lunes, 8 de octubre de 2007

Luis Alberto Taborda

El oro

Sostengo en mi mano
un puñado de vainas de algarrobo.
En cada una de ellas,
en cada estuche dorado,
maduran su sueño las semillas.

Las semillas de algarrobo,
las semillas del sol,
el oro americano.

Yo no lo sabía pero ahora lo sé:
cada pequeña semilla
es casi idéntica a otra.
Tienen la misma forma
y el mismo color
y el mismo tamaño
y hasta el mismo peso las iguala.

Por ello, alguien,
un inglés cualquiera,
/ en el tiempo en que los ingleses
eran los dueños del mundo /
pensó que había que aprovechar
esa maravillosa constancia.
Que ese uniforme milagro
debía tener precio y medida.
Y así nació el quilate.

En las joyerías suntuosas
de Londres o de Roma
o de París y Venecia,
minuciosos orfebres
equilibraron los platillos
para aumentar la ganancia:
de un lado oro, diamantes, gemas sin cuento
y en el otro semillas y semillas
de algarrobo.

Hoy nosotros ya hemos olvidado
esta historia y acaso nos parezca
que tiene cierto olorcillo a fábula
y no a suceso verdadero.
Pero yo la recupero
porque creo que América es esto:
el despojo más grande del que se tenga noticia
y a la vez la riqueza más grande.

Por eso entre mis manos
contemplo este tesoro
que no pudieron arrebatarnos:
las semillas del Taku,
las semillas del sol,
las semillas que sueñan
desde su cuna dorada
con el oro de América.

La paradoja

…………………………………………a Jorge Campillay, en la
…………………………………………noche de las Cordilleras


Ah, la noche es tan frágil…
acaso un mero sobresalto de la magia constelada

Por eso yo me asomo en sus orillas
hacia el abismo infinito
procurando un alba indecisa

Y al vino lo aúpo en mi regazo
para que me enseñe a ser un hombre
desgarrado entre estrellas y cenizas

La permuta

Permuto discurso por comida
virginidad por tibieza
acometida por bondad
celofán por césped
globalización por terruño
pintor por pintora
traje de amianto por poncho de vicuña

Vozarrón por susurro
acomodo por dignidad
facilidad por hábito
interés por curiosidad
niño por dos niños
canto castrato por vidalita
felicidad por fuego

Armas por aroma
seguridad por imprevisto
visita por residencia
cielo por parcela
cautela por desenfado
conformidad por vértigo
tierras raras por arcilla

Y a toda tu tecnología de punta
por el vuelo incierto
de una mariposa blanca
…en el medio
del aire transparente

Luis Alberto Taborda – Escritor riojano residente en Tinogasta, en la porción andina de Catamarca

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Al hombre no debe educársele para discípulo de nadie, sino para maestro de sí mismo.
Luis Franco


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2 comentarios:

  1. Gracias por recordarnos el valor de las semillas de algarrobo, lo había olvidado. ¡Qué maravilla la naturaleza! "La permuta" no tiene desperdicios. Felicitaciones.

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  2. Muchas gracias por tus palabras, querida Alicia.
    Un cariño
    Analía

    ResponderEliminar

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