martes, 26 de agosto de 2014

Javier Travieso

Morituri te salutant
        
Llegar por fin a puerto,
-desterrada sin más cualquier victoria-,
a los lánguidos días de la infancia.
                           
Quitarse la chaqueta y el sombrero,
desempolvar viejos errores, 
llorar un breve sueño, contar los besos dados
y a las puertas del último disgusto
saber que has figurado.

Darse cuenta de que no has cambiado     
nada, que la huída fue un consuelo,
que eres tú y también eres viejo.  

Que la vida fue andar buscándole
el doble fondo a los espejos.


Javier Travieso. Santiago de Compostela, Galicia, España


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Cinco minutos bastan para soñar toda una vida, así de relativo es el tiempo.
Mario Benedetti
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2 comentarios:

  1. Celebro el poema de Javier Travieso por su estilo despojado y conmovedor. Me gustó mucho. Saludos

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