jueves, 26 de marzo de 2015

Lydia Pistagnesi

Cimarrón azabache

        Cimarrón azabache,
  invisible en noches sin estrellas.
Corriendo cielos galopando nubes
      perdido en la tormenta
      en tu afán de progreso
El calendario fue marcando fechas,
        madrugada de sueños
          mediodía de batalla
                atardecer…
                 ¡Caída!

            Dolorido, triste.
            Fuerza interior.
            Orgullo herido…
  Te levantaste, débil aun
     luchaste sin descanso.
   La voluntad fue tu aliada
     ¡Venciste al destino!
        En este cambio,
      busca en tu corazón.
  la causa que produjo tu caída.

 Si los recuerdos afloran a tu piel,
           Piensa, atesora.
Recuerda la niñez, a nuestros padres
    y sus sombras protectoras,
             sus enseñanzas.
¡Aquella casa donde fuimos tan felices!
   Allí donde guardamos tantos sueños,
No permitas que pretendan pisotearlos……………

          ¡Sólo tú eres el dueño!


En alas del viento

En alas del viento
viajan mis palabras
escondidas
en rincones de mi alma
Hoy soy rosal en flor
perfumando sensaciones
Siento tu boca
recorriendo mis rincones
enloquecido de pasión.
¡Pero vendrá el adiós……
Toda yo, estaré
vestida de misterios,
y en esa ceremonia
de secretas pisadas,
trataré de atrapar
al sol unos instantes,
para después,
aferrada a un espejo roto
llegar hasta otra orilla
mirando desde allí,
como se borra
tu figura desgarbada………

¡Perdiéndose en la noche de mi alma!


Homenaje a la Mujer

Una mujer es ángel porque en la plenitud del pensamiento, lucha como una leona por el hombre que ama.

Una mujer es luz en amaneceres distantes, por el esplendor que refleja su sonrisa cuando acaricia al hombre que ama.

Una mujer es Universo, porque en su vientre, germina la semilla de la humanidad.

Una mujer es profeta, porque ve más allá de las espectrales sombras, al peligro que se acerca con silenciosas pisadas y amenaza su felicidad.

Una mujer es fidelidad, porque en los altares del crepúsculo se consagra al milagro del beso.

Una mujer es flama, porque en las ceremonias del fuego, agasaja a su familia preparando la mesa del alimento diario.

Una mujer es campo florecido, cuando en tálamos mullidos escribe caminos de deseo.

Una mujer es fuente bautismal, es hija esperada, es niña mimada, es adolescente inquieta, es esposa enamorada, es madre ejemplar, es abuela ternura, encendiendo esperanzas en el corazón de aquéllos que ama, y es recuerdo cuando parte, pero permanece en espíritu, para proteger a aquéllos que tanto ama……………


Llegaste a mi vida

Llegaste a mi vida como un torbellino,
yo era un lago manso, tranquilo, sereno.
Fuiste recorriendo lento sus orillas,
buceaste en sus aguas te adentraste en ellas
En ese momento llegó una tormenta,
cruzó como un rayo el límpido cielo,
y el lago dormido, convertido en fuego,
se abrazó a tu cuerpo, vibró en tus latidos.
Y fuimos entonces un mismo destino,
compartiendo vida, soñando momentos.
Este sentimiento, tan fuerte, tan nuestro
se va agigantando, crece sin medida.
Y si estamos juntos, ¡se nos borra el tiempo!
no existen palabras en nuestros encuentros,
Sólo son miradas, sólo son silencios…

     ¡Y somos nosotros, en el Universo!


Lydia Pistagnesi
Banfield, Buenos Aires, Argentina


2 comentarios:

  1. Buenos temas, buenos poemas; un disfrute más para el lector.
    Un abrazo
    Betty

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