domingo, 9 de septiembre de 2007

Editorial

…………………………………………Pies, ¿para qué os quiero si tengo alas para volar?
………………………………………………………………………………………………
Frida Kahlo

con voz propia nº 11 - septiembre 2007


Tiempos extraños vivimos.
Tiempos en los que una pequeña parte de la población pide olvido.
Los escritores necesitamos de la memoria para denunciar o simplemente ejercer nuestro oficio de escribir. Hay quienes piden olvido con sotana o sin ella, con uniforme o sin el, pero trajeados de cómplices para el innegable espejo, elemento éste trabajado con maestría por Borges, nuestro máximo Inspector de Aves y Huevos, autor de aquel memorioso Funes.
La memoria tiene que ver con la literatura mucho más de lo que los mismos escritores creen, y a veces la memoria se refugia por suerte en los libros, los que a veces son quemados es cierto, pero alguien recordará. Por eso cuando escritores jóvenes o no tanto, dicen que no leen para no sentirse influenciados, sólo están encubriendo su ignorancia. ¿Qué mejor que dejarse influenciar por los grandes?
¿Por quién se deja influenciar nuestro joven aspirante a escritor?, ¿por Tinelli, por Grondona, por quién? Y otros aseguran escribir para ellos. Una endeble excusa. Nadie escribe para sí mismo. Todos los que garabateamos papeles o maltratamos teclados lo hacemos con el fin de comunicarnos y no existe comunicación si otro no lee. Por otra parte no hay texto literario sin lector.
No es fácil en estos tiempos de estupidización general mediante cursos facilitados por Tinelli y sus cofrades, inducir a la gente a leer aunque sea para que no olviden que lo mejor de esta nación, compuesta por cinco países, se hizo con la cultura del trabajo, no de la prebenda o el bolsón.
Tiempos difíciles para los escritores cuando en los paneles televisivos opinan lindas señoritas huecas, políticos mentirosos o los eternos figurones de siempre. En los países civilizados invitan a pensadores, escritores o técnicos. Y surge la pregunta ¿seremos peligrosos los escritores en un país que ha abandonado la lectura? ¿por qué nos excluyen? ¿tienen miedo de que hablemos? Pensemos, tal vez además de escribir convendría hablar con la gente y, rechazando el olvido, empezar de nuevo la ciclópea tarea que se impusieron Alberdi y Sarmiento, de educar al soberano.

Julio Carabelli


* * *

La literatura debe cada vez más parecerse menos a una lectura invernal a la orilla del fuego que a la travesía de un bosque lleno de gérmenes vivificantes o un ascenso a las cumbres donde es preciso estar totalmente alerta.
Luis Franco



............................Edición y dirección: Analía Pascaner
............................San Fernando del Valle de Catamarca
............................Catamarca – Argentina




LA PIEDRA
El distraído tropezó con ella.
El violento la usó como proyectil.
El emprendedor construyó con ella.
El campesino, cansado, la utilizó de asiento.
Para los niños fue un juguete.
Drummond la poetizó.
David mató a Goliat.
Y Michelangelo le sacó la más bella escultura.
En todos estos casos la diferencia no estuvo en la piedra sino en el hombre.
FM Milenium (Buenos Aires)



Contrato 1923

Modelo de Contrato firmado por las maestras con el Consejo Nacional de Educación en el año 1923 en la República Argentina, transcripto en la Revista del Consejo Nacional de la Mujer, año 4, Nº 12 de marzo de 1999.

Este es un acuerdo entre la Señorita ..... maestra, y el Consejo de Educación de la Escuela ..... por el cual, la Señorita ..... acuerda impartir clases por un período de ocho meses a partir del ..... de 1923.

La Señorita acuerda:

1º No casarse. Este contrato quedará automáticamente anulado y sin efecto si la maestra se casa.
2º No andar en compañía de hombres.
3º Estar en su casa entre las ocho de la tarde y las seis de la mañana a menos que sea para atender una función escolar.
4º No pasearse por las heladerías del centro de la ciudad.
5º No abandonar la ciudad bajo ningún concepto sin el permiso del Presidente del Consejo de Delegados.
6º No fumar cigarrillos. Este contrato quedará automáticamente anulado y sin efecto si se encontrara a la maestra fumando.
7º No beber cerveza, vino, ni wisky. Este contrato quedará automáticamente anulado y sin efecto si se encontrara a la maestra bebiendo.
8º No viajar en ningún coche o automóvil con ningún hombre excepto su hermano o su padre.
9º No vestir ropas de colores brillantes.
10º No teñirse el pelo.
11º Usar al menos dos enaguas.
12º No usar vestidos que queden a más de cinco centímetros por encima de los tobillos.
13º Mantener limpia el aula:
a) barrer el suelo del aula al menos una vez al día,
b) fregar el suelo del aula al menos una vez por semana, con agua caliente y jabón,
c) encender el fuego a las siete, de modo que la habitación esté caliente a las ocho cuando lleguen los niños,
d) limpiar la pizarra una vez al día.
14º No usar polvos faciales, no maquillarse ni pintarse los labios.
15º Aceptar un sueldo básico de $...

*****************************************

Hay personas que no saben perder su tiempo solas y se convierten en el flagelo de las personas que trabajan.
Jules Renard


*****************************************

Yolima Andrea Zuleta

Clases de tomate

Yolima Andrea Zuleta
(Colombia, 1981)

“Un tomate malo
puede llegar a dañar
el resto”
decía con insistencia
la profe de primer grado
mientras separaba
las niñas
por filas
haciendo del salón
una nevera.

*****************************************

Nunca he permitido que la escuela entorpeciese mi educación.
Mark Twain

*****************************************

María Alicia Esain

¿Por qué somos maestros?

Porque es la entrega nuestra elección de vida.
Porque es amor el pago que buscamos.
Porque pintamos el trueno de la lucha
y nos negamos a escribir derrotas.
Porque nos arde el ruin color del hambre.
Porque sabemos que se juega el mañana
en los ojitos opacos de tristeza
y en la canción de hadas de la risa.
Porque cantamos castillos de papel
donde guardar los víveres del alma.
Porque amasamos caricias de alegría
como conjuro contra dolor y lágrimas.
Porque nos huele a cascabel de infancia
la voz de la memoria compartida.
Porque es lerda y arisca la cosecha,
pero bien vale la pena el aguardarla.

María Alicia Esain - Navarro, Buenos Aires
http://www.educared.org.ar/imaginaria/biblioteca/

*****************************************

Cuidado con las computadoras. Todo se ve tan prolijo que parece bien escrito.
Abelardo Castillo


*****************************************

Alfredo Palacio

CADA PALABRA
crea un tacto provisorio
una luz inquieta
………….………………..que marcha a la deriva.
Afina cuerdas invisibles
busca a tientas una música
………….………….………….……………..notas
………….………….………….………….…………….que respiren en la sombra.
Su corazón descalzo
hace ronda entre manos inseguras
da vueltas
…………………..como un barco
………….………….……………………….hundiéndose en la niebla.

De Filamentos, Ed. Del Dock, 2007

* * *

MEDIANOCHE
con su larga tradición de desencanto.
………….………….………….………….………………..Ruinas del alma
………….………….………….………….………….………….……………………..en cada copa vacía.
Una puerta abre sus piernas
………….………….………….…………….para el oscuro amante sin rumbo
y el piano suelta su cabello
………….………….………….……………en un espeso blue
………….………….………….………….………….………………..……que se parece tanto a tus labios.

Inédito

* * *

NO SÉ SI ES PRUDENTE
dar a luz este poema.
Es que no habla de la noche
del amor ni de los barcos.
No habita ventanas
ni hunde sus pasos en el mar.
Carece de magia y silencio
sus labios nada besan
………….………….…………………y ha perdido el tacto
………….………….………….………….………….…………………......en cualquier otra cintura.

Faltan el riesgo y la nostalgia
………….………….………….………………..los bordes de sal
………….………….………….………….………….………….……………..la desmesura.

No tiene fuego
………….………………furia
………….………….……………..ni aún
………….………….………….………………el más común de los lugares.

Olvidó el tabaco
………….………….……..los licores
………….………….………….……………..cada color que baja la escalera.

No hay pájaros ni asombro
azufre, sándalo o trinchera.

Si hasta el papel y los latidos
………….………….………….……………….decidieron ausentarse.

No acuden el sexo y la memoria.

Frutas, música y corceles
………….………….………….……………….no son su fundamento.

Nada late
………….…….no hay esencia.

Y yo también
………….……………estoy en otra parte.

No sé si es prudente
………….………….……………….dar a luz este poema.

De Filamentos, Ed. Del Dock, 2007

* * *

LA LUNA TROPIEZA EN LA MEDIANOCHE
está tan torpe hoy
………….………….……………que no muestra
………….………….………….………….………….…………su velo ni su anillo.
Sabe acaso
que ando poco por aquí
por el labio de las luces
………….………….……………………su orilla en fuga
………….………….………….………….………………………….entre sueños sin nombre.
Sabe también
que cada tanto guardo mi estocada
………….………….………….………….…………………..los ojos del tigre
………….………….………….………….………….………….………….………………mi oleaje.
Ambos sabemos que esto
tal vez sea un hueco pasajero
y luego en la madrugada
llenaremos las copas
………….………….………….......hasta ver juntos
………….………….………….………….………….……………..algún milagro en pie.

Inédito

Alfredo Palacio - Buenos Aires

*****************************************

Es curioso (…), pero los recuerdos vienen a mi memoria (…) cargados de minucias ridículas que saltan como chispas. Alimentándolos puedo soportar los sufrimientos y este destierro.
Julia García Mansilla, Don Diego el Aparecido

*****************************************

Alfredo Lemon

Adiós a las aulas

Perdónenme alumnos,
es poco lo que tengo
y por eso no ofrezco demasiado.

Ciego como un trompo
giro en la mitad de mi vida
y aún no aprendí lo suficiente.

La técnica se estudia, el talento no.

Me invaden emociones que después desaparecen:
divorcios, desafíos, quiebras, frustraciones.

En mi memoria cabe aquello que me falta,
sé que hay estrofas que soy incapaz de escribir.

Perdónenme alumnos,
es poco lo que tengo
y por eso no ofrezco demasiado.

El arte sólo nos enseña a perder.

Todo poema esconde una mentira.
El escritor apenas puede pedir una disculpa.


La superficie de las cosas

No todos los días el mundo se ordena en un poema.

Cuando joven, el poeta es un príncipe
jugando con sus palabras como si fuesen dados;

cuando viejo, es el errante vagabundo,
embriagado de locura y solo.

Al fin, la verdad no importa.

La búsqueda cuenta más que el hallazgo
y las cerezas de la tierra van perdiendo sabor.

En la página en blanco se oculta la belleza.


* * *

……………………………………………a INGMAR BERGMAN

Envuelta en una niebla de plata,
el alma es una isla, lejos.

Detrás de un armario de caoba,
un niño busca a Dios con su linterna.

La muerte sangra al tiempo
como una mujer.

Alfredo Lemon - Córdoba

*****************************************

Mueren tantos porque no saben leer. La instrucción prolonga la vida. Nada cuesta más caro que ser ignorantes.

Manuel Belgrano

*****************************************

Gustavo Pascaner

Demasiado tarde

Había salido tarde de su casa. Iba camino al banco por unos trámites urgentes. Se le había presentado una gran oportunidad y no podía desperdiciarla. Le quedaban escasos y cortos minutos antes de que el reloj diera las tres y perdiera la posibilidad de entrar al recinto financiero. Un mendigo se le cruzó en el camino y le pidió unas monedas. No se las dio. Las veloces agujas le pisaban los talones. Corrió hasta el final de la cuadra, cruzó apresuradamente la calle sin prestar mucha atención y llegó a destino. Eso fue lo último que recordaba.
Ahora ya no importaba el dinero, ni los trámites, ni los planes a futuro. Su suerte estaba echada.
Descansaba profundamente y en sus sueños las imágenes se sucedían sin pausa, ni orden. Primero un charco de sangre. Gritos. Luego una carpeta con papeles dentro. Una sirena. La frenada ruidosa de un auto. El interior frío de una ambulancia. La puerta del banco que se alejaba y se hacía más pequeña. Mucha dificultad para respirar. Copiosos montones de billetes empaquetados prolijamente cayendo sobre la ya oscura y espesa laguna de sangre. Un dolor fuerte y punzante entre las costillas. La imposibilidad de inflar su pecho para llenarse de aire vital que recurría. El aire espeso e impuro. Y por fin el despertar.
Un olor extraño a tierra húmeda invadía el ambiente. La oscuridad era gruesa e impenetrable. Intentó moverse, pero su estado de incompleta conciencia le impedía a su cuerpo cualquier clase de desplazamiento. Tenía los brazos al costado del cuerpo, pero no respondían a las órdenes enviadas por su sistema nervioso, todavía en estado de reposo. Volvió a respirar con dificultad. La bocanada de aire lo trajo nuevamente a la vida y logró despertarse por completo. El dolor en el costado volvía a aparecer con mayor intensidad. Finalmente logró levantar un brazo, pero chocó rápidamente contra algo duro y macizo. Respiró una vez más e intentó nuevamente mover algún otro miembro de su cuerpo. Esta vez fue su pierna izquierda, pero la suerte fue la misma. Un pensamiento oscuro lo atravesó de lado a lado como el frío acero de un cuchillo clavándose en la carne blanda de su anatomía. Sabía perfectamente en donde se encontraba. Intentó incorporarse para comprobarlo y, esperando que así fuera, se golpeó la cabeza. Su corazón se detuvo un instante y luego volvió a latir. Luego su piel se erizó como si una avalancha de nieve blanca y pura le hubiera caído encima y desesperadamente comenzó a golpear la tapa de su cajón.

Gustavo Pascaner - Buenos Aires

*****************************************

Vosotros, los europeos, tenéis los relojes, pero nosotros tenemos el tiempo.
Proverbio africano


*****************************************

Sergio Guillermo Fernández

Apenas

En noches análogas mis enemigos
se asemejan a oscuros misiles
que apuntan en la penumbra
y transforman el cielo de mi habitación
en una patética muestra de poderío bélico
y miedo escénico ante la realidad
del no querer ser
o no saber qué ser
o no reconocer lo que soy
y no me animo a ser

Un retrato amarillento perdido
en un depósito de vanas ilusiones

Una gota de agua en el desierto
de tu olvido

Una marioneta que escapó
de quien lo manipula

Un cartel luminoso para un ciego

Apenas el reflejo de una llama
que se extingue de a poco
como la esperanza de tu regreso.


Posguerra

“La contradicción es la prueba más tajante de que estamos vivos”
…………………………………………………………………………...Eduardo Galeano

Mis ojos se cierran
una luz fluorescente
invade mi rostro
puesto en sentido
perpendicular a mi cabeza
Me pregunto si
estaré muerto

Mis manos despiden un líquido
similar a la transpiración
es frío, agrio, espeluznante
Mi respiración se acelera

¡No estoy muerto!

Un yo mío quiere estarlo
El otro lucha para tratar de impedirlo
Y el verdadero queda como
en un estado de posguerra
donde ningún contrincante gana

Pero yo pierdo.

Sergio Guillermo Fernández - Posadas, Misiones

*****************************************

Si tuviésemos suficiente voluntad casi siempre tendríamos medios suficientes.
François de La Rochefoucauld

*****************************************

Claudia Caballaro

Entre el adiós y la nada

………………………………………A mi viejo Mou
………………………………………Claudia
………………………………………septiembre 2005


Hoy he salido a buscarte.
Una demencial esperanza me cautiva, me dejo seducir.
He vuelto al mar, sumergido en su fuerza,
desvanecido en el viento,
desesperadamente intentando hallar un indicio de tu existencia.
La playa se extiende infinitamente
alentando mi inconsciencia.
Cada huella en la arena me estremece,
deseo engañarme, cuánto lo deseo.
Los rostros se suceden, me embriagan,
por un instante creo en la fantasía...
Pero la realidad grita, lastima, sangra,
y nuevamente estoy sola recostada en el esqueleto del tiempo.

Mi mundo, tu mundo.
La orfandad, tu silencio.
Desgarrante sufrimiento, tu paz.
Mi amor, tu olvido.
Lo absoluto, la nada.

Dónde estás...

Claudia Caballaro - Villaguay, Entre Ríos

*****************************************

Todo gigante muere cansado de que lo observen desde afuera.
Luis Alberto Spinetta


*****************************************

Susana Máspoli

Perro de la calle

Mereces llevar la correa en el cuello.
Recorres países europeos
con fruición saboreas platos caseros,
de grandes restaurantes
Bendecís las manos de tus amos
con fingida alegría
caen de tus sucias fauces hilos babosos
que no percibimos van marcando
“surcos color de luto”.
Se inicia el camino hacia la unidad perdida
antes de proseguir.
Desde el jardín edénico
desgarras lentamente a tu presa.
Perro de la calle
famélico, con tus dientes y tus garras
noche a noche inventas otro bosque.
Con fuerza pateo hasta tu sombra
Aplasto con mis palabras tu sonora existencia
Una música acompaña.

Compro una correa nueva
al colocarla nunca más emitirás un ladrido
el astro luminoso no volverá a escucharte.
Ese será tu peor castigo.

Susana Josefina Máspoli - Buenos Aires

*****************************************

Un fanático es alguien que no puede cambiar de opinión y no quiere cambiar de tema.
Winston Churchill


*****************************************

Horacio Pettinicchi

El hacedor de vertientes

Contaba mi abuela que allá en el norte, en la punta de la estancia de Pinas donde la provincia de Córdoba se hace riojana, si uno se acerca de noche al brocal de algún pozo suele sentir la cantarina voz del Dionisio Britos entonando una vieja zamba olvidada.
Mozo trabajador, dicen que fue, tanto le daba cavar un pozo, como desbarrar una represa a puro rastrón y si se cuadraba la ocasión, no le hacía asco alambrar algún campo o sacarle las cosquillas a algún yegüarizo.
Sus manos hechas al pico y la barreta, duras como tosca, se hacían suaves cuando en medio del pichanal acariciaban la esquivez de alguna moza, se hacían leves pellizcando las cuerdas de su guitarra o tincando alguna caja en carnaval.
Y si bien era mentado como buscador de vertientes, no había otro con tanta fama de salteador y atrevido en esos montes.
-Boniito… ha salido el muchacho, ve –decían los viejos-. Buen pocero, pero no le dejen muchacha cerca porque si de cavar se trata, no distingue la tierra de una moza.
Infaltable animador de las pocas fiestas que había en esos pueblos, era capaz de comerse medio chivo él solo, y beberse de una sentada más de un cajón de cerveza, de esas enfriadas en arena y tapadas con arpillera mojada. Cantor y guitarrero, era la alegría hecha hombre, el Dionisio.
Sólo una vez lo vieron sosegado, con la voz acallada, y borrada su sonrisa.
Fue el día que bajó al pueblo y en el almacén de Don Cinecio compró unos clavos, tablas, algún pedazo de liencillo –como para mortaja dijo-, cinta negra y unas bebidas. Esa madrugada se había cortado la Dominga, llevándose con ella ese hijo que le venía empujando desde adentro.
Y el canto, ese canto alegre, tan de él, se le había ido con ellos.
Fue el tiempo de la sequía grande y viera usted cómo se morían acezando los pobres animales. Represas grandes, como la de Pinas, que entregaban agua mucho después del año, se habían secado.
Y era un continuo ir y venir del Dionisio. Que desbarrar un pozo, que buscar nueva vertiente, que cavar uno nuevo.
Cada vez más abajo se hundía el hombre, cada vez más abajo se escuchaba su voz, entonando alguna zamba olvidada, de ésas que supo bailar con la Dominga.
Los atardeceres lo veían surgir de los pozos cubiertos de arcilla, brotaba de la misma tierra como una roja vertiente, como aquel primogénito ser que algún Dios le dio vida.
Y como él, como ese primogénito Hombre, carenciado de afectos.
Estaba solo el Dionisio, demás solo se sentía cuando volvía a las casas, ya nadie lo esperaba, ya nadie le tendía el mate y la tortilla recién horneada en cuantito bajaba de su caballo.
Aduciendo miedo a pasmarse por los vientos que soplaban en esos páramos, el mozo ya no salía en todo el día del pozo.
Cuando mediaba el sol en lo alto se hacía bajar en el noqui alguna ollita con un sanco y agua, en un botellón retobado en lona.
Cada día pasaba más tiempo junto al oscuro, cálido vientre de la tierra, tan cálido y oscuro como el de su Dominga, que en paz descanse. Cada día se demoraba más en esa tierra henchida de promesas, anhelando verla parir la vertiente que calmara la vieja sed de su gente.
Calzando pozos y barreteando la dura tosca se le iba la vida al Dionisio. Hondo andaba el hombre en búsqueda de esa esquiva agua, cuarenta, cincuenta, hasta sesenta metros hundió al duro pico.
Después, protestando que se estaba más fresco que en las casas, también solía hacer noche en el fondo del pozo.
Quietas y silenciosas noches donde el tac-tac del pico y el duro golpe de la barreta, acompañaban el descanso de los puesteros cercanos, y se mezclaba con la oscura voz del Dionisio, hecha canto.
Y justito al año que se fue la Dominga, el monte amaneció sin el canto del pica-tierra.
-¡Eh! Dionisio! ¡Qué pasa hombre! ¡Contestá muchacho! –gritaba Don Tránsito al borde del pozo.
Nadie respondía al llamado. Desde abajo sólo subía el silencio. Amoscado, y pensando en alguna broma del pocero, Don Tránsito le ordenó a uno de sus hijos que bajara a ver qué pasaba.
Al subir, el muchacho traía entre sus manos el gastado pico del Dionisio y el pedazo de lona que usaba el hombre para tapar sus vergüenzas cuando trabajaba. El Dionisio había desaparecido. Al otro día, con la fresca, cayó Don Tello, el Comisario de Los Huecos. Tomó unos mates, miró, mandó que un vigilante baje al pozo y decidió nomás que el Dionisio se había ido del pueblo sin avisar a nadie.
Cuenta mi abuela que nadie creyó lo que dijo, ni siquiera el mismo Comisario. Dicen los que saben que el Dionisio se hizo vertiente, y ahí anda el mozo convertido en fresca agua recorriendo los pozos de esos lugares, apagando la vieja sed de su gente. Otros afirman que el pocero se hizo tierra, buscando en ese vientre marrón, aquella esperanza perdida que se fue con la Dominga. Suelen creer en esos montes que si alguien se acerca de noche al brocal de algún pozo, escucha la honda voz de Dionisio Britos entonando alguna vieja zamba olvidada de ésas, que supo bailar con la Dominga.

Horacio Pettinicchi - Grupo Octubre - Pilar, Buenos Aires

*****************************************

Apagá la TV. Prendé la cabeza.
Graffiti tomado de Ñusleter

*****************************************

Raúl Vivas

¡Ojalá!

¡Ojalá! Regresaran las nostalgias
de nuestros ancestros
a las mentes quietas
de los contemporáneos.
¡Ojalá! Se escucharan sus silencios
sepultados en el cielo.
¡Ojalá! Sirvieran estos versos para
avivar las mentes
de este mundo de insolentes.
¡Es muy caro el progreso a este precio!
La Pachamama se da cuenta
y en silencio se lamenta.
¡Ojalá! Pudieran regresar aquellos tiempos.

Raúl Vivas - Recreo, Catamarca

*****************************************

La naturaleza benigna provee de manera que en cualquier parte halles algo que aprender.
Leonardo Da Vinci

*****************************************

María Teresa Andruetto

Visita

Hoy vino mi madre a visitarme
y caminamos las dos por estas calles.
Hablamos de mi hermano,
de los hijos, de las chicas del Sur,
de mi cuñado. Otra vez yo critiqué
al gobierno y ella dijo otra vez
"¡Es un país tan grande!". No quiere
que me queje: "¡Este país generoso
recibió a tu padre!" y rodamos las dos
hacia una zona de tristeza, en silencio,
hasta que se detiene y dice: "Ayer
hice dulce de duraznos" y yo digo
que hablaron de mi libro
en el diario.


Carta

En la feria, cuando elegía alcauciles
(estaban algo oscuros), un muchacho
que no tenía más de trece años (lo vi
correr, por La Cañada, hacia El Pocito),
me arrancó la cartera (quedaron
las tiras colgando).

¿Tenía dinero, señora?

Nadie preguntó por tu carta
(yo la llevaba conmigo,
…………………….tu última carta,
doblada en cuatro).

Era sólo un papel y ese muchacho
lo habrá tirado al agua.


Hamaca

Estoy en cama
…………………(la enfermera se llama Erminda)
Por la ventana que da al patio,
mi hermana pasa a bordo de una hamaca.
Pasan también las moras, el verano,
las chicharras. Ha de ser octubre,
como esta tarde, o tal vez noviembre,
y el calor agobia, porque mi padre
que llega del trabajo, se ha soltado,
cosa extraña, la corbata. Yo estoy
en cama. Y Ana que pasa alegre,
viva, a bordo de la hamaca.
Habrá sido de vidrio el aire,
como esta tarde.

Poemas del libro Kodak

María Teresa Andruetto - Córdoba
www.teresaandruetto.com.ar

*****************************************

Componer no es difícil, lo complicado es dejar caer bajo la mesa las notas superfluas.
Johannes Brahms

*****************************************

Liliana Escanes

Albergas en mí,
………….………POESÍA…
(fragmento)

Poesía: eres
mi vida…

(…)
Te llevo
en el alma
porque creo
que nací
con vos…
O para vos…
O para recorrer
juntas
la vida…

(…)
Alma.
Viento.
Agua.
Fuego.
Amor y tormento…
Camino…
Infame y cruel
derrotero…
¿Sueño
o realidad?...
¿Sueño
o pesadilla?...
Quimeras.
Incógnitas.
Dudas.
Misterios.
Aves que retornan…
Quietud.
Tarde.

Infinitos
cuestionamientos...

Infinitos
misterios...

Te llevaré
conmigo...

Irás
conmigo...

¿Adónde?...
Ése será
el más terrible
o
maravilloso
de los
sueños...

Fragmento del poema Albergas en mí, POESÍA…, 19/3/06


Una parte de mí (fragmento)

Sí: una parte de mí
quedó para siempre
en La Habana...
Quedó un poco
en el viento
de La Habana...
En sus antiguas calles,
en sus antiguos muros,
en el bullicio
de la gente...
En el olor a sal
y a aceite...
Perdida,
peregrina...
Alimentándose
de sol
y arena blanca...

Fragmento del poema Una parte de mí, 10/11/05

Liliana Escanes - Bahía Blanca, Buenos Aires
www.elconfesionario.net/versoycolor

*****************************************

¿Qué locura o qué desatino me lleva a contar las ajenas faltas, teniendo tanto que decir de las mías?

Miguel de Cervantes Saavedra

*****************************************

Margarita Schroeder

Malocas
(fragmento)
II


Una tarde, en la época de calor tres extraños individuos habían surgido del bosque, cansados y hambrientos después de trasponer el Piren Mahuida*. Aparecieron por la antigua senda, desde la Villa Rica, entre los dos volcanes, donde en tiempos pasados, Mainque, el altivo cacique de la toldería y sus hombres dañaron, como tantas veces, las malocas* conducidas por el capitán Ponce de León y sus aliados, los rebeldes aucas, que venían a llevarse brazos para trabajar en las minas de oro. Esta vez no volvieron. Malen (…) con el consentimiento de los varones que habían quedado como custodia de la toldería, decidió ser la cacica de su pueblo mientras creciera el mayor de sus (…) vástagos.
Los guardias condujeron a los hombres a su toldo. Los observó largo tiempo. Van der Meeren y Dorson, dos holandeses (…), fugitivos del capitán Brant, quien pretendía poblar Valdivia, buscaban la aventura y el camino a Buenos Aires. En la penumbra (…) apenas se distinguía al negro, llamado Obambo, a no ser por el blanco de sus ojos que parecían bailar de miedo. Huía del navío del capitán don Pedro de Alvarado y de los aborígenes que lo vendían a mejor precio que el de un caballo (…).
Los tres extraños se fueron haciendo amigos de su gente. Van der Meeren, de quien se enamoró, se convirtió en su secreto acompañante bajo el quillango* (…) y consejero.
Después de la última luna del crudo invierno, (…) les llegaron aterradoras noticias desde la Villa Rica. Fue su portador un fugitivo de las minas de los encomenderos. El capitán Ponce de León estaba preparando a sus arcabuceros y mil aucas para invadirlos en las próximas lunas. Malen reunió al machi, quien desde un principio se opuso a cualquier decisión del parlamento celebrado (...) a los que se agregaron los extranjeros, a quienes no se les permitió opinar. Decidieron entregarse como esclavos, a pesar de ser amantes de la libertad. Quisieron evitar una brutal matanza. Se sucedían los soles y la irritante espera de la maloca* generaba intrigas y confabulaciones. Los holandeses y el negro fueron alentando y estimulando a los hombres a luchar. Les aseveraron el triunfo si se atenían a sus indicaciones. Y lo que más los animó y les quitó todo recelo fue el pronóstico del machi: iban a alcanzar la victoria sobre los españoles. Por fin, el hechicero vio la oportunidad de imponerse al poder de la mujer (...). Finalmente, Malen, contrariando su intuición, confirió la organización de la defensa a Van der Meeren.
Por fin, en un atardecer se escucharon los chiflidos de alerta de los guardias (…). Se prepararon para el día fatal. Por la mañana surgieron del bosque, atravesando a la carrera la pampa al pie del volcán, el capitán esclavista y sus dieciséis soldados de a caballo acompañados por el millar de hombres armados con lanzas, arcos y flechas para un ataque sorpresa (…). Cayeron salvajemente sobre los hombres, matándolos de a cientos, sin contar los que se lanzaron al agua y se escabulleron. Trescientas mujeres y niños quedaron acorralados, (...) para ser arriados al amanecer al cavi tras la cordillera. Malen (...) pudo distinguir a sus hijos con el terror en los ojos y la boca agrandada por los gritos, perdidos en el lamento general, (…). En ese momento, una mano le tapó la boca y el otro brazo le tomó los suyos, sujetándoselos por la espalda y la arrastró a una canoa previamente preparada con todo lo necesario, escondida con astucia. En ella ya esperaban, listos para partir, Dorson y Obambo. Se debatió por un tiempo más entre los brazos de Van der Meeren. Finalmente, se dejó caer rendida en el piso (…) mientras los hombres remaban rodeando el Cantala al amparo de la oscuridad para, a la otra mañana, dirigirse al Chimehuín, huir a las pampas y salir en Buenos Ayres.

Piren Mahuida: Cordillera de los Andes.
Quillango: Manta de cueros curtidos de guanacos y adornados con pinturas.
Maloca: Incursión esclavista llevada a cabo por los encomenderos españoles.

Este cuento fue publicado en la Antología Territorio Sur 2005, editada por De los cuatro vientos y en Amasijos, libro de edición artesanal y propia.

Margarita Schroeder - San Martín de Los Andes, Neuquén

*****************************************

No me dobla el cansancio.
Me dobla la tristeza.
María Emilia Azar

*****************************************

Orlando Valdez

A la hora del silencio

otro
es el que viaja
a no ser por el polvo
que me quita la vida
o el sueño
con su intención pasible
donde sea que vaya
a la misma hora de la siesta
siempre tarde
a la hora del silencio
uno
y un delito imposible


Y en el

soy el vuelo
de siete gaviotas
al ras como arena
entre el viento
lo que queda
de la luna
con la noche
que entra de mar
y en el
aquél
que vuelve
y convierte sal
la sombra
que abandona


En el áspero naufragio

contengo
mis pupilas
buscando
algún
hipocampo
una sirena
del silencio inerte
rescatar la fantasía
el esperma intenso
un poema
en el áspero naufragio


Orlando Valdez - Rosario, Santa Fe
www.orlandovaldez.blogspot.com

*****************************************

No usar defectos, no significa no tenerlos.
Antonio Porchia

*****************************************

Susana Lizzi

Cadáveres y destellos

I

Herida de letra,
………………….la muerte
………….………………….encuentra en el poema su propio cementerio.

II

Mi lengua es un tatuaje,
que obtuve por herencia,
………….………….tajo
………….………….………….profundo
………….………….………….en la memoria.

Mi lengua
…………….aborigen
tuvo una voz esclava,
tiene una sabia voz asalariada,
mas
………….no ciñe
………….ni afloja
………….……………….sólo resiste como firme suncho de yuca.

Mi canto tatuado
…………….es noche,
………….………….alma
………….………….………..y alma en la noche.

IV

¿Puedes apartarme de esta sed,
de la aridez de la palabra esquiva?

¿Puedes salvarme de la ineficacia del poema?

Ayúdame tan siquiera a no escribir
sin que me acuse
………….la blanca página asesina
que como daga me atraviesa:
no puedo tolerar
su irónico gesto
ante el desafío que representa
………….la perpetua búsqueda.

V

Meteré una piedra en mi boca
¡fría!
que me rompa
y me arroje bajo un alud de ecos mutilados.
Nadie me despojará de esa tragedia
como no querrían los dignos suicidarse en el templo
para escanciar su sangre ante dioses impuros.

La palabra no dicha
rompe.

VIII

Pregunta:
………….temblor de la palabra,
………….suspiro
……………………..de niño cuando duerme
………….vibración animal
………….mansedumbre de anciano.

Pregunta:
………….sabor profundo
……………………..del misterio,
………….candorosa sabiduría de la muerte.

Pides mucho,
………….te quedas sola
………….y siempre
………….eres tu miedo
………….tu coraza
………….pie y huella
………….luminosa huella
………….………….de la vida.

IX

No temas, palabra: te acunaré esta noche
al son de una nana de sonidos muelles.

No creas en esos truenos:
son apenas oscuridades de fusiles;
ni en esos pasos:
nada más son hombres y mujeres perseguidos.

Acurrúcate aquí, en este rincón de mueca,
hasta que crezcas
y puedas ver de cerca lo que pasa.
Aspira el viento preso entre luz de luna y hojas tristes.
¡Estás a salvo!
hay bajo los escombros un hueso que te espera
un pabellón ondeante
una victoria prometida
y me tienes
me tienes
para que mañana
cuando recorran los senderos para ver qué ha quedado después de la tragedia
encuentren tu símbolo perfecto
tu belleza inolvidable
tu profética esencia hecha de mundo
…………….del hombre
…………………………..para el hombre.

Susana Lizzi - Gualeguaychú, Entre Ríos

*****************************************

La intención de no engañar nunca nos expone a ser engañados muchas veces.
François de La Rochefoucauld

*****************************************

Anthony de Mello

El artista

Cuando alguien se jactó de los logros económicos y culturales de su país, el Maestro, completamente impávido, le preguntó: “Y todos esos logros ¿han producido algún cambio en los corazones de tus compatriotas?”
Y contó el caso de aquel hombre blanco que, capturado por los caníbales y conducido ante el jefe de la tribu antes de ser asado vivo, comprobó asombrado cómo el cacique hablaba el inglés con perfecto acento harvardiano.
“Los años que pasó usted en Harvard”, le preguntó el hombre blanco, “¿no sirvieron para cambiarle en nada?”
”Por supuesto que sí”, respondió. “Sirvieron para civilizarme: una vez que usted haya sido asado, me vestiré para cenar y usaré cuchillo y tenedor”.

Tomado del boletín LSD

*****************************************

-¿Sabés lo que no me gusta de tener una madre que trabaja?
Los almuerzos que me prepara mi papá.
Martha Campbell

*****************************************