miércoles, 29 de noviembre de 2017

Editorial


revista literaria con voz propia nº 78

                  noviembre 2017


 - cumpliendo 11 años en la web -


                          publicación creada en noviembre de 2006
                             distribución y publicación gratuitas
                              ISSN 2314-0275


Propietaria - Editora - Directora: Analía Mabel Pascaner




Has sobrevivido porque decidiste no abandonar cuando la batalla empezaba a dejar de ser un entretenimiento. Ése era el único milagro que necesitabas.
Richard Bach




En noviembre, la revista literaria con voz propia cumple 11 años y tan sólo quiero agradecer.
Como siempre expreso: con voz propia es vuestra voz, la voz de cada uno de ustedes y deseo que así lo sientan.
Muchas gracias por acompañarme en estos años de entrega y dedicación. Gracias por sus colaboraciones, sus e-mails, sus lecturas. Gracias a mis amigos personales y a mi familia. Gracias por estar allí… del otro lado de la pantalla.
Les envío mis mejores deseos. Que siempre podamos realizar tareas que reconforten nuestra alma, que siempre nos animemos a soñar, que siempre miremos alrededor ofreciendo nuestra mano. Que el dolor pase y podamos y sepamos ser felices.
Que tengan un año colmado de alegrías y bendiciones. Que sea un buen año para todos. Que haya menos sufrimiento en el mundo.
Un abrazo cálido
Analía Pascaner




…no hay giros equivocados, sólo caminos inesperados.
Mark Nepo




Sí. Soy feliz ahora, aquí, entre ustedes, aunque vista de lejos parezca condenada a trabajos forzados.
Pero hay que estar en el secreto: a la felicidad hay que construirla todos los días. Armarla como si fuera un enorme rompecabezas.
A veces nos sentimos tristes porque sabemos que nos falta alguna pieza irremplazable. Lo fundamental es seguir viéndola con el corazón. Otras veces, una pieza no ajusta como quisiéramos. Es cuestión de tener paciencia, insistir o esperar.
La felicidad es como un juego de ingenio cotidiano y cambiante.
A veces, para ganar es preciso olvidar; otras, entrecerrar los ojos y soñar; y la más de las veces, abrirlos desmesuradamente para no perder de vista piecitas vitales, a veces por su pequeña apariencia invisibles para los demás, sin las cuales nos sería imposible ni siquiera intentar jugar.

Texto tomado de FM Milenium, Buenos Aires, Argentina. Año 1999




Si sólo comprendemos la desgracia ajena sin sentirla en nuestro corazón, no comprendemos nada.
Luis Franco




             revista literaria con voz propia
 Inscripción Registro: ISSN 2314-0275
             Edición y dirección: Analía Pascaner
             San Fernando del Valle de Catamarca
             Catamarca – Argentina




Cien veces al día me recuerdo que mi vida interior y exterior depende de las labores de otras personas, vivas y muertas, y que debo ejercitarme para dar en la medida completa que he recibido y todavía estoy recibiendo.

Albert Einstein



Autores publicados


revista literaria con voz propia nº 78

                noviembre 2017

                    
autores publicados en esta edición: 



--

Autores publicados desde inicios de la revista con voz propia, en:
http://www.revistaconvozpropia-autorespublicados.blogspot.com.ar/


             revista literaria con voz propia
             ISSN 2314-0275
             Edición y dirección: Analía Pascaner
             San Fernando del Valle de Catamarca
             Catamarca – Argentina


Cecilia Glanzmann


Oración de gracias

Gracias, Señor, por el sol
Y el mar
y el cielo y la arena
y los árboles y el agua
y la castigada y bella meseta
y la gente
y por la posibilidad de amarla
y de ser aceptado
y de ser rechazado.

José Antonio Cedrón


*  *  *

Llueve sobre aquel pájaro en la rama del patio
sobre la mancha verde que no alcanza
la nitidez del ojo, sobre el vidrio astillado de sus alas
y hay ruido de cucharas, de mediodía puntual,
rumor eterno en la silla vacía de mi padre
con su mirada al fondo, aquella, siempre quieta,
y voces en el rostro de la pared que tuvo la obediencia.
Pasa un caballo mudo, anónimo, sin cascos   
(¿heredado de quién?)
descascarándose al sol de la intemperie.

Analía Pascaner


Por cualquier cosa

   Cuando vivía en Buenos Aires, en las vacaciones siempre nos íbamos a La Rioja porque mi papá quería que todos estuviéramos con él mientras trabajaba. Y cuando le preguntaba a mi mamá porqué mi papá no tenía un trabajo como los padres de mis amigas, se le llenaban los ojos de lágrimas y me respondía que así eran las cosas.
   Me di cuenta por los preparativos que ese verano era diferente. Mi mamá me dijo que íbamos a Mar del Plata. Le tuve que preguntar a mis hermanos qué era Mar del Plata, porque a mi mamá debía seguirla por toda la casa entre bolsos y armarios abiertos y me contestaba que estaba ocupada haciendo las valijas. Ellos me contaron que era un lugar como ningún otro, con una playa muy grande y con muchísima agua, que iba a conocer el mar.

Eduardo Dalter


*  *  *

Nadie estuvo en sus ropas, en su patria, en sus raíces. 
Un silencio de lobo avanzó y corcoveó por estas calles.
El terror derribó puertas y espió por las mirillas.
Una conmoción de muerte, de la puerta para afuera
y de los ojos para adentro, nos exilió del otro
y fuimos gente sola, de mirada huidiza, en los rincones
como las hojas tristes que los vientos amontonan. 

Rolando Revagliatti


a preguntarse llaman

2

¿adscribe usted, enrico, a la melancolía (por
    [su pátina de bolero)?
¿adscribe usted, ercole, a las cuevas de
    [ladrones (por aquello de la fascinación del
    [delito)?
¿adscribe usted, enrichetta, a la poesía ecoica
    [(por alguna estimulación conyugal)?
¿adscribe usted, eudocio, a la deliberada
    [inefabilidad de los parafrásticos versos
    [inmortales: “beatitud divino tesoro/como
    [una hijita/te quedaste probablemente para
    [siempre entre nosotros/después del
    [copular” (por aquello de la hijita)?

¿y usted adscribe, Eduvigis, también?

Julio Bepré


Sueños

Ha pasado mucho tiempo y hoy por casualidad crucé la calle donde aún existe la casa en que vivías. Recuerdo que eras hermosa, y además tus breves diecisiete años anticipaban una magnífica realidad de mujer. Te aventajaba sólo en tres, y ante ello albergaba un ingenuo sentimiento de protección hacia vos. Tu alegría permanente, tu serena curiosidad, hacían que todo se albergara en mi alma. Yo era más bien tristón y reflexivo y por eso guardaba cuidadoso cada gesto tuyo, cada palabra que decías porque me aligeraban los tristes instantes de mi persona.

Sergio Pravaz


Romance de río

El río no tiene edad porque su voz
y su memoria son la integridad
de un dios que nada pide;

desde lejos fluye, que es decir siempre,

de cuando otro sol besó su orilla,
árboles como leones, peces que rugían 
como toros y aves que portaban dientes de lagarto.

Leo Lobos



“Lo que no tenemos lo encontramos en el amigo. Creo en este obsequio y lo cultivo desde la infancia. No soy en ello diferente de la mayor parte de los seres humanos. La amistad es la gran liga inicial entre el hogar y el mundo.”
Carlos Fuentes

Latidos*
A Marta Cwielong

Deambular autómata en la aridez de las calles
No

Tener por lobo un corazón
No

Al escarnio del que cree que la realidad es lo visible
No

Norberto Pannone


El peregrino

Había salido sigilosamente. Caminaba muy despacio, sin hacer ruido, como se lo permitían sus gastados zapatos.
Antes de dejar la casa, arrojó una última mirada a su jardín, acarició con pena los rosales y oró para que un alma buena cuidara de sus plantas. Después, salió al paso, sin mirar hacia atrás. Porque dicen que, el que mira hacia atrás, no podrá jamás huir de sus recuerdos.
Siempre había vivido solo. Entonces, ¿A qué tanto sigilo al salir? Quizás, para no despertar los fantasmas de sus vivencias en el lugar, estaba seguro que, si ellos se despertaban, no le hubiesen permitido partir… ¡Pero ahora era libre! Tenía todos los caminos por recorrer y todo el resto de su vida para el pasaje de su viaje de ida. 

Gustavo Córdoba


Un sábado más

Otro sábado más, pero no llueve;
(me alimento el alma con el agua)
y como siempre, solo, puertas adentro de mi casa…

Me miro en el espejo,
el mismo espejo que reflejó tu cara
y el recuerdo de los días antiguos
transita desde el labio a la palabra.

En dónde estás ahora,
en qué dimensión, dime, te guardas,

Juan Pablo González


A través de números

Abrir una ventana, conversar,
cerrarla momentáneamente y escapar por otra,
elegir una sonrisa del cajón,
cambiar la voz, ponerla azul,
a veces elegirla negra pero la sonrisa idéntica,
mover las manos para hablar,
posar un dedo,
ver otra imagen mientras se nos habla,

Martha Goldin


*  *  *

Veo luz en tu ventana y abro la puerta.
Extraño esto de encontrarme. Porque soy yo, de eso estoy segura.
Pero también aquélla.
¿Cómo contarme qué pasó durante estos largos años?
Soy yo a los dieciséis de esta muchacha.
Y hace mucho tiempo.
Temo que me pidas explicaciones y será difícil dártelas.

Victoria Asís


Palimsesto

El estío bulle en las dehesas
y Jaén espera la embestida
con violetas de Cazorla.

El Guadalquivir, otea 
el horizonte
y se ufana del Madera
con su caudal y frescura.

Un muestrario de rocas
y colores,
completan su hermosura
que me atan a su historia
a mis ancestros.

Alberto Quero


Mascota

En un lejano país del trópico, ausente de todo mapa, vive un oso transparente. Cada madrugada, acecha en las riveras de un río plateado, brillante como una aurora boreal.
Ligero como un ángel, se dedica a cazar los peces translúcidos que saltan y suben por una catarata oblicua y centelleante.
Hábil como un fantasma, suele esconderse entre unos pinos esmerilados que ningún tratado de botánica registra.
Hace poco, sin mayor pudor ni sigilo, el oso decidió ser mi mascota. Y yo acepté, a condición que me trajera cada día un pescado con forma de prisma, para comérmelo y que mi sangre adquiera el color del arcoíris. Desde entonces somos amigos entrañables. Con mucha atención y cortesía, él me escucha durante las horas muertas de la tarde. Y después regresa a su bosque de vidrio.

Ronald Bonilla


Azules del poema

No hay azul más inaudito que el poema,
no hay gota más sutil que esta palabra:
viajó Darío en el azul perdido
de su propia evasión, viajó Picasso
preguntando por la paleta modernista,
vino Albán y selló de azules su vanguardia,
revelación de la aurora, 

martes, 26 de septiembre de 2017

Editorial


revista literaria con voz propia nº 77

                  septiembre  2017


                          publicación creada en noviembre de 2006
                             distribución y publicación gratuitas
                              ISSN 2314-0275




No es necesario saber precisamente qué está sucediendo o exactamente dónde todo va. Lo que necesitamos es reconocer las posibilidades y desafíos que ofrece el momento presente, y abrazarlos con valor, fe y esperanza.
Thomas Merton




Pausa

De vez en cuando hay que hacer
una pausa
contemplarse a sí mismo
sin la fruición cotidiana
examinar el pasado
rubro por rubro
etapa por etapa
baldosa por baldosa
y no llorarse las mentiras
sino cantarse las verdades.

Mario Benedetti


  
Durante muchos años, a gran costo, viajé por muchos países, vi las altas montañas, los océanos. Las únicas cosas que no vi fueron las espumosas gotas de rocío en la hierba que estaba justo al lado de mi puerta. 
Rabindranath Tagore

  

             revista literaria con voz propia
  Inscripción Registro: ISSN 2314-0275
             Edición y dirección: Analía Pascaner
             San Fernando del Valle de Catamarca
             Catamarca – Argentina


  
Nunca estés tan centrado en lo que estás buscando como para pasar por alto lo que realmente encuentras.
Ann Patchett



Autores publicados


revista literaria con voz propia nº 77

    septiembre  2017

                    
          autores publicados en esta edición: 

Alba Estrella Gutiérrez


el tiempo
es una máscara
que lastima el horario
y el reloj un beso
despeinado en el aire
el hombre es un fragmento
de espera innecesaria
una herida absuelta
de eternidad cambiante
el dolor es antiguo
y la muerte siempre

tan sola y vulnerable

Gustavo Vaca Narvaja

Imagina

Imagina un mundo donde predomine la razón y amistad soñada en huertas de naranjos y
guayabas, y se ignoren en ciudades híbridas y frías de puro cemento.

*  *  *

Imagina cintas interminables de asfalto humedeciendo balcones inmóviles, custodios de
confidencias atesoradas vigentes en el secreto de improvisadas ilusiones, o abandonadas
tal vez… en las sombras del olvido.

Orlando Valdez



soy el al través
de las palabras
quizá todo sea ya todo
todo en vano ardiendo
llegando al borde
a lo más alto de la noche
ya débil y apenas
por encima de lo poco
de lo más poco

Raúl Pérez Arias

Inercia

Atravesó el carrusel
instante de un sueño;
fijó su oído en un vals de Strauss.
Descolgó del perchero
la modorra del día
y partió a comprar sahumerios
a la hora del té.  

Catalina Zentner Levin

La Lucinda

Como una Madame Bovary rediviva, Lucinda Mora recuerda sus años mozos, desde un lugar de su memoria que todavía no cede al paso de los años. Ellos son crueles y arriesgados, así como intensos sus amores de juventud, la mayoría con desastrosos finales. Sus pasos vacilantes la llevan hasta la ventana. Desde allí espía el universo que se escurrió de entre sus dedos, cuando seguía el mandato del instinto y las perversiones jalonaban la inmediatez de su rutina. Criada desde la cuna para el matrimonio, supo poner punto final a su relación con un hombre casado que, desde el vamos, puso en claro que jamás dejaría a su familia por ella. Fue cuando apareció Romeo Gauto, un hombre bueno, algo mayor y muy confiado en la muchacha de pueblo y su voluntad de formar un hogar como Dios manda. El matrimonio se concretó y llegaron tres hijos. Lucinda intentaba ser buena madre, no siempre lo consiguió. Mas era indudable que los amaba, aunque no lo suficiente como para respetar los lineamientos impuestos por códigos morales irreductibles.

María Alicia del Rosario Gómez

Ven, amiga
Sentémonos muy cerca de la piedra
Que sabe del secreto contenido
De los silencios sin sentido
Dame la mano. Ven…
Es hora de mirarnos a los ojos
Es hora… Sí, ya es hora
De conceder minutos a la espera
Regalemos miradas, sentimiento…

Marisa Álvez

Escritura

Escribimos para no morir.
 Juan Rulfo

simbiosis de arcángeles
y antiguos maleficios

desgajamientos circulares
rencores enhiestos como astas
piruetas que presagian la alegría

Jaime Icho Kozak

“Si no la infancia…”

                   Saint John Perse

Siempre habrá infancia, por eso amo ese tiempo que cultivamos
en la paz y en guerras con fervor desvelado, el flaco pan,
la casa inverosímil, los alimentos amargos y dulces,
el tórrido verano y duros inviernos.

Tiempos venidos desde lenguas lejanas en que algunos
quedaron en los caminos, una bala perdida
les interrumpió el crecimiento.

Cristina Pizarro

Linaje

                   A los árboles y a los pájaros de la tierra riojana

Mi canto es un homenaje de la sangre a aquel herrero
nacido en los llanos  impenetrables
en una tierra  sin mapas ni ciudades

Los pobladores con los pies descalzos
alabaron a Inti
y ofrendaron
                a los dioses
el maíz del Inca Viracocha

Allí, Rafael Pizarro, mi tatarabuelo, natural de La Rioja,

Victoria Servidio

Frente a la flor

Imagino ser un pequeño insecto y transitar por sus avenidas, llego a la corola, visito los pistilos, siento al andar una suave alfombra de terciopelo y me embriago con el elixir de su aroma.
Imagino ser una abeja y en una vasija me sirvo del polen y una miel exquisita.
Imagino ser oruga, me resbalo al ascender por los pétalos hasta quedarme dormida arrollada en mí misma en un rincón bajo la sombra.

Hilda Augusta Schiavoni

Desolación

Un viento de cenizas
golpea
sobre las hojas del otoño.
Un aliento de guijarros
roza el horizonte,
taladra los sentidos
y muestra
los dientes fríos de la noche.
Luego, se desbarranca
por los acantilados

Lydia Pistagnesi

Allí

Allí: Justo en el límite donde las luces y las sombras crean la finitud de sus rituales
hay pisadas invisibles cual señales marcando el ritmo de errantes penitentes.
Un difuso color se hace presente, marismas de dolor se vuelven llagas y en pergaminos de hechizadas alas sobrevuelan estremecidos desvaríos
Sollozan duelo sobre sangra derramada… ¡Espantosa en la quietud del infinito!

Abel Edgardo Schaller

Homo sapiens

 “L´homme est son choix”. Jean-Paul Sartre

¿Pero qué fue de aquel hombre y sus hembras dorsales,
fecundadas de cara a la luna de su mejor gemido?
¿Pero qué fue del hombre
que cuidara los fuegos tal como hiciera
con el corazón de todas las auroras?
¿Pero qué fue del hombre
que celebrara las lluvias, los ríos y los soles,
el alma decisiva de los árboles, la callada constancia de las flores?

Salomé Moltó

Un suspiro en la mañana

Se acercó a la ventana y miró al horizonte. Las bellas montañas bostezaban y se deshacían de las pertinaces nubes que las habían cubierto durante la noche. Un ligero rayo solar las inundaba, devolviéndoles la alegría diurna que se produce en los amaneceres.
Había pasado toda la noche cuidando a su hermana, la pequeña de cinco hermanos que tuvo su madre en 10 años. Su hermana la pequeña, ella la mayor y tres varones en medio. El último parto de la madre fue doloroso y quedó afectada en su salud, lo que hizo que Elsa supliera a su madre en los trabajos del hogar y en el cuidado de su hermana.  

Irene Mercedes Aguirre

Tríptico de la disyuntiva humana

¿Quiénes somos?
1

Nuestra mente atraviesa con paso vacilante,
el camino fluido y a la vez sin certeza,
que este mundo desata sobre nuestra cabeza,
sin darnos tiempo a nada, pero siempre adelante.

Alejandra Zarhi

Alejandra, a tu memoria. Descansa en paz

Mi inquilino

Eres el inquilino
de mi corazón.

A veces te atrasas
con la renta.

Pero eres imposible
de desalojar.

domingo, 27 de agosto de 2017

Editorial


revista literaria con voz propia nº 76

                  agosto 2017


                          publicación creada en noviembre de 2006
                             distribución y publicación gratuitas
                              ISSN 2314-0275




¡Ojalá pudiera mostrarte, cuando estás solo o en tinieblas, la asombrosa luz de tu propio ser!
Hafez de Shiraz




Me preguntas cómo…

Me preguntas cómo me volví loco. Ocurrió así: 
Un día, mucho antes que nacieran los dioses, desperté de un profundo sueño y descubrí que se habían robado todas mis máscaras, las siete máscaras que había modelado y usado en siete vidas.
Huí sin máscara por las atestadas calles gritando: “¡Ladrones! ¡Ladrones! ¡Malditos ladrones!”.
Hombres y mujeres se reían de mí, y algunos corrieron a sus casas temerosos de mí.
Y cuando llegué a la plaza del mercado, un muchacho de pie sobre el techo de una casa, gritó: “¡Es un loco!”.
Alcé la vista para mirarlo y por primera vez el sol besó mi rostro desnudo y mi alma se inflamó de amor por el sol y ya no deseé más mis máscaras. Como en éxtasis grité: “¡Benditos, benditos sean los ladrones que me han robado mis máscaras!”.
Así fue como me volví loco.
Y he hallado libertad y salvación en mi locura, la libertad de estar solo y a salvo de ser comprendido, porque aquéllos que nos comprenden esclavizan algo nuestro.

Gibrán Khalil Gibrán, de El Loco



  
Y hay alegría porque (…) no importa cuán lejanos y desconectados estemos, siempre podemos volver. Independientemente de la cantidad de capas que nos envuelvan y de la cantidad de ira que nos consuma, no estamos atascados. Todavía existe una posibilidad.
Eliana Cline

  

             revista literaria con voz propia
 Inscripción Registro: ISSN 2314-0275
             Edición y dirección: Analía Pascaner
             San Fernando del Valle de Catamarca
             Catamarca – Argentina

  

Porque el dolor compartido es más llevadero. La clínica sirve a los pacientes, pero más me sirve a mí. Todos tenemos demonios en los rincones oscuros del alma, pero si los sacamos a la luz, los demonios se achican, se debilitan, se callan y al fin nos dejan en paz.
Isabel Allende

Autores publicados


revista literaria con voz propia nº 76

    agosto 2017
                    
          autores publicados en esta edición: 


- Robert Gurney
- Andrés Bohoslavsky
- Haidé Daiban
- Bertha Carou
- Marta Zabaleta
- María Cristina Noguera
- Anabel Vera Suárez
- Emilio Núñez Ferreiro
- Daniel Abelenda Bonnet
- Laura Beatriz Chiesa
- Osvaldo Hueso
- Raquel Piñeiro Mongiello
- M. C. Vásquez
- Adriano de San Martín
- Miguel Crispín Sotomayor
- Marisa González


Autores publicados desde inicios de la revista con voz propia, en:
http://www.revistaconvozpropia-autorespublicados.blogspot.com.ar/


             revista literaria con voz propia
             ISSN 2314-0275
             Edición y dirección: Analía Pascaner
             San Fernando del Valle de Catamarca
             Catamarca – Argentina

Robert Gurney

El Valle de los Murciélagos*

A César Vallejo

¿Qué fue lo de los murciélagos
del Valle de los Murciélagos?

¿Qué fue lo que me fascinó?

¿Fue que se llevaron el aire cada día
con una puntualidad con la que podrías
ajustar tu reloj?

Andrés Bohoslavsky

El espejo de Sara

Tenía ocho o nueve años pero ya era un racionalista. Será por eso que cuando rompí el espejo de mamá escuché su enojo e indignación riéndome; más aún cuando habló de los malos presagios, de los siete años de desgracias.
En casa las cosas siempre anduvieron mal, desde que recuerdo, sin necesidad de que se rompiese nada.
A los pocos días, pasó lo de papá; luego, mi hermana Julia fue asesinada por la triple A; Ruth engrosó la lista de escritores desaparecidos; a Pedro lo perdimos en los vuelos de la muerte; y Eric partió en una sala de torturas y su cuerpo fue hallado en las afueras de La Plata.

Haidé Daiban

Blues de la Inundación

Volviendo a la casa, negro,
el río se la llevó,
Negras olas, negra el agua,
la que todo lo inundó.
Un manto de espuma blanca
cubre su honda pena de hoy.
Las lágrimas acaudalan
al Río, Rey y Señor.

Bertha Carou

La primavera

La primavera
se agita en tus plumas
¡zorzal amigo!

Corola roja
me saluda en lo alto
desde el balcón.

Marta Zabaleta

Asidas como en mortaja carnaval de penas blandas

Dedicado a Santiago y Buenos Aires en primavera y a mi jardín en otoño.

Suben
bajan
vuelan
solas.
Como el rumor de las hojas
piensan
sudan
se idolatran
caen.

María Cristina Noguera

Ventanas

Hay al jardín, a la calle
al patio, a la terraza.
La del corazón a veces la abro
para ventilar el pasado.
Entonces se mueven libres
los niños, la cuna, la casa.
Y yo navego en la dulzura

Anabel Vera Suárez

Versos que yo te escribo

Vuélveme a conocer, porque
en esta edad estoy muriendo.
Tráeme veinte poemas de amor
pues mi canción, es un dolor
desesperado, que se contempla
en el agua de los ríos, pierde la orilla
y vuelve lento su paso.

Emilio Núñez Ferreiro

Sin tocarse

     Ella lo amó hasta lo incomprensible. Él ni se dio cuenta.
     Después de tantos años esperándolo, cuando Andrés enviudó, Norma creyó que había llegado el momento en que se fijara en ella, pero el hombre ya se había embelesado con otra boca, y tampoco se dio cuenta.

Daniel Abelenda Bonnet

Piamonteses

Recuerdo aquellas manos enormes
curtidas por las heladas de julio,
los brazos hercúleos tostados
por largos veranos en el surco.
Veo todavía su espalda
encorvada sobre el Fordson
arando la Tierra Prometida.

Laura Beatriz Chiesa

Reloj incansable

Sos como el compás del pulso,
el fondo sonoro del destino,
al que no le permites escapar
al que le obligas a compartir tu ritmo.

La torre, el hombre, las paredes,
sostienen tu esqueleto circulante

Osvaldo Hueso

La miraba mientras…

se movía ágil, dulce, graciosa, insinuante, hermosa, decididamente hermosa; pelo negro, sonrisa blanca.
   Todo su cuerpo moviéndose gracioso, siguiendo esa música, con su contoneo, su girar sin pausa, su risa, sus pies, apenas tocando el suelo.

Raquel Piñeiro Mongiello

Cuentas pendientes

Todos los días
un sol lee,
hace números
y saluda
a ese atardecer
de antigua data;
luego en soledad

M. C. Vásquez

A través de tus ojos

A través de tus ojos,
Encuentro mi paz,
Atrás del cerrojo
Saciando mi sed,
Al final de mi enojo
Está nuestra piel,
Tú y nadie más
Encierra mi ser…

Adriano de San Martín

1.

Una puerta de madera en barrio Escalante, Kabanga, oculta la estación de limoneros y pejibayes, pueblo de montaña donde las serpientes volatizan sus caídas de agua por ríos profundos, la voz del vaquero enmaraña luz del maíz o toronjas relucientes en azúcar de hielo raspado.
Un tocadiscos rumbea al son de las tardes con juventud campesina congregada en salón de pulpería y cantina, faena de maderas elementales en romance.

Miguel Crispín Sotomayor

Así eres

Apacible
como suelen ser los ríos
y violenta
como también pueden serlo. Así eres.
Mar que en grave atardecer brinda calma
y en brava tempestad hunde los barcos.

Marisa Noemí González

No quiero

No quiero un viejo
demente
que clame por mis dientes
en él.

No quiero un joven
insolente
que borbotee
mentiras en un frasco de miel.

domingo, 21 de mayo de 2017

Editorial


revista literaria con voz propia nº 75

                  mayo 2017


                          publicación creada en noviembre de 2006
                             distribución y publicación gratuitas
                              ISSN 2314-0275




La gratitud como disciplina implica una elección consciente. Puedo elegir ser agradecido incluso cuando mis emociones y sentimientos todavía están empapados en dolor y resentimiento. Es increíble cuántas ocasiones se presentan en las que puedo elegir la gratitud en lugar de una queja.
Henri Nouwen




La vela blanca

Nadie desea la tempestad, ¡esto es cierto!
Y, en cambio tú, blanca vela ahí fuera en el mar,
en lo hondo del corazón esperas que llegue la tempestad.
Porque sólo durante la tempestad
logras estar viva.

Oh, blanca vela paciente y nostálgica en el gran mar azul!
La lucha ha empezado.

Mi mirada no se aparta de ti.

Entre la hierba, bajo mis pies,
incluso una brisa suave es tempestad.


Ko Un
De Estrellas en el país natal, 1984
Tomado de Adamar, Revista de Creación




“Uno no puede creer cosas imposibles”, dijo Alicia. Me atrevería a decir que no has tenido mucha práctica -expresó la Reina-. Cuando tenía tu edad, siempre lo hacía durante media hora al día. A veces he creído hasta seis cosas imposibles antes del desayuno.
Lewis Carroll




             revista literaria con voz propia
   Inscripción Registro: ISSN 2314-0275
             Edición y dirección: Analía Pascaner
             San Fernando del Valle de Catamarca
             Catamarca – Argentina




Los tiempos difíciles me han ayudado a entender mejor que antes cuán infinitamente rica y hermosa es la vida en todos los sentidos, y que tantas cosas de las que uno se preocupa no tienen importancia alguna.
Karen Blixen

Autores publicados


revista literaria con voz propia nº 75

    mayo 2017
                    
          autores publicados en esta edición: 

- Ana Romano
- Norma Etcheverry
- Rolando Revagliatti
- Francisco Romano Pérez
- Jorge Isaías
- Carlos Benítez Villodres
- Sergio Borao Llop
- Héctor Berenguer
- Damián Andreñuk
- Mirta del Carmen Gaziano
- Ada Inés Lerner
- TS Hidalgo

Autores publicados desde inicios de la revista con voz propia, en:

             revista literaria con voz propia
             ISSN 2314-0275
             Edición y dirección: Analía Pascaner
             San Fernando del Valle de Catamarca
             Catamarca – Argentina

Ana Romano

Magia

Se esconden
los duendes
con sigilo en la almohada
Baila
vestida de fiesta
la muñeca
frente a la ventana

Norma Etcheverry

La plenitud

Había sido un día absolutamente pleno, en el que la escritura propia y ajena le dio total felicidad. Había comprado ese libro, y fue fantástico. “El encuentro se produce en un cielo en el que nadie puede permanecer”* -decía en sus páginas, a propósito del cine.

Rolando Revagliatti


       a preguntarse llaman

1

aribela no quiere depender de su marido
así que depende de su comisionista de bolsa

acaropita no quiere depender de valeriana,
    [hierbas aromáticas y tiernos yuyos de
    [impreciso encanto
así que depende de bencedrina, apomorfina,
    [peyote, bannisteria caapi, barbitúricos y
    [cortisona cuando se la inyecta endovenosamente

Francisco Romano Pérez


otoño
estoy aquí

casi

como
antes

Jorge Isaías

Exilios

En el fluir de las tardes sucedían las cosas. Cuando el tiempo se hacía cargo de aquellos crepúsculos que más llamaban a la imaginación que a los juegos.
Quiero ser más enfático a fuer de sincero que busca la entera claridad. El tiempo como corporización sucedánea de aquello que daba, que nos salía al paso cuando el fuego del tiempo apagaba esas luces.

Carlos Benítez Villodres

La sonrisa de un niño

Ha llegado la hora
de despertar, amigo.
En esta empresa díscola, ni tú ni yo podemos
descansar. Abandona,
quema tus represiones
y tus debilidades. Recoge las palabras
de todos los colores y esas preguntas viejas
que hasta el día de hoy
nadie ha podido abrirlas y aclararlas.

Sergio Borao Llop

Penélope ilustrada

Una mujer está leyendo un libro. Desde el primer momento, las imágenes, los nombres, los sucesos allí narrados le resultan familiares.
Gradualmente va percibiendo que ese libro contiene la historia de su vida.
Comprende también que, cuando llegue a la última página, morirá.