miércoles, 13 de junio de 2012

Editorial

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............con voz propia nº 50 - junio 2012
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revista literaria creada en noviembre de 2006
distribución y publicación gratuitas



..........Plegaria

..........¿Qué plan tenéis, Señor,
..........que hacéis que se crea en Vos
..........sólo en el dolor?

..........Yo os olvido el favor,
..........tan mezquino como soy,
..........por una pizca de placer.

..........Si me complazco en el sueño
..........y odio el desconsuelo
..........y amo el olvido perverso,
..........¡Vos así me habéis hecho!

..........¿Qué plan tenéis, Señor,
..........si os debo dolor y placer?

..........Joan Salvat-Papasseit (Barcelona, 1894-1924)




¿Y mi valor?, intervino el León en tono ansioso.
Estoy seguro de que te sobra valor, respondió Oz. Lo único que necesitas es tener confianza en ti mismo. No hay ser viviente que no sienta miedo cuando se enfrenta al peligro. El verdadero valor reside en enfrentarse al peligro aun cuando uno está asustado, y esa clase de valor la tienes de sobra.
Lyman Frank Baum





A propósito de los primeros 50 números de Con Voz Propia
Palabra de lector
……………………………por Luis Alberto Taborda *

El primer número de Con Voz Propia, allá por noviembre de 2006, comienza con un breve texto de Analía Pascaner en el que agradece a quienes esperaban y acompañan su emprendimiento literario y editorial. A continuación, cede la palabra a Alejandro Dolina quien afirma (cito de memoria) que quizá en la vida nos sea dado tan sólo un centímetro cúbico de suerte y que, entonces, tenemos el deber de estar atentos para pescar esa pequeña porción que nos toca. Disiento. Creo, muy por el contrario, que tenemos que estar desatentos, distraídos, enfrascados solo en vivir. Y que lo demás, la suerte incluida, nos será dada por añadidura. La santa desatención con que nos empeñamos cada día en nuestros asuntos es todo lo que necesitamos y a lo que podemos aspirar.
Y así, distraídos, de vez en cuando, o cada mes para decirlo con mayor precisión, iremos recibiendo, con suerte de lector, como agua que baja del cielo, la bendición de las páginas de la Revista de Analía. Una suerte repetida, como que ya suma cincuenta apariciones (fíjense que dije “apariciones”, no “ediciones”, para remarcar lo inesperado y gratuito de su llegada). Analía…, asociada a su emprendimiento, a su invención, con inquebrantable voz de mujer, con voz sensible, con voz bien de la tierra profunda a la que nos enorgullece pertenecer.
Porque, y a esto hay que decirlo, a partir de ella, Catamarca tiene voz propia en estos tiempos: una voz que modula su resonancia asordinada, que reverbera a partir de los ecos que fluyen desde el centro de un valle montañoso, en el noroeste de Argentina, hacia la región, el país y el mundo. Una voz madura, amiga, persistente, entrañable. Una voz, una sola, que es también a la vez corriente de voces y de tonadas, todas mezcladas, divergentes en algún punto, armónicas en otro. La voz de una provincianía que ha logrado cauces de encuentro, a pesar de distancias y lejanías. Una voz propia, en medio del afiebrado conglomerado global, en que los mensajes se vuelven confusión o mera sumatoria tecnológica desmembrada.
¡Cuánta suerte, Analía, para un simple lector, tener tu revista cada mes! Que llegue de pronto al correo electrónico con su mensaje de abrazos, con su sinfonía de voces de tantos amigos queridos, repartidos por el mapa de Argentina, Latinoamérica y Europa. Voces mayores, de espléndidos poetas y decidores. Y voces nuevas, preñadas de promesas y futuro. Y tu propio saludo, reiterando esas ganas, esa vocación de siempre en tu condición de promotora cultural de primera clase. Y de vez en cuando, la propia voz de uno, como quien no quiere la cosa, tratando de no desafinar demasiado.
Uno navega por tu Revista, querida Analía, como subido a un barquito de papel, llevado por la corriente de palabras, en la deriva de la belleza, la memoria y la emoción. Esos barquitos de papel que nos retrotraen a la infancia, época en que todos éramos más bellos, más buenos, más sabios y justicieros. Con la inocencia total del lector sin claves, sin alevosía, que solo quiere leer con fruición, para ser sorprendido, seducido, conquistado y enriquecido: humanamente enriquecido.
Por todo ello, quiero cerrar estas líneas con el siguiente deseo: espero Analía que tu hermoso emprendimiento, Con Voz Propia, tenga un recorrido natural, como el de la vida misma; que sus números se multipliquen hasta donde puedan y cuando no se pueda más, que nos demos todos por satisfechos y agradecidos de corazón; que la palabra poética nos alimente, nos exalte y nos ilumine y que su tesoro sea siempre motivo de inspiración, de fraternal reconocimiento o amistoso guiño en medio de las peripecias, el tumulto y la lucha incesante de la existencia.

Tinogasta de Catamarca, abril de 2012.-

* Nota de Edición: Luis Taborda nació en La Rioja y reside en Tinogasta, Catamarca, Argentina



Se cayeron mis alas y yo no me rendí, así que ven aquí, brindemos que hoy es siempre todavía, que nunca me gustaron las despedidas.
Ismael Serrano



…………Comparto una de las cartas de lectores:

Analía
Con añoranzas galas, los vientos del tiempo, aun en la borrasca, encienden el atrevimiento de “Voz Propia” a resurgir, cubierta de estrellas. Voz Propia aprovecha esa grieta despabilada al tiempo, y en esa fisura que transpira palabras que anhelan ser libres, las resigna a volar, dejando que recorran los céfiros perfumados de existencia, con emociones sublimes, para que el tiempo, verdugo inexorable de espacios entre un número y otro, permanezca siempre, desplegando páginas de letras, canciones, risas y llantos; todo lo que nos pasa y queda sobre esa sábana blanca, que suavemente se esparce en la revista Voz Propia, contagiada de una luminosidad trascendente, que hace del reclamo, un acto justo, y del acto justo, un deseo cumplido, sin extinguirse jamás, las admiradas e imperturbables promesas de vida. “Voz Propia” quiere ser -y lo es- un solo y rutilante esplendor, desde su injustificada y tímida modestia, hasta su esfuerzo silencioso de trabajo diario, que evita caer en la trampa de quienes azotan la vida, con miles de compases que aturden. Para Voz Propia, no hay murallas posibles que apacigüen su exquisitez. ¡No lo hay…! Y en ese estado de decoro inocente, su virgen dignidad ofrecida, alcanza mansa a sus amigos escritores y lectores, para inmolar su deseo literario, en un generoso homenaje a las letras, en una sutil entrega, que siempre nos acompaña, permitiendo estrechar lazos de amistad y un permanente crecimiento literario.
GVN



………………………Edición y dirección: Analía Pascaner
………………………San Fernando del Valle de Catamarca
………………………Catamarca – Argentina
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Haré el bien: todavía es la mejor manera de estar solo.
Jean Paul Sartre
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Lucía Carmona

-Chilecito, La Rioja, Argentina-

Del lugar

Aquí pregunto
y aquí desato el clima.
La otra orfebrería me libera las manos
y vuelvo a ser
la mujer en el tiempo.


Trayecto sobre el puente

Cruzar el puente
a la hora en que nadie se mueve,
que nadie avanza bajo el sol.
Todo es silencio.
Al otro lado espera la tarde,
se adelanta, redonda
mezcla de náufrago y de luz
pero, no se puede instaurar en la ausencia
ni una visión,
en ausencia,
la plena vibración de nada
sobre el puente.
Eso de contemplar nuestros músculos
reflejados en el vidrio interior
y ver que se distienden
porque ya nadie los amarra,
laxos de soledad.
Laxos


Aquí

Lejos seguirán días de vientos fríos
días inmóviles y grises
y otros germinales con insectos y pájaros.
Lejos se abrirá la tierra para albergar semillas
y los cuerpos ardorosos se sumergirán en ríos del verano.
Lejos alguien hará el amor con la locura
que poblará la tierra.
Lejos, pero aquí, en este territorio,
la gloria del incendio ha dado paso
tan solo a un humo negro
que traduce los gritos y los gritos.
Aquí sólo la vida, la simple vida en soledad
ha cerrado las puertas, definitivamente…


Tarde

Cuando cae la tarde en los pueblos
el cansancio de la soledad
parece una mano desierta
sosteniendo un rostro inexistente.

Debe haber algún ángel de calma
curvado sobre la docilidad de los relojes
para que se tiendan los cuerpos
desde el parto al infinito.


…………………………………Poemas del libro Las infinitas palabras, 1982

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A veces a duras penas el hombre se halla sujeto, mas todas puede vencerlas si de ello hay firme deseo.
Charles Perrault

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Eduardo Dalter

-Buenos Aires, Argentina-


Hasta tu cama
entran,

tensos, de esquina,
por tu piel,

y por allí
te andan,

quiebran
tus cerrojos;

los hechos,
las manos, las voces.

* * *

Como a cada beso lo borra
el viento que sopla y sopla,

ella pocea y pocea la arena,
pareciera, con más fuerza;

es el viento húmedo, poceado,
que escribe, escribe, escribe.

* * *

Pasás ladeada, vida;
depende el barrio.

O acariciando con un ala,
o dando fuerte con el pico.

No pasás derecha, vida;
vos planeás, planeás.

* * *

Hermosura que te busco;
electricidad que es hermosura;

hermosura de una mano
en otra mano; de un cuerpo

en otro cuerpo; de una letra
que con otras es palabra;

palabra que te busca, me busca.
La oscuridad no es cosa nuestra.

* * *

Por la calle fría
un hombre va

metido en sí
hasta la médula

como representando
poemas de Vallejo,

cruza la avenida, tose
y se pierde entre la gente.


………………………………………De Siete notas de invierno

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La primera virtud del conocimiento es la capacidad de enfrentarse a lo que no es evidente.
Jacques Lacan

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Jerónimo Castillo

-San Luis, Argentina-

Voto cantado

Caía la tarde pegajosa, distinta, del 30 de octubre.
Se había vivido una jornada cívica, según decían las proclamas, aunque para nosotros no tenía más significado que haber llevado por primera vez nuestra opinión a un sobre con firmas entre orgullosos y desconcertados, opinión desde luego relativa, ya que muy dentro nuestro, y hablo del grupo de amigos con quienes habíamos cambiado tantos pareceres, nos hubiera gustado cortar la boleta en partes más pequeñas que las indicadas, poniendo un concejal de este partido, otro del otro, el presidente aquél con el vicepresidente contrario, y un diputado departamental que vive en Buenos Aires y lo sabemos más capaz que todos los que lograron encaramarse en la lista a fuerza de vaquillonas con cuero y promesas de puestos en Vialidad de la Provincia.
En ese momento no sabíamos que la más valedera de las opiniones era la del Fondo Monetario Internacional.
Se había vivido, como dije, una jornada cívica tan igual para algunos como aquéllas del voto marcado de los cantonistas, o el: - ¡Vos ya votaste! ¡Andá nomás! -, de los gansos de la otra provincia.
¿Qué diferencia había? Antes se ganaban las elecciones por el voto o el facón. Ahora, por los condicionamientos de la banca externa. Antes se ganaban. Ahora…
El comicio había transcurrido sin incidentes, y las seis de la tarde indicaron la apertura de las urnas que desde hacía varias horas no recibían más que nuestras miradas ansiosas.
Los pocos vecinos del lugar se hallaban en la casa que oficiaba de cantina terminando otro asado "sin vino", decía el reglamento, pero por el tono de las voces no hacía falta ir a verificar si se cumplía o no. La escuela nos contenía y los soldados montaban una innecesaria guardia en la galería.
De pronto se golpean las manos, de lejos, pidiendo un permiso que el oficial concede, para hablar con la mesa electoral.
- ¿Qué anda buscando, Don Jofré? - El presidente de mesa conocía todos los vecinos.
- Es que… voté por el MACHO -
Nos miramos presintiendo que la sobriedad del votante no era tanta, y vendría a proclamar su voto por el General.
- ¿Cómo dice, Don Jofré? -
- Sabe que el dotor me dio el voto y lo puse en este bolsillo, y como no traje los lentes, en el cuarto oscuro saqué de este otro bolsillo el certificado del mular que le tengo vendido a Don Correa -


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El actuar con sentido común según el momento es la mejor sabiduría y la mejor filosofía.
Horace Walpole

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Amalia Mercedes Abaria

-Buenos Aires, Argentina-

Alrededores

También amo el entorno cercano
……………a la tumba de mi padre,
la avenida, las casas sencillas
los árboles que cercan la muralla
…………….donde se esconde
el tibio cielo donde vives.

Siento que caminamos cómodos
………………por aquí
¿no somos muerte,
……………………………….también?

Tierra, amada tierra
…………..que ahora yace plácida
amorosamente cansada
……………sin embates,
……………sin un dolor que sí hay afuera,
un dolor caído y vencido
como el de las rosas
……………que acompañan tu espacio
………………………………………………………ahora.

Pero amo este pequeño banco de cemento,
la piedra gris
…………….que cubre el inmóvil corazón
el anónimo pájaro
………………que canta.


Y no hay más que esto,
aquí,
………………cansados.


Al Aguaribay

Con tu caudal de copa espesa,
con tus bordes de delicadas plumas pendulares,
con tu enorme curva de copa que cae,
llegas al perfecto mundo de la espera.

Como un manto de pequeñas cascadas, las breves hojas,
penden su silencio de árbol cóncavo,
como la sombra,
la sombra que abajo se derrama
y nutre la fina alfombra del suelo seco.

Si el pájaro busca su refugio
o cuando la lluvia late su honda transparencia
en las pequeñas ramas,
apenas la inmóvil forma se desplaza,
desgajándose apenas.

Sólo el viento hamaca definitivamente
su multitud infinita
y parece, entonces,
un muelle solo y perdido.

………………………………………La Cumbre, 2003

Estos dos poemas pertenecen al libro Caminos, Botella al Mar, 2009

………. * * *

El musgo y la calma

Solo, en la penumbra,
el sobreviviente del mar
tiende su planicie verde
sobre la larga pétrea
y descansa.

Cómodo en el muro
instala sus vegetaciones
………………………………de orden
………………………………y constancia
y como el antiguo reptil
que lo horadaba,
ama la húmeda
……………………colonia de la sombra.

En espera silente,
busca en el cielo
el ángel de la lluvia
y su médula seca, entonces,
bebe el diminuto manantial
pasivamente

Es bueno sentir
…………………su presencia
compañía de la calma
y el silencio.

Pisadas ausentes, a veces
lastiman ese pequeño, gran mundo
…………………………………….esparcido

o un caballo, también,

roza la frágil, fina capa
…………………………………de verde, verde musgo
¿Hay lágrimas,
…………en los pequeños filidios?

Todos hemos pisado,
………………………………alguna vez,
el tendido musgo,
………………………………nuestra calma.


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Me callo, grito. No hay un momento para gritar o para callar. Tú eres mi único grito. Tú eres mi único silencio.
Mahmud Darwish

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Julio Bepré

-Poeta de Córdoba. Reside en Buenos Aires, Argentina-

De pronto

No, no está obligado a entrar en el estío.
Tampoco volver a su mirada antigua,
y menos negar la nostalgia debida
a ese enigma que aloja
la razón que persistió en los años.

Sí, pero debe insistir y así arribar
al fulgor que guardan los espacios,
aun con ese idioma despojado
que aparece después de un parpadeo.

Pero ¿persiste aquello que realzó la vida
y luego se deshizo en el centro del alma
para sólo dejar las quejas de su rastro?

Impávida se queda la redondez
de tanta lejanía.
Impávido la pide cuando
el asombro tiembla en un mirar
de insoportable olvido.

Un siglo, decenios, un año, esta vida
se ocultaron marchitos
y él quedó en el instante
ignorándolo todo.

Hoy el mar lo embelesa.
El oleaje lo atrae.
Así posible fue vislumbrar lo perdido.


Noticias

Conserva la costumbre de pensar frente al mar
olvidando el corazón opaco de la tierra.

También goza la plácida caída de una lluvia
y cree que no existe otro mar como el que mira.

Se aleja lentamente pero vuelve al sentir
la furia del oleaje contra toscas y arenas.

Recompuesto ante el paso ligero de una brisa,
recibe el milagro de una imprevista calma.

Porque los años se volvieron otros
bajo este azul cenit tan leve como un sueño.


Vislumbre

No puede aún discernir con certeza
si esto es realidad o un engaño más
de un pretérito intento.

Ante tantas señales reunidas
y el incesante alboroto del mar
entró en él la imprevista nostalgia
de un feliz encuentro en un abril lejano
y revivió con pena un ruego inmerecido.

Hoy al cruzar un día de marítima calma
y libre ya de toda incógnita agresiva
siente una intacta imagen de los años
e imagina enternecido aquello
como si en ese instante sucediera.

Luego todo fue lleno de mar y sol y cielo
en el gualdo espesor de una mágica tarde
al mirar displicente los efímeros rastros
de titubeantes pasos dispersos por la playa.


...........Del libro Al mar dejo esta voz, Buenos Aires, noviembre 2010

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Hay que esperar cuando se está desesperado, y andar cuando se espera.
Gustave Flaubert

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Emilio Núñez Ferreiro

-Escritor de Barcelona, España. Reside en San Antonio de Padua, Buenos Aires, Argentina-

A las ocho en punto

Ya es la hora. Son más de treinta, todas a la espera. Escuchan que la persiana comienza a levantarse y la ansiedad les crece.
Aguardan en hilera, sobre el cable que alimenta de energía eléctrica al barrio. Se mueven un poco y varias miran hacia abajo.
La mujer del kiosco acaba de salir con el tacho lleno de maíz y la conmoción que las invade las obliga a revolotear entre una acera y otra.
Adela desparrama todo el contenido sobre el césped de la plaza y en tanto cruza la calle de regreso a su negocio, la avidez de las palomas se lanza a dar cuenta del desayuno cotidiano.
Otras, que desde el techo del cine parecían desinteresadas, acuden a la cita con más predisposición que las primeras.
Ese pedazo de plaza es un enjambre de plumas. La patota voraz, poco a poco, consume los puntitos rojos y el verde de la pastura regresa.
De pronto, la inocencia de un niño echa a correr por entre medio de ellas y una explosión de vida acontece, formando una nube oscura, que se diluye, en cuanto el niño se aleja.
Al rato, granos y aves desaparecen, dejando en la plaza un vacío fugaz, el que se ha de llenar mañana, a las ocho, exactamente, cuando Adela deje que entre el sol a su kiosco, al mismo tiempo que a la vuelta, los chicos ingresen a la Escuela, en el mismo instante que yo, sin que me importe la frialdad del banco de cemento, sentado en él, contemple nuevamente, la misma escena.


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Tienes más cualidades de lo que tú mismo crees; pero para saber si son de oro bueno las monedas, hay que hacerlas rodar, hacerlas circular. Gasta tu tesoro.
Gregorio Marañón

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Elsa Hufschmid

-Santa Fe, Argentina-

Hay un mago en mi vida


Saca de su galera,
con un suspiro,
un te quiero luminoso,
tres besos dulces y tibios
y su mágica varita
convierte la pena en sol.

No alcanzo a ver su sonrisa,
la esconde su timidez,
pero su luz me acaricia,
acompaña, fortalece.
Su solo decir hechiza.
Hay un mago en mi vida.
Lo trajo una suave brisa
y a mi lado se quedó.


Concierto

Un perfecto sexteto musical.
Cinco sentidos dando tonos,
a la entrega del placer por amor.

El oído
……acunado en palabras suaves.
El gusto
……halagado por sabores.
El olfato
……acariciado por los perfumes del cuerpo.
El tacto
……entibiado en el recorrido de piel estremecida.
La vista
……fijando contornos y declives.
El sexo
……dirigiendo con armonía.

Sin público, sin directores.
Solo dos participantes,
gozando acordes interminables.


Llora conmigo, vecino

Llora, vecino, llora,
Porque hemos perdido parte de nuestra historia, nuestros recuerdos,
Parte de nuestra esencia.
Estaba en papeles, cartas, fotos, documentos, muebles, libros, años de
trabajo.
Perdimos la belleza de nuestras flores, las mascotas compañeras.
Despide con dolor y rabia cada pedazo que amontonas en la calle.
No intentes desembarrar ese diccionario, ni el Martín Fierro,
ni aquel tonto primer poema a la luna.
Llora, vecino, te espera gran trabajo.
No volverá la emoción de mirar las fotos de tu boda,
la primera sonrisa de tu nieto, los rostros en sepia de tus abuelos.
Llora, las lágrimas salarán tus penas, pero darán fuerza a tu espíritu.
Y renaceremos.
Hoy el agua es enemiga sin culpa. Su sino es avanzar, pero también
enriquecer la tierra.
Guarda en su seno el mayor tesoro.
No la odies. Vuelve a la lucha. También es nuestro sino.
Estamos vivos.
No falta más.


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Llénate de ambición, ten el empeño, ten la más loca, la más alta mira. No temas ser espíritu, ser sueño, ser ilusión, ser ángel, ser mentira… la verdad es un molde, es un diseño, que rellena mejor quien más delira.
Pedro Bonifacio Palacios (Almafuerte)

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Raquel Piñeiro Mongiello

-Funes, Santa Fe, Argentina-

Vigilia de las horas

Pongo la nostalgia en el borde de mis dedos
y levemente encuentro la vigilia de las horas,
en el destino de mis inquietudes azules,
entonces desordenada de mi tablero cotidiano
subo escaleras y me pronuncio en sueños,
enfrento sombra y la desafío, veo sin embargo,
que algo espera en alguna parte
y eso sorprende, me llena de fantasías,
quema en el grito que no se dice,
sin embargo, está ahí, y quiere ser alguien,
yo me doy cuenta, porque sacude sus esperas
y se suelta, abre la boca y afina acordes,
mira sus idiomas y sin pensarlo,
se mete en el chapaleo de sus latidos.

……………………………………………Diciembre de 2011


Seduce como una fruta

Un tacto de sangre atora
mis sensaciones,
y las veo venir
entre venas ostentosas.
y las siento allí queriendo soltar amarras,
donde maderos siempre en reserva
no pueden sostener esa barca de utopías
y las toco allí donde quieren
no dar un salto al vacío,
ni quedarse entrampadas en el alma
y las persigo para ganarle al cuerpo
todo su ingesta insalubre,
hasta clavarme en la palabra que hoy escribo
y decir a ese sueño inconcluso que va y viene,
como en este simple deambular de nostalgias,
tantas señales te trajeron a mí,
desde la mirada que me inclina
a la frescura de ese amor que anda por mis silencios,
y aún marea y seduce como una fruta,
descabelladamente madura,
como un incendio embriagado
en el vértigo que deja suelta,
una tempestad de latidos.

…………………………………………Noviembre 30 de 2011


Horas sin plagio

Se estremece el ojo de la tarde,
cuando alguien anda arbolando
el canto de los ocres,
y mientras maduran
las últimas fogatas del verano,
algo anda tratando de explicar
como en el íntimo orden de un cuento,
el tiempo no sabía disimular sus apuros
ya había impulsos
y cartas de hojas
trayendo otoños…


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No es suficiente con sólo querer, te tienes que preguntar qué es lo que vas a hacer para obtener lo que deseas.
Franklin Roosevelt

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José Víctor Martínez Gil

-México-


La noticia detrás de la sonrisa

Todas las mañanas, cuando apenas asomaba la claridad del amanecer, ya estaba en pie aquel quiosco como una casa de colores llena de regalos. Y llena de los periódicos del día. Desde esa temprana hora, una que otra, y uno que otro cliente, pasaban presurosos para comprar el diario y saber qué había ocurrido el día anterior, aunque en realidad puede que ya lo supieran. Pero era el pretexto, la visita obligada para pasar por el quiosco, porque el hombre, que lo atendía desde hacía muchos años, les daba las mejores noticias para comenzar el día: la sonrisa entre pícara y tierna, la broma entre confiada y tímida, el gesto inocente, cariñoso y familiar. Los piropos a cuanta personita quedaba atrapada por sus ojos claros. Y sobre todo la sonrisa, que era la principal razón por la que todo el mundo pasaba por el quiosco, si no para comprar el diario, sí para comprar lo que fuera, con tal de encontrar el verdadero amanecer en el rostro de aquel hombre. Sin embargo, ese paso presuroso de todos, que se iban felices a sus destinos, no les daba “tiempo”. Porque aquél hombre era tan bueno que tampoco quería darles “tiempo”. Tiempo para detenerse un poco más, contemplarle, y conocer y descubrir que en cada una de sus sonrisas, se escondía en realidad, ocurriera lo que ocurriera, se sintiera como se sintiera él, la única buena noticia del día que era segura y que el hombre decidía: la de que todo el mundo se fuera, siempre, y por lo menos, con una sonrisa.


Le dan miedo los maullidos de los gatos

Era de madrugada. Lo primero que vio fueron cuatro rombos grisáceos, y percibió un sonido de fondo como el maullido de un gato. Un maullido extraño y largo.
Sus ojos y conciencia se aclararon.
Se hallaba en el cuarto donde dormía con sus cuatro hermanos. Los rombos grisáceos en la pared eran creados por la luz que se filtraba por la ventana y las cortinas desde la calle.
Parecía que sus hermanos dormían. Él sabía que no, que estaban despiertos, sin moverse, en silencio, fingiendo dormir igual que él.
El maullido continuaba, y no tenía claro de dónde provenía. Seguía mirando aquellos rombos que tomaron la forma de un rostro demoníaco. Un rostro que también lo atemorizaba y parecía mirar hacia el lugar de los aullidos.
Ese lugar era, al fondo, la cocina. Oyó la voz autoritaria de su padre: “Vas a asustar a tus hijos.” Y su razón definió el maullido.
Era el llanto de dolor de su madre, que lloraba por injusticia y desamparo, y a la que nunca antes había oído llorar como esa madrugada. Su madre que estaba mal. Muy desprotegida.
Desde aquella madrugada, le dan miedo y no le gustan los maullidos de los gatos.


Textos del libro La solidez de lo invisible, Colección Los Libros de las Gaviotas, otra dimensión de la Colección Gaviotas de Azogue. Número 4 / Cuentos hiperbreves y breves / Madrid / México D. F. / 2010

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¿Qué le da una persona a otra? Da de sí misma de lo más precioso que tiene, de su propia vida. Ello no significa necesariamente que sacrifica su vida por la otra, sino que da lo que está vivo en él: da de su alegría, de su interés, de su compresión, de su conocimiento, de su humor, de su tristeza, de todas las expresiones y manifestaciones de lo que está vivo en él.
Erich Fromm


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Aníbal Albornoz Ávila

-Poeta de La Rioja. Reside en Santa Cruz, Argentina-

Aroma de la perduración *

¿y qué es el mito?
¿Acaso es la piedra que habla?
¿Será la usanza del barro?
¿Es un sueño de guardar?

¿Qué es?
¿Es la raza del grano que habla
en las alturas?
¿Los rostros del tiempo?
¿Un polen?
¿Un sol a decir basta?
¿Una luna a mitad del corazón?
¿Las estrellas en el menguante
del rocío?
¿Qué será? Me aparezco preguntando,
con los siglos creciendo a mis espaldas.

¿Acaso es el tiempo de la eternidad
a voluntad de un pueblo?
¿Es el agua de la oralidad?
¿El mineral?
¿Será la morada de la aurora?
¿El cántaro de la sombra húmeda?
¿Una comida en la vida de la mesa?
¿Qué será?
¿Será acaso la obsidiana?
¿La madera del tarko?
¿Será un río?
¿La siembra?
¿La aridez?
¿Una siesta con sombrero?
¿Acaso el cereal decapitado?
¿Un volcán?
¿Una montaña acaso?
¿Qué es? Me aparezco preguntando.

Y lo que se sepultó en el viento,
animal y anchura, me dice:
¡Divinidades!

Es entonces que me aprieto el alma
con el aroma de la perduración.

...................... * Poema musicalizado por Ramón Navarro (h)

………. * * *

Escena de Óleo de una flor torrencial
Canta Caetano Veloso, Capullito de alelí

Michelle: (Interrumpiendo mohína) ¿Y mi propósito? Llegué a esta cama sin querer…
Frida: Yo también llegué a estas sábanas sin querer. ¿Cómo se llamaba esa canción que tanto me gustó?
Michelle: Jamás lo supe. Cuando la canto vuelan ideas por mi pensamiento. Eso no me ocurre con otras.
Frida: ¿Era yo la depositaria? (Con alegría) Tus ojos me miraban con ese americanísimo…murmullo. Escuchaba tu canto y oía tus ojos. (Acercando la cabeza de Michelle con suavidad) Déjeme que la peine… que cepille ese cabello de ángel… (Pensativa) ¡Ah, recuerdo que tañía tu sangre indisimuladamente!
Michelle: Hablemos entonces de nuestros propósitos.
Frida: Adivine, niñina.
Michelle: ¿Qué cosa?
Frida: Cual será el primer propósito.
Michelle: ¿Lo ha decidido?
Frida: (Con una sonrisa) Pueden ser las dos al mismo tiempo. Para qué invalidar una u otra.
Golpean las palmas de sus manos en una acción de acuerdo.
Michelle: Bien pensado. Lo que no entiendo es el dibujo en mi rostro…
Frida: Una flor… (Dibuja en el aire) Una flor.
Michelle: ¿Pensó eso? ¿Una flor?
Frida: Que baje desde sus pómulos como un rayo…
Michelle: O un torrente.
Frida: Es cierto, una flor torrencial.
Michelle: ¿Morirá? ¿Se marchitará? ¿Envejecerá?
Frida: Adivine…


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Quien no vive de algún modo para los demás, tampoco vive para sí mismo.
Michel de Montaigne

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Daniela Wallffiguer

-Santiago, Chile-

Yo me comprometo,
Y me comprometo!

Siempre y cuando
Tu soledad duela tanto como la mía
Y ya lleves mil noches sin hacer el amor,
Y recuerdes amargamente un cariño malo de vez en cuando,
Yo me comprometo,
Y me comprometo!
A aceptar tu madurez que cuelga bajo la ingle,
La intolerancia detrás de cada tosecita,
El calor violento de una juventud combativa,
Esa que con vino y vodka
Se aplaca,
Pero no se acalla.
Que pasan los años,
Pero tus ojos lascivos,
Miran intensamente
Las piernas suaves
Que aún me acompañan.
Me comprometo,
A baliar en las noches de angustia eterna,
Para juntar sentido cuando ya no lo exista.
Me comprometo!
A dar confianza entre una luz de una vida resuelta,
A cambio de tangos tristes
Cargados de pasión insatisfecha.
Quizás cuantas noches seguras despreciaste
A cambio de esta incerteza digna,
La verdad es que está al alcance,
Pero son pocos los que cruzan el río
Sin importar la asonada
Que viene cuando se sigue el deseo.
Se deseó ese instante,
Y quedó entre pasillos,
La experiencia rica de ser admirado
Eternamente
Bajo faldas más y más
Juveniles.


insomnio I

y el suelo nocturno sudado de suelas cansadas,
testigo de múltiples historias contadas
ninguna vez.
la naturaleza de una quietud letal,
aguantando siempre la exhalación,
cuando experimenta sordos pasajes del alma.
uno que otro grito áspero,
que es alcanzado por un aullido
y otro,
mientras,
desvelada en mi cama
pienso, en qué historia amable-furtiva-fugaz
se cree la primogénita.


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Quien con monstruos lucha cuide de convertirse a su vez en monstruo. Cuando miras largo tiempo a un abismo, el abismo también mira dentro de ti.
Friedrich Nietzsche

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Ester Vallbona

-España-

Anuncios Inclasificables


- Se ofrece por no usar amor a medio fraguar. Desgaste medio. En buen estado. Si lo prueba, se lo queda. Garantizado.
- Se busca mirada perdida. Fue vista por última vez una tarde de otoño, siguiendo el vuelo de las hojas del parque. Se recompensará a quien pueda dar algún tipo de información.
- Vendo sombra o cambio por algo que me interese. Carácter algo rebelde, pero noble. Pedigrí demostrable.
- Regalo por no poder atender lote de miradas esquivas. Vendo a juego caja con llave y candado para tenerlas a buen recaudo.
- Por mudanza del corazón, vendo a peso cartas de amor. Buena calidad de papel. Aptas para reciclar recuerdos, lágrimas y momentos que ya no volverán. Precio negociable.
- Busco aprendiz de duende para jornada navideña. Imprescindible buenos propósitos y transporte propio.
- Regalo por no volver a usar paracaídas abierto, casco abollado y avioneta con pequeño golpe. Recomiendo leer antes atentamente las “Instrucciones para llegar con éxito a tu corazón”. Interesados pueden visitarme en el hospital. Se aceptan bombones.
- Urge airbag para mi corazón.
- Cambio margarita deshojada por paraguas roto. Regalo cajita con pétalos de recambio.
- ¡Aviso urgente! Se ha fugado una nota del conservatorio donde estaba interna. Fue vista por última vez en un pasillo del metro, de la mano de un músico ambulante. Si alguien conoce su paradero, por favor, díganle que sus hermanas, aunque nos deja totalmente desafinadas, nos alegramos por ella y le deseamos lo mejor.
- Busco gps que me guíe hasta tu corazón.
- Por jubilación, poeta cambia musa por sudoku.
- El pasado sábado me robaron el corazón en plena calle. Busco testigo del suceso.
- Se busca tiempo perdido.
- Intercambio saco de buenos propósitos por una sola promesa cumplida.
- Aprendiz de poeta busca inspiración. No importa estado.
- Recién salido del armario lo cambia por cama para celebrarlo.
- Regalo puerta de mi casa por no usar. Está siempre abierta para ti.
- Indeciso busca moneda de dos caras, o de dos cruces, o…, bueno, no sé, para no tener que tomar decisiones.
- Busco esperanza para caja de Pandora abierta.
- Poeta nostálgico cambia pc por pluma de ave.
- Regalo lote de sueños hermosos por no saber con quién compartirlos.
- Cambio día nublado por una mirada amiga.
- Busco reloj que atrase para alargar nuestras citas.
- Cambio libro de astronomía por estrella fugaz.
- Busco recuerdos perdidos para llenar memoria en blanco.
- Busco nave espacial económica para convertirme en tu satélite.
- Náufrago busca botella de vidrio reciclado para mandar mensaje de amor. Indispensable tapón de corcho.
- Perdida pajarita de papel. Se recompensará. No lleva chip.
- Por suspensión de pagos, empresa recicla talonarios de cheques sin fondos.
- Criador de palomas ofrece ejemplares adultos a gobiernos de todo el mundo. Se acompañan de ramita de olivo. Sin garantía de éxito.


Texto tomado del blog de la autora:
http://www-laletraescarlata.blogspot.com

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Si te dan un papel pautado, escribe por detrás.
Juan Ramón Jiménez

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Jaime Icho Kozak

-Madrid, España-

Esquina solitaria

Ella me llamó.

Le dije que nos encontráramos
donde el invierno posa
ráfagas de aguacero,
inunda jirones en torno a mis pies
en la esquina de una calle solitaria.

Sería a la hora en que la mañana
toma tenues aromas rancios de aserrín pisoteado.
En máscaras que los relojes reinician
en terraplenes dormidos, mientras alzo mis brazos
al grito de tripas envueltas en caricaturas de periódicos
rozando el límite de vidas imaginadas.

Promesas de sueños y alianzas de amores,
como pájaros y bocanadas entre nubes.

La besaría, entre puertas abiertas
bajo vestiduras flotantes,
ésas que te miran y no te reconocen.

Me acercaré disimulando distintas apariencias,
con párpados hundidos entre bambalinas.

La atmósfera nocturna nos envolverá
sobre altas vertientes en caída,
ocultando la vigilia en cuartos de alquiler.

Vibrarán historias que acechan
relatos de triunfos dirigiendo la marcha
y sus besos, estarán escondidos
donde guardan el llamador sutil de la magia,
viejas gentes del mar.

Sus ojos, traerán las monedas del destino,
como si se tratara de esfinges, esperando
el ángulo de salas violetas del visillo de su alma.

Entretanto, me diluyo detrás de manzanas
en la pequeña casa que nos acoge,
persuadido de lo inútil de ciertos hábitos
pisoteados en calles luminosas,
al borde de lo imaginado
en el encuentro de nuestros cuerpos
adhiriéndose a mi voz,
desandando silencios.


Verano en Madrid

Verano en Madrid,
sofoco y plenitud
atravesando
pantorrillas de la tarde,
es lo que tengo por delante
para que la nueva estación
figure al alcance de mi mano.

En ese itinerario cambio décadas,
solvento presencias inexplicables
y dejo sobreseída, mi madurez
extraviada en enormes disfraces.

Quiere hablar sin máscaras,
sin grabadoras,
con lazos de suerte rústica
que nos lleven a bocas y tormentas.

Siempre te atrajo el brillo cambiante del mundo,
el desamparo de los hambrientos
y el revés, hipócrita,
de vampiros
sobre la leche roja de ballenatos.

Y te escuecen el alma,
joyas del tiempo
sin otra sed que tu memoria.

Mientras, el coro de faunos lascivos
se entrega a fuegos artificiales
sobre lechos de mares misteriosos,
y un lento idioma indomable,
como posible dialogo de dioses,
recupera huéspedes en burdeles de olvido.


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El valor de un sentimiento se mide por la cantidad de sacrificio que estás preparado a hacer por él.
John Galsworthy

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Irene Marks

-Buenos Aires, Argentina-

La estrella habla

Que los ojos del corazón difundan la semilla que es el águila blanca
Espadas que se agitan en la raíz del verde: la gran ola de pan
nos visitaba, entonces fue la luz y el infinito pájaro gozoso,
entonces fue tu sangre en el milagro, el corazón de la caída: los
ojos tienen ojos.
(circulaban las flores por tus venas- manantiales de estrellas
con un filo de sombras. Caudales que dolían en la fruta tribal
donde tu voz mordía las raíces del tiempo – porque cayó el
edén y fue la tierra de cemento y metal – y cayó la palmera y
fue la casa turbia, la pared asesina)
De lejos llega el mar, marejada de peces moribundos alimenta
tus ojos, corazón de la Estrella, roce de inmenso sol entre las noches.

“Yo soy la luz que llega de los túneles, el ángel de alas nuevas,
la sagrada vertiente de la sangre del Mundo, la magnética voz
del derribado que nunca morirá, soy música y palpito debajo de
tu carne la fuerza que construye señales para el creciente edén
sobre la Tierra. Y el Universo fluye por la espalda del día, por
las costillas lentas de la noche, como agua indetenible, explosión
del asombro”.


Ongamira: palabras de la roca

Las palabras de la roca son
………………LEVA MANJÁ
Y hay una apertura triangular
y allí penetra el río
y se entra en la cueva:
se ve llegar la sombra que conduce la barca
y allí arrojan las blanquísimas flores
para la travesía:
………………LEVA MANJÁ
Soy el barquero y la sombra, penetro, estalla la luz.
Arcos Cegantes – La otra zona es una montaña de grandes
dedos de Sol por detrás de la cueva
………………LEVA MANJÁ
Y tuve que partir cuando estallaba la luz – trozos de luz sólida como dedos del cielo.
Por detrás de la cueva, por el río se llega a la zona de los Colosos
y los Templos Inconmensurables, donde el aire
canta con sonido de estrellas aún al mediodía.


…………Poemas del libro Origen, Ediciones Patagonia, 2009

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Lo más difícil de aprender en la vida es qué puente hay que cruzar y qué puente hay que quemar.
Bertrand Russell

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Ada Inés Lerner

-Ituzaingó, Buenos Aires, Argentina-

El refugiado

Confundidos por el polvo del desierto, sus ojos como barcos muertos ya no distinguen el borde del abismo, ni el sendero escarpado, ni una piedra del animal rastrero.
Huye porque sí, ya no pregunta por la libertad posible, no busca la fuente para su sed, ni responde por su dios que lo aturde con el silencio.
En el miedo secular que lo inunda, percibe la sinrazón en la sabana amarillenta, estéril, más allá de una frontera cualquiera, no importa dónde, para él será igual.
No oye los susurros ni los gritos.
Su cuerpo es un pájaro pesado, torpe, no recuerda en que árbol perdió su nido, sólo puede seguir y seguir y tropezar con esqueletos de bestias sedientas.
No puede detener el paso, menos yacer en paz. Gime de sed el niño sobre sus hombros lacerados, le exige seguir, errante peregrino.
Cuando cae, sus huellas ya estaban borradas…


El ataúd usado

Después de discurrir largamente, mi hermano Simón decide que no es inconveniente que yo comparta el ataúd con el tío Ismael (fallecido allá lejos y hace tiempo).
Dice Simón a la familia: es notable la diferencia de precio e ínfima la posibilidad de que, con el tiempo, la comunidad sospeche un incesto.
La funeraria (el dueño es gentil) le ha ofrecido cremación y urna por un precio más conveniente y Simón - que ha extraviado los preceptos de la religión - aceptó.
A partir de ese treinta de abril comparto una vasija mortuoria con Ismael, judío liberal y viudo de primeras nupcias; se trata de un hombre desconocido para mí; eso es lo que a juicio de Simón evita los comentarios maledicientes y además - adujo - no puede ser atrevida tamaña cercanía con alguien que me lleva casi doscientos años.


De cuando Aurora aprendió a rezar

Y fue así que el Tirifilo Gadea aprendió con su tata el oficio de cuidador del santuario. Desde que se le legara dicho cargo, con prebendas y autoridad, el Tirifilo no ha descansado hasta dotar al santito de todo lo mejor.
En principio declaró su devoción a cuanto cristiano se le cruzara; también se hizo tatuar la imagen venerada en lugar bien visible. Ya debidamente identificado, buscó al mejor imaginario de la comarca. Lo encontró recluido por perpetua, pero eso no lo arredró.
- No era cuestión de achicarse, ¿ha visto?
Y lo contrató.
El asunto es que el Tirifilo llevaba termo y mate al corral y mientras ordeñaba a la Aurora, en momentos de concentración especial, le pedía al santito por el artesano preso. Promesando al santo logró la libertad del condenado.
Tanta devoción alejaba a las chinas de su rancho de corteza de urunday. A las mujeres no les gusta la competencia en las sinrazones de la fe, como a los hombres en las razones del poder.
Una mañana el Tirifilo escuchó el silbido de las almitas que, como todos los del oficio saben, es señal de peligro: en efecto, la creciente amenazaba el rancho del susodicho y el santuario del protector. Una vez más, el cuidador y el santo, debieron huir por la orillita del camino:
- Hasta l'Aurora aprendió a rezar, pa’ no ser menos, ¿ha visto?


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Todas las cosas buenas son nuestras; ya el alma no necesita del cuerpo más que lo que el propio cuerpo necesita del alma.
Robert Browning

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Graciela Pernasetti

-Catamarca, Argentina-

Ver

Tengo dudas
lo que no tengo es valor
ella está ahí
la pura e inmaculada Verdad
y no me atrevo a mirarla.


Se despierta

un día con furia
y un nudo en la garganta
llora
recuerda llorando
escribe llorando
falta a la reunión familiar
cambia de ropa
desfachatada
lee a Girri ::: patas arriba
y dice: “quien habla no está muerto”.


Sin equipaje

Ella avanza en monopatín
llueve
las calles están anegadas
el monopatín se desliza
raudamente sobre el agua.

Va tranquila
liviana
feliz
ha dejado atrás
su valija pesada.

Llega a su guarida
estaciona su monopatín
entra al baño
mirándose al espejo dice:
la vida tiene un camino...


Rosario

La tumba reveló el secreto,
ella ya estaba muerta
para seguir ocultando.

La nieve no pudo taparlo ese día
en medio de la cortina de copos
Rosario descubrió la foto
y supo el nombre de su padre.

La parca fue su aliada
la amiga que le enseñó el camino
que la vieja con su muerte
dejaba despejado.

Rosario está serena
se ha puesto muy bonita
cuando sale en bici
mira el colorado de la puesta del sol
tras el cerro de la costa
y se deja estar soñando
en Alpamicuna.


…………Poemas del libro Sol Alto, Ediciones del Dock, diciembre 2011

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Somos la memoria que tenemos y la responsabilidad que asumimos. Sin memoria no existimos y sin responsabilidad quizá no merezcamos existir.
José Saramago

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Milagros Salvador

-Madrid, España-

Me cruzo con tus ojos

Nace el color como la aurora nace,
en un parto de luz, rosa, violeta,
la llama horizontal que busca el cielo.
Me cruzo con tus ojos, anónimos, perdidos,
con tu mirada sola,
y por la calle cuando pasas con tu crespón oscuro
me hieren las preguntas lo mismo que cilicios
que asesinan la carne.
El mundo es más pequeño
cuando se ignora la voz que no se anuncia,
y envenenado de alfileres
se oculta la salida.
La rabia se ha prendido en mi garganta,
y entonces yo siento que me llamo
todos los nombres de mujer.


Estos cansados versos

………………………………………A Mariana Pineda

Estos cansados versos que dedico,
que la vida no sé si se merece,
bordados de palabras,
con agujas que cuida los perfiles
de flores y de sombras,
en este bastidor, redondo y sin salida.
Estos cansados versos,
mujer que llevo dentro, frente a frente,
son tus ojos abiertos como corolas en abril,
un arco en tus pupilas dibujó el desengaño
en el feroz instante marcado como un crimen.
No hubo pañuelos blancos de los viejos amigos,
ni un vuelo de palomas quiso anunciar tu muerte,
ni las lágrimas nobles
encontraron permiso a su dolor.
Estos cansados versos envejecen
cubiertos de vergüenza por los hijos malditos,
de aquel tiempo maldito,
entre pequeños soles que relucen
en los pechos cobardes.


Casas de muñecas

Fue nuestra casa de muñecas
edículo sin nombre
que marcó la inocencia,
realidad diminuta
de horizonte pequeño.
Y fue donde aprendimos
a conocer el mundo
tan cercano a los ojos,
la ternura mecida
que anidaba en los brazos,
como brújula quieta
apuntando hacia el norte
de la maternidad.


Alma de segunda

Lo dijeron los sabios en las lenguas más cultas,
el Papa de dorado protocolo
con el verbo infalible que triunfó en los concilios,
los santos y doctores de la iglesia
con su pluma castísima,
los jueces que aplicaban las leyes más injustas
y los profetas que inspiraron los libros más antiguos.
Por lo que se conoce,
nunca bajó Dios Padre a decir lo contrario.


………Del libro Habitando la sombra, Huerga y Fierro editores, 2006

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Recibe este rostro mío, mudo, mendigo. Recibe este amor que te pido. Recibe lo que hay en mí que eres tú.
Alejandra Pizarnik

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Leonardo Zapata

-La Habana, Cuba-

1/
(los derechos de mi hijo)

-hijo mío, por un momento deseo mirar por tus ojos el Mundo y estoy seguro que la primera respuesta mía a todas tus inocencias sería: que el hombre nunca ha querido crecer y es por eso la altura aparente de los edificios, el largo exagerado de las autopistas cuando somos muy pocos los que sabemos viajar muy lejos, la falsa valentía autopropulsada para saltar con artefactos millonarios hasta la Luna a pesar de la falsa dignidad que nos falta para visitar más a menudo a un amigo enfermo, lo rápido que manejamos por la Vida cuando realmente todos estamos cerca, -o lo peor- que nos pasamos los siglos preguntándonos el cómo poder vivir en el planeta Marte menos en reconsiderar el derecho de la niñez a una familia unida y feliz, sin conflictos, agresiones, fumadores, adictos, alcohólicos, violencia, sin las preocupaciones sobre cómo multiplicar cada día más los ingresos económicos en vez de reconcentrarnos más en- ¿cómo tú hijo mío? poder enseñarte y educarte bien, porque tú eres el único tesoro verdadero sin haberme costado un centavo, porque tus manos aunque todavía muy pequeñas ya le transmiten a las mías: Luz y Amor;

-por un momento hijo mío quisiera arreglarte el Mundo de hoy pero como yo solo no puedo, para mí la única conquista nuclear sería: saber de una vez y por todas conquistar tu alma, aprender a convivir juntos para toda la vida, prometernos reír más con todo el corazón y menos con las circunstancias atenuantes y que solamente existirán dos verdades en la vida: tú verdad y mi verdad, y que a pesar de que tomará mucho tiempo llegar a la persona que tu padre desea que tú seas, será más fácil amarnos que esperar, porque juntos podremos lograr muchas más cosas de las que podríamos alcanzar separados, y que aunque tengamos opiniones totalmente diferentes, siempre seremos personas honestas porque todos somos responsables de nuestros sueños, porque existirán en nuestras vidas personas que nos amarán mucho aunque no sepan cómo expresarlo, y porque al final de la vida te darás cuenta que las únicas cosas valiosas siempre seremos: tú y yo;

-hijo mío, deseo en estos momentos que tú en tu carácter de infante junto a los demás niños del Mundo, sean la voz de una nueva declaración para los derechos de los niños, mientras amenaza el desenfreno de la desigualdad mundial, desde la propia memoria con que tu mano dibuja soles, mares y campos verdes, -hijo mío, tacharas las formulas inservibles y tu cabeza acalorada de preguntas ayudará a otros niños a producir muchos libros, apoyado en mi mano donde se te da la verdadera confianza, te acompañaré hacia los demás amigos que nunca te conocieron, pero aunque yo (por mucho) que se te parezca a un abrazo de gigante, te doy como regalo todo el derecho a una nacionalidad y que sólo podría ser quién mejor sino: el Afecto y el Amor.


Del libro Esos locos bajitos… (título escogido de una canción de Joan Manuel Serrat)

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Hay amores en los que el mundo no te basta, falta un pasito.
Vladimir Holan

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María Alicia Esain

-Navarro, Buenos Aires, Argentina-

Rutina

Necesito un otoño que me salve
de la cruda aflicción de este verano,
de la cruel humedad de los mosquitos,
de saber del invierno interminable.

En la olla del almuerzo hay un reclamo,
su injusticia no entiende de poesía.
Habrá que abandonar verso y poema
por la angustia del vapor en rebeldía.

……………………………………………………11/03/12


La última noche de Dorrego

Angustia de glicina,
dolor de la gramilla,
la boca del fusil
que espera y calla…
La hora es la señal
que aguarda entre los talas.
¿Habrá lunas y estrellas
o quizás la tormenta
anuncie el desatino?
Las dudas en creciente,
la Patria que se espanta,
memorias del amor…
Un patio y un aljibe,
el crimen sin olvido
el pueblo y la traición…

………………………………………04/02/12

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No fracasa en este mundo quien le haga a otro más llevadera su carga.
Charles Dickens

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María Alicia del Rosario Gómez

-Goya, Corrientes, Argentina-

Amistad

Anoche… al saber de tus lágrimas
Fui quien deseo ser por siempre
La luz que en las penumbras brille eterna
Sin lástima. Sin lujuria
Necesaria piedad que siempre abarque
en su justa medida, cada muerte…
Anoche fui
Quien deseo ser por siempre
Tomé, en transparencias, nuestro lazo
-diálogo de la piel en coincidencias-
Nueva herida. Simbólica atadura
¡Nudo de amor que expone nervaduras!
Anoche, nuestra amistad
-inaugural poema-
Se descubrió en tu llanto.
Trasvasó la medida de tu pena…


Canto a mi padre

Cada mano es una vida, reflejada en sus venas
Y al pensar en mi vida compartida con vos:
Mi papá, mi refugio, relicario de niña
Y si fuera una mano ¡Es tan pequeña la mía!
De apenas cinco años y seis latidos suaves
Que sólo en treinta días
¡Morían a otros treinta al saber que no estabas!
Transitando mis sendas me fabricaste duendes
Asida a tu recuerdo sostuve mis derrumbes
Cada latido significó tu ausencia, mes a mes.
La misma ausencia que la memoria grita
Cuando hilvana mis canas, con igual añoranza.
Tus fuertes brazos levantándome en andas
Tus grandes manos calcándome un buen chirlo
Añoranzas que me hablan también de tu dulzura
Cuando el paseo sabio
Imponía a las siestas, dándome tu ternura.
El cielo se agiganta en mi corazón dormido
Me dicta tus abrazos y hoy entiendo tus chirlos…
Papá de mi niñez ¡Papá de mis angustias!
Hoy la vida me ha dado estos dones sagrados
Dones que me engalanan al brindar en palabras
¡Y grito tu presencia, al levantar la copa que te imagina vivo!
Aspiro tus aromas de hombre envejecido
Y acurruco los míos…
Y sacudo añoranzas, porque tú estás conmigo.

………………………………………………………19-6-2011


Hoy no

Hoy no me juzgues…
No maltrates este día nuestro amor
Sólo piénsame, admírame, y bésame…
Que si me dieras el regalo de tus ojos
La licencia de tu pensamiento
La sabrosura de cautivarte tanto
y el secreto deleite de tus besos…
Yo te daría mi vida
Hoy no me juzgues…
Quiero ser la princesa de tu cuento
Que tú seas quien me despierte en besos
Quiero adueñarme de tu pensamiento
Y ser tu maja desnuda en este encuentro
Que si me dieras la dicha de tenerte
Yo te daría mi vida, sin juzgarte
Que si mi cuerpo desnudo te estrechara
Sentirías el amor, en dicha plena…
Quiero ser la bandera que en los barcos
Denuncie nuestro amor a cuatro vientos
Y deseo tenerte, simplemente,
Para encallar unidos, en el barro.


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Nunca es tarde para el arrepentimiento y la reparación.
Charles Dickens

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Cristina Villanueva

-Buenos Aires, Argentina-

Deseos

Quisiera ser fiesta, una guirnalda de flores rojas que encienda las mañanas. Mesa con manteles blancos. Mar que acune. Lluvia que limpie. Una negra bahiana que bambolea en su cuerpo la música del mundo y guarda esencias en el escote. Puntillas, filigranas, agujeritos para espiar. Una voz para contar cómo se viaja a Itaca en el borde del poema. Quisiera ser telas, seda para las caricias, terciopelo para el roce casual, la compleja trama del brocato. Una carta. Selva con techo de hojas, la luz que se filtra, el rumor de los insectos, flor abierta y...
“descansar en la penumbra”


Fiesta de disfraces

Del vestido negro que abrazaba su cuerpo de mujer y lo realzaba, surgían unas enormes alas blancas…
El especial misterio del contraste apasionó a Superman. Volaron, cuando volvieron a la tierra ella se sacó las alas y él el traje con la sinuosa brillantez de la ese. Tuvieron miedo a la desilusión del otro y se alejaron.
Sin embargo sobre la alfombra los pedacitos de cielo brillaban.


Tapices

Los árboles se vuelcan en un río verde, ella nada en el follaje líquido, mientras una fibra de luz le adorna de alegría el pecho, cómo no sabe si mañana habrá otro, lo recibe, se esconde en su tibieza. Ese antiguo juego con el que se aprende a perder y a recuperar. Esconderse y aparecer como el día, como la vida.
Siempre lo nuevo como una joya, resplandeciente y temerosa.
La lluvia dejó sembrada su vereda de pequeñas flores aliladas, por primera vez le ganan a la invasión de todas las publicidades. Guarda en su mirada el tapiz enhebrado de flores caídas, una fiesta de palabras y el dorado ruido del último sol alborotando el pecho.


El Placer Rebelde

Estaba mirando varios libros de Luisa Valenzuela, entre otros el Placer Rebelde, antologado por Guillermo Saavedra, en una librería de Palermo, reclinada en un diván. Como nos cuenta Barthes, el placer del texto es el que nos hace levantar la cabeza del libro y volcar la lectura en el torrente de nuestras asociaciones vitales. Cuando lo hago, veo en la pared una frase de Luisa que nunca antes había visto. De todo esto importa la interpretación más que el hecho. Le otorgo el sentido de una travesura, un juego, una metáfora de la abierta escritura por donde transitan el erotismo, la libertad, el cuerpo, las relaciones de los géneros, el poder y el placer aún hablando del dolor. El placer está presente incluso en el relato de la desgarradora realidad argentina del tiempo de la dictadura. Es el placer de la sorpresiva puerta abierta. Hay algo de diversión, como divergencia sobre todo lo establecido, en la mirada de la autora sobre la realidad y en su misma postura corporal…


La inteligencia oculta

Poco hacía falta para ponerlo fuera de sí.
Ningún cuchillo servía para cortar la comida. Empezó con la violencia da las palabras: incompetente, tonta.
Luego se abalanzó con una gran cuchilla a la seda del cuello. Fue imposible lastimarla y desistió.


Botánica del tacto

Las flores amarillas largas como brazos, rodean la nuca del aire, se mueven con cierta languidez, suaves, sensuales, envueltas en verdes, como joyas de la tarde que se va.
Uma me dice "ya viene la noche". En la nueva mañana, si es que puedo, seguiré las caricias envolventes, cascadas de pétalos para tocar el aire. Para aprender de la inteligencia de las flores la morosa, libre cualidad de ese abrazo.


Textos tomados de Inventiva Social, publicación editada y dirigida por Eduardo Coiro, Buenos Aires (Argentina)
http://www.inventivasocial.blogspot.com

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El único misterio del universo es que exista un misterio del universo.
Fernando Pessoa

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Antonio Arroyo Silva

-Canarias, España-

IV

La miseria es posible que calle un día de estos
y balbucir la oigamos su último desaire.
Habrá un yerbajo azul de tristeza después de sus maitines
y una viuda alegría fingirá estar triste
cuando llegue al fondaje su piel de hojas secas

O es posible que caiga
de los huérfanos rotos un saco de vacío.
Ay, la miseria póstuma
que da pan al sediento para que sienta hambre.

¿Quién pudiera tener
los hilos de tu araña para romperlos todos?


V

Zapato que no cabe en la calle del verso
clavo en la suela pero tal vez el verso es el zapato
y decirlo el cristal quiebre el dedo del pie
zapatazo o certeza que no cabe en esa incertidumbre

pararse en lo descalzo de la noche el cordaje y el cuero
donde las piernas pliegan lo andado a lo pensado
y salirse del giro a llenar orfandades
el callo inquisitivo

Zapato desterrado a otro llano sin llamas
donde la muerte llega a buscar su pellejo
y encuentra las narices dispersas por la calle
al fémur adheridas como oliendo el vacío


VI

Tejedor Leocadio entre la jauría de lobos sin banderas
A buscar esa sombra de un aullido el aceite de los barcos celestes
en el lomo se posa del concierto inconcluso
a la sazón bajando como abejas del tímpano
a una desolación de bárbaros andamios sobre la yerba impura

Esta vez el noray ignoró una bandada en espera
el vuelo incesante de las amapolas y el engaño azul de la infiel benzedrina
Esta vez no quisiste dormir otro sueño más allá de aquél que no existe
con las alas truncadas por marasmos de perros callejeros
Su estertor de cabinas y alféizares que incitan muchedumbre de peces
fue cazar al cetáceo que aloja tu ausencia milenaria

No encontraste el declive del oro sobre los muros del muelle
La muerte fue una efímera senda que huyó de los calendarios
y una noche en el párpado que encendía pespuntes
en la infancia de Gelman

El llamado del mar envasado al vacío va dejando cartones
impresos en las uvas del labio transcendido
a una voz que le teme a la lluvia de sí

El llamado del mar el no invitado a la vida el desterrado
al cantero de nadie el que iba a volar y chocó contra el muro
con un cuervo esperando su habitación kafkiana
el reo que encerró al alcaide del lenguaje a este lado de la horca
y creyó marchitar el asfódelo que William Carlos
plantó en el infierno de Dante cuando dormía al raso
y soltaba los óbolos en el río de sus venas
para llegar callado a la Estigia del verso

Tejedor Leocadio Ortega tu ortiga en el caletre asombrado
realidad urticaria que piensa y no transcurre
por la piel de penélopes que tejen horizontes sin hilos de otra orilla
o arañas que destejen el tapiz de lo andado
Guerrero que llegaste de tu atroz singladura
con un arco astillado sin presentar batalla


……………………............……………………Poemas de Casi luz

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Aprender sin reflexionar es malgastar la energía.
Confucio

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Cris Fernández

-La Pampa, Argentina-

.................Visión de Egipto

Amanecer en vuelo

Alborea.
Ya se adelgazan las sombras.
Hay un atisbo
trémulo y rosado
por sobre el horizonte.
Unas nubes livianas
corriendo con el viento.

Amanece.
El sol crece veloz.
El áureo disco irrumpe
sobre un borde grisáceo.
Y la luz se derrama
Sin pausa … incontenible …

Y yo aquí.
En sobrevuelo de nubes.
Casi parte del aire.
Absorta espectadora
del milagro.


Luxor

Acaso los fantasmas
de viejos faraones
aún naveguen
desde Karnak a Luxor
reviviendo antiguas ceremonias.

Acaso este viento
del olvido me trae
sus voces incorpóreas
sus dolidos lamentos
de tiempo perimidos.

Cae el ocaso impiadoso …

De sus templos
-hoy ruinas-
sólo quedan vestigios
que la arena moldea
sin descanso
mientras corren los siglos.

Una luna creciente
se desmaya en el Nilo.
Ya se acallan las voces.
El silencio me abraza
mientras fluyo
en el río …


Valle de los Reyes

Las colinas se alzan
blanquecinas … desnudas …
Pétreos brazos
que guardan a la muerte …

Horadan sus entrañas
viejas tumbas reales
……………hoy vacías
Las gastadas paredes
son memoria imperfecta
…………y desteñida
de las regias hazañas.

Pétreos muros
que abrazan a la muerte …

La riqueza perdida,
los fatuos oropeles
de antiguos faraones
……………Todo es polvo y arena

Y nosotros … foráneos …
Somos apenas
miríadas de insectos
que profanan a diario
su silencio


Poemas tomados de Letras en el andén, publicación literaria dirigida y editada por la autora, desde La Pampa (Argentina)
http://www.letrasenelanden.blogspot.com.ar/

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No estabas allí al principio. Tampoco estabas allí al final… Tu conocimiento de lo que está pasando sólo puede ser superficial y relativo.
William Burroughs

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Blanca Salcedo

-Formosa, Argentina-

Cine


No puede ser.

Llegar a este centro, con tantas salas, correr de una a otra escondiéndome de los encargados. Sin dinero. Absorbiendo rostros, paisajes… imagen tras imagen. Huir de ese guardia empecinado y encontrar esta salita detrás de los baños. Sola. Poder mirar la película sin que nadie me moleste. Y esto… no puede ser

Todas las imágenes se compactan y no me dejan, avanzan hacia mí. Ahí están mi marido y mi hijo. Y suenan las sirenas. Canto para que no me llegue el sonido del celular. Pero siguen. Ahora corren, disparan… y grito pero el ruido me aprieta contra la butaca… También estoy en el asiento ceñido, apretando a mi hijo lleno de sangre, mirando a mi esposo quebrado contra el asfalto. Y ese personaje que soy, grita y llora, lanza alaridos y se queda quieta, como si estuviera tan muerta como los otros dos, en tanto suenan otros gritos y un montón de extraños van y vienen, observando. Sus miradas tienen la voracidad de los vampiros.

Voy a salir corriendo… voy a salir. Sólo que me duele tanto el pecho, me ahoga un líquido metálico. Y estoy paralizada mientras la mujer de la pantalla abraza a un niño y escupe sangre. Sigo mirando y trato de recordar… no puede ser.

El patético personaje se retuerce sobre su hijo y va cayendo, despacio, en cámara lenta. Se dobla dolorosamente, muere mientras grita o algo así. Entonces recuerdo y me doy cuenta que no hay salas detrás de los baños, que no soy más que yo, repitiéndome, la que está muriendo en alguna parte. Muriéndome… por fin.


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Es cierto que las más violentas pasiones pueden convertirse en sus extremos opuestos en un tiempo increíblemente breve, por los medios más imprevisibles.
Charles Maturin

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Juan Antonio Borges

-Malvinas Argentinas, Buenos Aires, Argentina-

Voy a tu encuentro


voy a tu encuentro en medio de la noche
y me rodean los pájaros
como un lobo indefenso me ato a tu cabellera
hasta regarme con tu latido
seguramente el mundo no comprenda
la sanación de tus manos o el néctar sabio de tus labios
nunca me han comprendido ni los sabios ni los locos
y talvez lo incomprensible se haga bandera
porque este dulce encanto que me arrastra hasta darme alas lleva tu nombre
como cada cosa que toco o nombro llevan tu nombre
no soy quien para reírme del mundo
mi mundo es transparente y dulce
mi mundo sos vos y lo canto, lo canto hasta que amanezca…


Dame tus manos

dame tus manos para tocar el cielo

y mezclarme entre esos pájaros que juegan
quiero andar descalzo recorrer los campos
pero de tu mano…
beber cada uno de tus pétalos en este día tan largo
hasta embriagarme sin pausa
y con algo de prisa
por rodear tu cintura
con estas manos lastimadas
quiero hundirme entre esas multitudes que reclaman al menos un día de igualdad
sin hambre sin violencia
quiero hacer una bandera con tus ojos
para desafiar a las estrellas
quiero a viva voz nombrarte
hasta que nos aturdamos con nuestras miradas cómplices


Y si me bebo el veneno

y si me bebo el veneno
si no lloro más…
dejo en paz esos diabólicos fantasmas que se ensañan conmigo
y vuelven
destripándome,
esas flores envenenadas que supe comer
para destripar la noche
soy de fuego pero me incendio
aunque me apasione correr entre caballos y balas de goma
no resisto la ponzoña de una vampira chupadora,
me aprisiono entre falsos idiomas
nunca termino de entender esa cruel verdad
pero mientras tanto.....banderas rojas
y el dolorido grito de los apaleados me encienden
no debo envenenarme hoy al menos.


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El mejor placer en la vida es hacer lo que la gente te dice que no puedes hacer.
Walter Bagehot

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Haidé Daiban

-Buenos Aires, Argentina-

Conformidad

La palabra
condenada al encierro
quiere, sueña
con ser contada,
cantada, volar,
pero sabe que es efímero
el sonido.
Espera el descorrerse
……de una página,
Y se conforma
con ser descubierta
……alguna vez.


Arte efímero

Las pupilas se reflejan
en las cucharas de plata.
El brillo relampaguea
desde las ollas de cobre, en la tarde dorada
La cocina como un santuario
está impregnada de aromas a la lavanda,
al tomillo fresco y a laurel.
La ventana abierta despliega aromas
que fluyen sobre la ciudad.
Todos los cuchillos suenan
y entrecruzan sus dientes agudos
que hieren las carnes
antes del mordisco.
Mientras el oleaje de aguas
saltan en cada caldero,
repiten la música de tambores
que llaman a diana.
Los verdes relucen en las fuentes
y piden su rojo para equilibrar
la perfección de la ensalada.
Hay pescados que, de añorar el mar
han decidido morir, sin más reparos.
Las manos hábiles, desgarran, amasan,
trituran, cortan, también crean,
su gran obra efímera.


El flaco

Entre murmullos y nubes
las lágrimas van marcando
una huella en carne viva,
un adiós hondo y callado.
Esa música que aún vibra
desde un disco desgastado,
trae recuerdos, momentos
de tu voz, que atraviesa
el aire de los tiempos
con su filo de vocablos,
Con su verdad, sus anhelos,
su inspiración estallando.

Sólo un río inmenso y nuestro
pudo abrirte los brazos,
para reunirte en la gloria
con el fuego de Moreno
y el abismo azulado…
Tanto calor en tus venas,
tanto calor en tus labios
para el asombro mundano.
Y no, no es cierto
que “Nunca más volverá”
este caro amigo: El Flaco,
porque lo vi caminando
por el Bajo de Belgrano.

Todos cuentan que se escucha
una guitarra muy sola
Que desde hoy suena, suena…
con su angustia de rubatos,

“Fuego Gris”, como escenario…

………………………………………Febrero 2012

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Siempre habrá nieve altanera que vista el monte de armiño y agua humilde que trabaje en la presa del molino.
León Felipe

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Miriam Cairo

-Rosario, Santa Fe, Argentina-

Polvo en grietas


¿Todas las mujeres muerden? La fantasía traza en la sombra una causa indescifrable. No sé si prefiero la belleza de esas insinuaciones o después.
Toda mujer que muerde la noche, muerde como si no pasara nada, lo cual es cierto.


El viento bajo la sombra

Los besos que le prodigo a mi amante representan para él un milagro engañoso. Lo efímero renuncia a su concepto por el apuntalamiento monumental de la constancia. Un puñado de besos hace que mi amante discrepe con el todo, y atraviese la selva de cemento, ligero como gamo con sed.


¿Qué haremos siempre?

Desprovistos de toda profecía, él y yo somos memoria. Detallada memoria.
Sorprendente memoria. Y la memoria siempre habla como uno la necesita: lo rememorado no es lo ocurrido, es lo viviente. Y en el recuerdo se vuelve más vivaz que la vida, siempre envuelta en su amortajada cotidianidad donde se va anulando a sí misma.


En la hora violeta

Ya lo dijo el pensador empedernido: el primer beso de la amante anticipa el sentido de su amor. Y este vaticinio parece cumplirse con creces en el caso de la amapola viviente. Cuando el pensador habla no corre riesgos: si respira es porque sabe que el aire existe. El pensador encuentra en la amapola el pretexto y la metáfora para no morir de muerte prematura.


El riesgo amoroso

Y resultó que el amorío, pecado contra la costumbre, fue, como la poesía, una aventura sin final.


A la sombra del lar

De sus numerosos enredos sexuales y sentimentales, sólo podemos decir que tienen la particularidad de ser simultáneos. El solipsista que nació en matrimonio es asediado por la esposa que lo intima a comunicar. Incapaz de renunciar al silencio y a sus culpas, el solipsista adopta, ante el acoso, su postura favorita: se acuesta a dormir de espaldas a la humanidad.


La música

”No puedo olvidarte”, dice el pensador sin cabeza y la inolvidable, bajo la parda niebla de un amanecer o sobre la vereda, exhala suspiros infrecuentes y breves, escucha la voz desde el pequeño teléfono, con la vista fija en los pies, mientras los olvidos pugnan en vano por dominar la música fabulosa del recuerdo.


Definamos minificción

"Si quieren que los bailarines inventen pasos nuevos, denles zapatillas chicas y apretadas: darán pasos impensables." Paul Valéry.


Textos tomados de Inventiva Social, publicación editada y dirigida por Eduardo Coiro, Buenos Aires (Argentina)
http://www.inventivasocial.blogspot.com

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Las mentiras más crueles son dichas en silencio.
Robert Louis Stevenson

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Andrea Cepeda

-Ushuaia, Tierra del Fuego, Argentina-

El poder de las palabras

Me dejé blandir por las palabras,
me sujeté a ellas con la mansedumbre de mis manos,
como se sujeta un náufrago a su balsa.
Me dejé atravesar por las palabras,
ellas me hincaban el pecho y el cuerpo,
con sus espinas y dagas, atoradas
y expectantes por salir de mi escuadra.
Me dejé embelezar por las palabras,
las tomé de prisa de las tinieblas
para darles una forma, un sesgo de conciencia
que pudiera marcarlas.
Me dejé aturdir por las palabras,
dejé que su grito casi inaudible me reconstruyera
con cada rima plasmada.
Me dejé esculpir por las palabras,
dejé que su arena se hiciera vidrio en mi alma,
para convertirme en una más de sus esclavas.
Me dejé templar por las palabras,
quise dejar de ser adobe, arcilla alfarera
para devolverles todas sus quimeras.
Me dejé rescatar por las palabras,
la oscuridad me había contraído hasta ser sólo un punto
en las tierras y dominios de la nada.
Me dejé embarullar por las palabras,
su algarabía y mística hipnótica
me sedujeron como la mejor de mis musas.
Me dejé apoderar por las palabras,
por ese rito casi críptico al tratar de encontrarlas,
cuando todo a mi alrededor sólo es sombra y dolor.
Por eso dejé en franca libertad a las palabras,
las vestí de mí, con mis aromas y sabores,
ellas ya son alondras liberadas,
en pleno vuelo, certero y arrasador.
Hagan ustedes de ellas, lo que quieran.

……………………………………………………03-04-09

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Y entender a todos y a todos decirle: vive, porque la vida es la poesía más alta.
Otto René Castillo

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Graciela Barbero

-Mar del Plata, Buenos Aires, Argentina-

Recuerdo

Tu mano se transparenta
sobre la piel
superficie de plenilunio
bordea la lengua
espuma y sal
el beso de arena

Un aliento de mar
arrullo procaz
en la aurora

El agua se lleva las señales
deja sabor de mariposa
ausencia y regocijo
con la primera estrella.


Ritual

El ritual
se desplaza entre las bóvedas marmoladas

Gris en fina garúa
hojas arremolinadas por el viento ocre
un rosario de voces lleva el cajón
La fosa espera
sin apuro
el final
de una inocente

Mirada turbia
Celos
oído envenenado
por la palabra ponzoñosa
y el último beso que pudrió su boca
La mano extendió el puñal
Otra Desdémona
abrió la puerta al infierno

El viento y las hojas
tiznan el cielo
Desde la vereda opuesta
el culpable
mastica hiel
vacío de caricias
aferrado al
destino aleatorio
del tiempo

Ángeles negros
se apiadarán de sus almas.


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Donde la mano siente el pinchazo de las espinas, los ojos descubren un ramo de rosas espléndidas, llenas de aroma.
José María Escrivá

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Carlos Figueroa

-Santiago del Estero, Argentina-

Otoño en Berlín

Avanza el otoño en el hemisferio boreal.
Los árboles dejan caer sus tristezas,
mientras el frío cumple puntual su faena.
No se repetirá la pequeña historia del hombre
porque su nostalgia será más vieja,
y la nieve habrá borrado mis huellas
en los senderos de Gruenewald.
Sabia la naturaleza ya prepara
la muerte del bosque,
origen ancestral del petróleo
por el cual los hombres del mañana pelearán.
La historia se repite, sobre nuevos valores;
Sin embargo, ilusos nosotros vemos pasar los días
y olvidamos que ya se está gestando en el fondo
nuestra decadencia y destino fatal.


¿Dónde la poesía?

Ella vive en un mundo encantado
donde las palabras
juegan con los sonidos,
buscando el sentido de su voz al cantar.

Sin embargo el poema, nunca será la poesía,
porque esta es su madre sin tiempo ni medida.

Cuando la llamo a la hora de soñar,
me manda destellos, poemas,
poemas de su cielo de gracia sin par.


Lo cotidiano en la poesía

………………………………………… (José Emilio Pacheco)

Tus motivos son las cosas
ésas que nos rodean y que no vemos
porque siempre están a nuestro lado
indiferentes al fluir de las horas.

De ellas sacas definiciones singulares, cualidades
que no podemos percibir sin tu visión de poeta.

También el mar es tu obsesión,
conoces todos sus secretos, los momentos
en los que crece con el día
y nos lleva insensible hacia el ocaso.

¡Cómo dar vuelo a las inocentes uñas!
de las cuales cuentas su historia
que es la nuestra, aunque no lo sabemos
sino a la luz de tu memoria.

¡Qué decir de un humilde tenedor!
Elemental instrumento del hombre de hoy
a la hora de comer. Cuando describes su destino
se vuelve temible en tu inspiración y tu canto.

Hermano poeta, tu voz nos deja al pasar
la creación pura, el mensaje que nos dice:
“no interesa el tema, sino cómo se lo escribe”.


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No se es escritor por haber elegido decir ciertas cosas, sino por la forma en que se digan.
Jean Paul Sartre

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Mirta del Carmen Gaziano

-Santa Fe, Argentina-

Mariana

-Después que te vi, aquella mañana cambió por completo.
Y ahora aún me parece verte, pues tu imagen permanece intacta en mi memoria y cada vez que recuerdo, esos momentos se repiten e inspiran de la misma manera, con la misma emoción, con la misma sencillez con que ocurrieron.
Porque aún me parece verte una y otra vez, en el aire, lanzando los brazos hacia arriba con un donaire inigualable,
Y me parece verte, sin que me veas, pensaste que estabas sola, pensaste que ese espacio se regalaba para vos, para que lo usaras y lo hiciste.
Y me parece verte en vertiginoso impulso, respondiendo a una música interior que te era propia, que te llevaba, que te estremecía,
-y apenas pasaste el umbral de la puerta diste libertad a tu libertad y te impulsaste, y allí partiste en rápida carrera hacia el centro y en él, entre giros, saltos y volteretas dibujaste en el espacio una dinámica escultura viva, vibrante, ligera, tenue y silenciosa como la vida misma en el interior de nuestro cuerpo.
Y me parece verte descalza, aun calzada, desnuda aun vestida, en apariencia viva por lo grácil, en apariencia de otro lugar de otro mundo, de otras latitudes, pero allí tan real y tan lejana...
Duró un instante pero aún perdura.
Duró un instante y luego te alejaste, y el patio lució nuevamente su vacío entorno,
Sin vos solo un patio el mismo que con vos por un momento fue un cielo, cielo de pájaro, ya que sólo un ave puede asemejarse a lo que con tu presencia me brindaste.
Pensaste que nadie te vería, pues te equivocaste, apenas apareciste frené mi marcha y fui testigo de tu glorioso escape.


Así era él

Con una sonrisa sutil, prolijamente estudiada, como para hacer creer que todo está bien, arbitrada para ocultar cualquier emoción disgusto o desacuerdo…
Aparentar algo, a pedir de boca, lo que quieras, lo que te apetezca, está listo, pronto a satisfacerte…
Sonrisa, mueca, movimiento angular, ensanchamiento de los labios, leve jadeo, entonación de los ojos, inclinación de la cabeza hacia atrás, y las manos abiertas sobre la mesa, o sobre la falda, una en cada pierna (abiertas en señal de confianza, abiertas en flacidez y como a punto de tomarte las manos a vos o a palmearte la espalda o a tomar un cigarrillo y encenderlo (claro, justo después de haberlo colocado en el ángulo izquierdo de la comisura de los labios abiertos para la sonrisa…
Sonrisa falsa, conquista de ensayo tras ensayo…
Falsa hasta el hartazgo.
Sonrisa… tul de encubrimiento.
Franja de ataque ante cualquier impedimento.
Implantación académica.
Defensa, ambigüedad, incertidumbre, ocultamiento.
Frío contacto visual.
Flacidez, ondulación, adulación…
Escondrijo de la verdad, articulación, sólo eso, gesto e idea macabra.
Y las manos, si te las da, esas manos, blancas y blandas, gelatina entre las mías.
Esas manos al igual que la sonrisa, carentes de vida natural.
Blancura, palidez en desmesura, mentira, impavidez, asco…
No esperes más y no dejes que te hable pues cada palabra suya será hueca.
Será solo una ilusión imperdonable…

……………………………………………enero 2005

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He decidido apostar por el amor. El odio es una carga demasiado pesada.
Martin Luther King

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Irma Droz

-Santa María de Punilla, Córdoba, Argentina-

Alas

Desde el nido de mi alma crecen alas
en busca del espacio.
No quieras averiguar el rumbo de mis pájaros.
Ni el por qué, ni cómo, ni cuándo…
Sería como imaginar los límites del cielo
o la amplitud del aire.
Sólo puedo decirte que no regresarán.
Es esa la consigna: volar… volar…
Cada cual encontrará su destino.
Yo me acurruco en el follaje de un lucero
para fortalecer mis alas
y seguir gestando sueños.
Si te invitan al vuelo, no temas.
Encontrarás tu espacio y allí,
algún rincón para tu nido.
Pero te advierto: no hay regreso.
A veces el cielo se oscurece
y el peso de las alas nos quita el aliento.
Pero las nubes pasan… y otra vez, la Luz…
Porque, si no lo sabes, de eso se trata.
Ese es nuestro destino.
Por Ella se fortalecen nuestras alas.
La Luz, única, definitiva y total.
Hacia Ella vamos.


Nada nos falta

Nada nos falta…
Y el dolor, agobia.
Pero es tan grande el cielo
……………………y su promesa,
que apuramos el cirio cotidiano
para entregarnos en luz
……………………a cada paso,
con la certeza feliz y necesaria
de quien se sabe portador de la esperanza.
Nada nos falta…
Porque el dolor que nos consume, fortalece,
y se hace luz que
……………………va apartando las tinieblas,
para alcanzar la orilla que buscamos.
Nada nos falta…
Ni el dolor, ni la luz, ni la esperanza.
Y andamos los caminos de la vida,
……………………crucificados
en el Amor de un Viernes Santo,
por la promesa del Domingo
……………………y nuestra pascua.


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Como persona humana, cuentas con unas energías fabulosas de reserva justo para cuando las necesites; sólo tienes que descubrir lo que está ocurriendo en ti.
Anthony de Mello

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