo algo así como un pretendido parámetro,
un algoritmo:
muerto de aburrimiento,
en esta imitación de bosque
ni tan siquiera poetizado por Whitman,
los fuegos artificiales
evocan en mi memoria
el rugido de la urbe,
en anárquica policromía.
Primera experiencia televisiva
¿Se podrá superar la barrera de los 100 años?,
estamos hablando de vida media,
trata de inicio el programa de hoy
(inmortalistas y sus argumentos),
de ahí se pasa a la criogenización:
diversos especialistas en la materia
aseveran no estar locos,
y agregan que se trata de especulaciones razonables
(según ellos,
las posibilidades de éxito rondan el 40%):
preparados en definitiva para evacuar el alma;
deseo virar el rumbo de todo esto
y ,
Estos tres poemas, aparentemente tan distintos, mantienen un trasfondo inquietante, un hilo conductor que los encamina de manera concluyente por los misterios de la condición humana. Saludos y gracias.
ResponderEliminarMuchas gracias Lina.
EliminarMi abrazo