miércoles, 23 de marzo de 2016

Julio Bepré


Este año

Como entonces cada planta hoy se amaña
para escapar ilesa de la estival penuria.

Violento es este año porque implacable impone
un sofoco que ahoga los colores más densos.

¿Hacia dónde mirar, cómo expresar la extrema
mezquindad de la hora? Azorado pregunta.

¿Dónde se halla el lugar
en el que ya no exista más
este arduo vaivén de una vida insondable?

Apremiado él prosigue en su sinuoso andar
y las preguntas quedan baldadas e irresueltas.

Hay algo en él que aguarda sin revelar la causa.
Un pasado lo abruma con ajados resabios.

Luego llega la brisa y un alivio le ofrece
en este último tiempo insustancial y raudo.   


Silencio

Lindante del ayer reitera un tardo aviso
y turbado recuenta del año los instantes.

Al hablar las palabras demoran cada gesto
e imagina otro mundo y una futura historia.

Advierte recién hoy las fases de la luna
y algún signo descubre en el vuelo de un pájaro.

Recuerda las memorias más nobles que posee
y observa con asombro un prodigio cercano.

Regresa a su silencio y conmovido aguarda.


Consigo

Desplaza su vivir y con designio calmo
comprende su pasado y hasta mide y admite     
la razón de los años y rehace un instante.

También atiende a su alma y decidido aleja
por un momento el cuerpo pero después lo amarra.

Confía en su mirada porque también lo invade
aquello que lo ubica enfrentado a un dilema.

Y advierte que ya no es más un zafio caminante
y acepta los motivos de cuanto aún adviene.

Tiene sus manos limpias y todavía escucha
latir su corazón y ello mismo lo asombra.

Retarda luego el paso para otra vez hablarse.


Ensueño

El verano se angosta y desanda un olvido
en el tránsito denso de una tarde sumisa.

Los rumores invaden sutilmente al instante
y aletargados caen los desvelos tardíos.

Después abre los ojos y complacido acoge
una lluvia serena que desasida extiende
su inclinada caída en un súbito ensueño.

Es posible que alguien aniquile un olvido
y otro ya despierto retenga una sonrisa;

otro divague y luego enuncie pormenores
o viva todo el tiempo desairando una busca.

Pero el sofoco vuelve entre pasos y voces
y al instante lo aviva un simple parpadeo.


Julio Bepré
Poeta de Córdoba. Reside en Buenos Aires, Argentina

2 comentarios:

  1. JULIO, ES MUY LINDO COMPARTIR ESTA REVISTA CONTIGO. BUEN MATERIA, AMIGO. MI ABRAZO, LAURA.

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