Estalactita
Yo soy el convidado de piedra
una estalactita desprendida
solitaria
navegando en la corriente submarina
de una cueva diminuta
fulgurante como un iceberg
fría como tu desprecio intolerable
mi corazón es duro como la roca
pero basta una certera gota de agua
para quebrarme
provocando un infarto
que es oído
en todo el recorrido de la sangre
como una estalactita desprendida
navegando sola
terriblemente solitaria
como tus ojos clausurados a mi rostro.
Poema a
Gamaliel Churata
Un vasto crisol
verdusco
brota del Lago
el oleaje desmorónase del azul
trastabilla
en naufragar hacia el umbral
La totora
tensa de luz
seca sus lágrimas
en la aurora del instante
El Pez de Oro revuelve su caballo
aquieta sus células pétreas
Ha nacido el Mito del Imperio
se escucha el tambor y el galope
la palabra cabalga enfebrecida
la historia comienza en la brisa
azul
del charco de tus labios
fulgurante
brota del Lago
el cuerpo celestial
imperecedero
un vasto crisol verdusco
renace lacustre.
brota del Lago
el oleaje desmorónase del azul
trastabilla
en naufragar hacia el umbral
La totora
tensa de luz
seca sus lágrimas
en la aurora del instante
El Pez de Oro revuelve su caballo
aquieta sus células pétreas
Ha nacido el Mito del Imperio
se escucha el tambor y el galope
la palabra cabalga enfebrecida
la historia comienza en la brisa
azul
del charco de tus labios
fulgurante
brota del Lago
el cuerpo celestial
imperecedero
un vasto crisol verdusco
renace lacustre.
Santiago Risso
Lima, Perú
Excelente los dos poemas, Santiago. Estalactita conmueve de tal manera la pena, el dolor, que no puedo menos que sentirla hielo y furia, recorriéndote las venas. Hermoso como el Poema a Gamaliel Churata, rico en metáforas y vocabulario específico en su nombre. Un placer leerte. Gracias Poeta por compartirlos y gracias a Anita, por su trabajo fecundo de editar grandes autores cada mes. Los abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias Ana. Siempre tan precisa con tus comentarios.
EliminarMi abrazo
Analía