viernes, 3 de agosto de 2007

Andrés Aldao

Y entonces entraron esos hombres

………………….…………“porque entonces yo aún no sabía que a pesar de crecer

……………….……………y por mucho que uno mire hacia el futuro,
………………….…………uno siempre crece hacia el pasado,
………………….…………en busca tal vez del primer deslumbramiento”
.……………….…………… (Juan Marsé, “El embrujo de Shangahi”)


.....Siempre me acuerdo de mi mamá se preocupaba por alcanzarme el tazón de leche ponerme el guardapolvo bien arregladito porque decía mi mamá que la limpieza de afuera muestra la limpieza de adentro y la verdad que yo no sé muy bien qué quería decir mi mamá con eso pero si ella lo decía tenía que ser muy importante y mi papá también la escuchaba a ella porque mi mamá es la que nos decía a nosotros lo que teníamos que hacer y mi hermanita Celia y mi hermano Juan y mi papá siempre le hacíamos caso porque mi mamá sabía de todo y se ocupaba de nuestras necesidades y de la comida y de la ropa y de nuestros juegos y si salíamos a pasear también mamá nos decía como vestirnos y no te pongas esa corbata Atilio (que es mi papá ¿saben?) porque no combina con el traje y a mi hermanita no la dejaba ponerse el vestido con encaje que le regaló la abuela Sara que es la mamá de mi mamá en el cumpleaños de Celita y cuando un día le pegué al Beto porque me dijo “uruguayo muerto de hambre” fue mi mamá al colegio porque la maestra la mandó llamar y me pusieron en penitencia y también mi mamá me puso en penitencia en el rincón y no me dejó ver la tele me acuerdo que me chilló y me dijo che botija sos un peleador y al ratito se ablandó y dijo “ta ta” andá nomás y yo pensé que buenaza que es mami y esa noche se lo contó a papá que se puso a reír y le dijo a mamá pero dejalo al botija que aprenda a ser hombre y ese domingo papá me llevó a la cancha de Atlanta pero ésta no es la camiseta de Peñarol ya lo sé hijo pero no estamos en Montevideo y me compró maníes y esa noche mamá nos dijo hoy comemos como si estuviéramos en Andes y la 18 y nos preparó «chivitos» y después nos mandó a dormir mamá nunca estaba cuando volvíamos de la escuela porque trabajaba en lo de la señora Silvia y mi hermano nos calentaba la comida y todos los días mamá preguntaba ¿comieron todo? ¿estaba rico el arrocito? y me acuerdo el día ese que volvimos y mamá estaba en casa y le preguntamos por qué no fue a trabajar y mamá nos dijo fui pero algo pasó en la casa de la señora Silvia porque estaba llena de policías y yo me asusté y volví para casa bueno vengan a comer y esa noche nos fuimos a dormir temprano y papá y mamá hablaron en voz baja parecían asustados y a los ojos de mamá los vi llorosos y no me acuerdo más y entonces entraron esos hombres y rompieron los muebles y le pegaron a mi papá y a mi mamá que gritaba no se por qué «socorro, suéltenme por Dios!» la tiraron al suelo y la pateaban y yo y mis hermanitos nos pusimos a llorar y se los llevaron y no los vimos nunca más a mi mamá y a mi papi… y después nos vino a buscar la abuela Sara y nos quedamos con ella y yo ahora estoy aquí solo separado de mis hermanitos y de mi abuela que a veces me viene a visitar con Juancito que tiene unos bigotes como de hombre y Celia con los labios pintados y tacos de señorita ellos están tan grandes y yo no sé por qué me quedé chiquito y ellos no… sí, siempre me acuerdo de mi mamá… y entonces entraron esos hombres…

Del libro Cuentos desde lejos - 1998

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No es que el genio se adelante un siglo a su tiempo, es la humanidad la que se encuentra cien años por detrás de él.
Robert Musil

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1 comentario:

  1. Siempre digo que reconozco a los grandes porque me quitan el aliento al leerlos. Andrés acaba de robarme el aliento durante unos minutos.

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