El último poema
Yo también, como tantos soñadores,
como tanto bohemio desafiante
y mi farsa de lírico viandante
y mi extraño volar de picaflores,
intenté mi mural de ruiseñores,
forjé con cierto ledo contagiante
un cratilo jovial y extravagante,
platónicos discursos trovadores;
y fui andando, sin pausa, vagabundo,
sobre el ríspido lomo de mi mundo
con mi cetro de versos por diadema,
y en el lapso final, cuando la muerte,
destine su final para mi suerte
le pinto, sobre el pecho, mi poema!
..........................Del libro Pañuelo de Bohemio
Postrera
..................A don Héctor Cosentino
Al llegar al final de tu jornada,
a ese muro letal que te vulnera,
mientras gira tu vista la postrera,
la imagen de tu póstuma mirada,
esa inmensa planicie profesada
que fue cuna, trabajo, fue bandera.
fue tu vida nutriendo la quimera,
fue tu pulso lamiendo la alborada,
ese Viaje postrer, sin llevar nada,
ni cobres, ni caricias de tu amada,
ni la veste viril de tu apostura,
que fina tu dolor y un ala ignota,
sin pesar tu triunfo o tu derrota
inmersa en el olvido tu figura,
desparrama tu salmo de ternura
con el último beso de tu boca!
..........................Del libro Pañuelo de Bohemio
Rodolfo V. Leiro – Buenos Aires
http://leiropoesia.zoomblog.com/
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Si hay algo en nosotros verdaderamente divino, es la voluntad. Por ella afirmamos la personalidad, templamos el carácter, desafiamos la adversidad, reconstruimos el cerebro y nos superamos diariamente.
Santiago Ramón y Cajal
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miércoles, 6 de febrero de 2008
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Maestro, nunca habrá un último poema, porque el poema es eterno mientras alguien lo recuerde.
ResponderEliminarUn soneto perfecto
Víctor Hugo Tissera