De la espera a la búsqueda
La Princesa cuando es muy joven siente
que tiene toda la eternidad a su favor para esperar, semidormida y atrincherada
en su Castillo, al Príncipe que la vendrá a rescatar y a despertar con un beso.
Ella, adoctrinada Susanita, cose y
borda con sus propias manos las blanquísimas sábanas para la cama matrimonial y
los puntillosos camisones que cubrirán su hermosura hasta que Él, Varón
vencedor que retorna de la guerra, la tome en matrimonio y de un santiamén
desvele su belleza corpórea.
Sin embargo, a veces, las guerras se
prolongan demasiado y hasta el Noble puede morir en combate; sin descartar que
se haya quedado dormido en la cama de alguna Cenicienta.
Entonces, así como Penélope nunca dejó
de tejer su bufanda, alfombrando con ella miles y miles de kilómetros, la joven
Princesa, de tanto coser y bordar, amuebló su habitación con múltiples baúles
llenos de ajuar.
Un día, cae en la cuenta que los años
se le fueron entre espera y costura. Y, antes de instalar una tienda, decide
jugarse la última carta: modificar, a una edad ya madura, su situación civil.
Se autolibera y, sin camisón, escapa del Castillo. Comienza a recorrer los
alrededores y descubre que hay muchos charcos, y en cada charco un sapo. Toma
la determinación de besar a cada uno de ellos porque, por ahí, quién sabe…
tiene suerte y alguno se convierte en el Príncipe de sus sueños.
Silvana
Mandrille
San Francisco,
Córdoba, Argentina
Excelente Silvana, desde el título, hasta el final del cuento que tanta afinidad tiene con la realidad, sobre todo en tanta niña, ya envejecida, que sigue esperando su azul encantado o sale en la búsqueda transformadora del beso. Original y moderno. Desde siempre tuvo vigencia el pica cabeza de haber nacido para princesa. Muy bueno, categórico y despertador de realidades! Gracias por compartir tu magia y revelarnos contundentemente que la vida pasa pronta sin coronas ni azules, ni sapos y gracias a Anita, que elige con sabiduría y delicadeza cada Obra que nos comparte. Abrazos a las dos!
ResponderEliminarEl giro inesperado le da mucha gracia al cierre de esta encantadora narración.
ResponderEliminarGracias por traerlo a tu revista, querida Analía.
Queridas Ana y Lina:
ResponderEliminarMe encantan sus comentarios. Miles de gracias!
Las abrazo
Analía
Muy creativa donde la realidad reúne esperanza y decepción, como suele pasar. Bien por el final abierto, que nos demuestra que al fin la decisión debe ser nuestra.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu lectura y tus conceptos, Haidé.
EliminarUn abrazo
Analía