viernes, 11 de julio de 2025

Abel Otto Torre

Fuerza 

La otra fuerza no es fuerza,
es vacío: la luminosidad del engaño, 
la fuente que refracta lo inalcanzable: 
el amor, la vida eterna y la muerte 
de la desdicha propia y ajena. 


De la calle 

Los grises adoquines
adornan el piano que canta 
los rumores del olvido. 


Fantasmas 

La población de muertos 
deambula en la ribera de los ríos. 
Nublan los ojos de los fantasmas 
que vestidos de blanco 
viajan entre nubes y viento. 

Final

Como un rumor tembloroso 
en el horizonte invisible, 
la palabra crece como árbol 
que anhela iluminar 
la sombra que lo aprisiona. 


Inundación 

No todos los días son tu día 
de tener una canción en la boca. 
¡Qué tiempo de perros! 
Hay días en que uno es un perro 
más sobre los techos. 
¿Dejaré de serlo algún día? 
Mientras tanto pienso en el sol ausente 
el pan y la leche calientes y los dados 
de azúcar que dejaba caer para mi perro. 
Para él, que sólo es perro 
y que también está en los techos, 
el techo que no nos cobija 
como en otros tiempos 
cuando subíamos la escalera blanca 
para llegar al techo. 
Al techo que sólo era techo para cobijar 
y no como ahora que tenemos 
un techo para perros, 
los que ya no tenemos techo 
porque ahora sólo tenemos techo 
que apenas es una balsa solitaria 
anclada en alta mar. 


Despedida 

La muerte inédita desanda 
trina, cavila, 
busca la cuenca de los ojos. 

La neblina 
de las lágrimas heridas 
cancelan la ropa que se tiñe
de ceniza. 

Mientras tanto, tú 
mi cuerpo desvalido, 
te imaginas 
dar pañuelo a la última 
despedida. 


Abel Otto Torre 
Córdoba, Argentina

4 comentarios:

  1. Menos es más. Lágrimas Heridas? Muerte inédita, evitar adjetivos. Y última despedida; despedida es última!. Por lo demás Bien

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por tu lectura y tus apreciaciones, Haidé.
      Mi abrazo

      Eliminar

Muchas gracias por pasar por aquí.
Deseo hayas disfrutado de los textos y autores que he seleccionado para esta revista literaria digital.
Recibe mis cordiales saludos y mis mejores deseos.
Analía Pascaner