martes, 26 de agosto de 2014

Anabel Vera Suárez

Mis pies sobre los tuyos

Mis pies sobre los tuyos
Marcan el espacio de nuestros cuerpos.
El espíritu del vino tendiendo
Sobre la prisa una manta,
Las luces en los bolsillos
Dichosa prueba que nos hizo reír.
Mis manos encuentran la luz
Juegan con ella y recogen
Finas telas luminosas para ponerlas
Allá donde empezamos
A bajar satélites por primera vez.
Mis ojos dentro de tus ojos
La respiración haciendo surcos
Por todas partes,
Un cansancio inconcluso
Que estalla súbitamente
En el interior de la queja.
Mi pregunta es tu pregunta
Un rayo traspasa nuestro interior
Vuelve otra pregunta tuya
Con otra pregunta mía,
Canta el ave nocturna
Y viene el silencio que habla
A poner sobre nuestros dedos.
Razones que sin razón
Soplamos al aire.


Flores olvidadas

Ahora te culpo, pincho los duendecillos
Que hacían arder mi rostro,
Trago las flores olvidadas,
Voy a los portales
Buscando fugas de encuentro
Murmuro la queja, el nombre
Tu nombre invisible, sin regreso
Acuso la suerte cuando trago
El amor perdido a mi puerta
Prófugo mendigo en otra isla
Llego a las paredes y me sostengo
Con un escandaloso recuerdo
Invento un poema sin decirlo
Te regalo la palabra fiel,
Bailo con las sombras,
Aprendo a estar sin ti.


Cántame una canción

Cántame una canción debajo
De los árboles
Aunque los pequeños pájaros
Hayan volado del nido
Por la semana santa.
Cántame una canción
Donde el río calma mi sed
Y los bañistas observan
Una poeta desconocida.
Cántame aquí dentro de mí
Donde la piel aguarda
Tu música hecha boca
Porque mañana estarán vacíos
El río, los árboles, los bancos
Donde no volverán
A juntarse nuestras voces.


Caballete con luz

Aquí donde el caballete teje rayos de luz
El hombre nuevo siembra semillas
Un surco de tierra contempla la figura.
Aquí donde los niños cuelgan fotos
En las paredes de la enseñanza
Vienen los padres y hablan de la estrella:
Mágica luz del infinito
Vuelan zunzunes sobre la gorra airada
Cantan arrieros, se abren las puertas
Esperan los jóvenes, siembra el calor
Una voz.
Sigue mi pueblo tu camino.


Anabel Vera Suárez. Cuba


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Cuando descubres lo que te gusta, realmente estás descubriéndote a ti mismo.
Agnès Martin
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2 comentarios:

  1. Qué belleza, estos poemas desbordan en imágenes atrayentes y en cada uno hallé palabras que tienen que ver con la naturaleza: flores, árboles, luz, ni do, semillas... Un verdadero jardín, un gusto leerte, Anabel.
    Betty

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