La otra fuerza no es fuerza,
es vacío: la luminosidad del engaño,
la fuente que refracta lo inalcanzable:
el amor, la vida eterna y la muerte
de la desdicha propia y ajena.
De la calle
Los grises adoquines
adornan el piano que canta
los rumores del olvido.
Fantasmas
La población de muertos
deambula en la ribera de los ríos.
Nublan los ojos de los fantasmas
que vestidos de blanco
viajan entre nubes y viento.
Final
Como un rumor tembloroso
en el horizonte invisible,
la palabra crece como árbol
que anhela iluminar
la sombra que lo aprisiona.
Inundación
No todos los días son tu día
de tener una canción en la boca.
¡Qué tiempo de perros!
Hay días en que uno es un perro
más sobre los techos.
¿Dejaré de serlo algún día?
Mientras tanto pienso en el sol ausente
el pan y la leche calientes y los dados
de azúcar que dejaba caer para mi perro.
Para él, que sólo es perro
y que también está en los techos,
el techo que no nos cobija
como en otros tiempos
cuando subíamos la escalera blanca
para llegar al techo.
Al techo que sólo era techo para cobijar
y no como ahora que tenemos
un techo para perros,
los que ya no tenemos techo
porque ahora sólo tenemos techo
que apenas es una balsa solitaria
anclada en alta mar.
Despedida
La muerte inédita desanda
trina, cavila,
busca la cuenca de los ojos.
La neblina
de las lágrimas heridas
cancelan la ropa que se tiñe
de ceniza.
Mientras tanto, tú
mi cuerpo desvalido,
te imaginas
dar pañuelo a la última
despedida.
Abel Otto Torre
Córdoba, Argentina
SENTIDOS POEMAS , AMIGO
ResponderEliminarGracias por tu lectura, Roberto.
EliminarMi abrazo
Menos es más. Lágrimas Heridas? Muerte inédita, evitar adjetivos. Y última despedida; despedida es última!. Por lo demás Bien
ResponderEliminarMuchas gracias por tu lectura y tus apreciaciones, Haidé.
EliminarMi abrazo