No lo sé
Si no sé explicar lo que siento,
¿cómo voy a ser capaz de decirte cuando vuelo y me estrello?
Si no sé lo que vas a decirme,
¿cómo quieres que dispare a los relojes?
Si no sé lo que vas a hacer,
¿cómo quieres que cante un blues sobre el daño que me hicieron tus caricias?
Y si no sé porqué tú y tus porqués
¿cómo quieres que no tema tus restos, tus rastros, tus rostros?
Y ahora que eres mitad verso y mitad cuchillo,
¿quién te llorará en mis noches bolcheviques?
La torre de marfil
Existe un selecto club de intelectuales
que siempre encuentran
la forma de ser revolucionarios
sin acercarse jamás, ni remotamente,
al peligro de la revolución.
Claro, ésta siempre se encuentra inaccesible,
muy lejos de sus cubículos,
la encuentras en el tercer mundo,
o el tercer mundo del tercer mundo,
(tampoco es que importe dónde te encuentres
siempre puedes mencionar un sitio
donde todo está peor, mucho peor).
La revolución está en Rusia, España,
China, Vietnam, Argelia, Palestina,
Cuba, Angola, Nicaragua,
El Salvador, Chiapas,
Kurdistán.
En cierta forma tienen razón,
la revolución se encuentra en cualquier sitio
donde no estén ellos.
Carta de despedida #3
Sé que lo eterno puede ser abrumador
así que te propongo lo siguiente:
prometo amarte, perpetuamente,
el tiempo que te tome
leer estos versos.
Aníbal Malaparte
Xalapa, Veracruz, México
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