La vida se ha vuelto muy dura
desde que llegó a ese trabajo.
Es muy poco el tiempo
que le queda para sí.
A veces siente
que la vida se le escapa
pero ya se encaminará algún día.
Nota que día a día
se aleja de las letras.
Algo lo aleja de todo.
Poema inédito
Sonidos
Recuerdo el sonido
del reloj del Cabildo
lo oíamos desde la cama
a dos kilómetros del centro
y los cuervos en el callejón
de los enamorados.
La ciudad estaba llena de sonidos
el vendedor de periódicos
en la esquina enfrente de
“La Espita de la Cervecería”
que imitaba pájaros
mientras esperaba al próximo cliente
las sirenas que nos advertían
un ataque inminente
el descanso del té en la fábrica Vauxhall
anunciado con una fanfarria de trompetas
transmitida por los parlantes
luego las campanadas
para decir que había terminado.
En los años cincuenta y sesenta
tenías que cubrirte los oídos
con las manos
cuando encendieron
el túnel de viento en el aeropuerto
el zumbido de la autopista a lo lejos
y el carillón del reloj Westminster
simulando el Big Ben
que estaba en la repisa de la chimenea
y al que no he vuelto a darle cuerda
desde que mis padres murieron.
La silla
Hay una silla enorme,
demasiado grande
como para un rey,
en el vivero
cerca de The Noke Hotel
en Chiswell Green.
Desde ahí se puede ver
el horizonte
y más allá aún.
Ahora mismo está en oferta.
Creo que la voy a pedir
como regalo de Reyes.
Los barqueros
Se encontraban en todas partes
esos tanques de agua estática.
Estaban allí debido a las bombas
que caían en la ciudad.
Había uno en mi calle,
Wardown Crescent.
Pasaba horas mirando
a los barqueros de agua.
Eran insectos que nadaban
con un movimiento parecido
al de un remero,
sus piernas como remos.
Me encantaba la conexión
entre la palabra y la acción.
Últimos poemas pertenecen al libro del autor: La casa de empeño y otros poemas. Lord Byron Ediciones, 2013. Colección Prometeo Desencadenado
Robert Gurney
St. Albans, Inglaterra
Me asombra esa increíble captación de la realidad y la expresiva elocuencia de los poemas de Gurney. Muchas gracias, Analía.
ResponderEliminarAgradecida a ti, Lina.
EliminarMuchos cariños